martes, 9 de octubre de 2007

Educación a la francesa


El presidente francés, Nicolas Sarkozy, desea hacer tabla rasa en los actuales programas de la educación pública francesa para, entre otros aspectos, hacer frente a la "fragilidad" de la cohesión social. La idea está contenida en un mensaje que Sarkozy dirigió a alumnos y profesores de un centro de Blois (oeste), con motivo de la apertura oficial del año escolar.

A falta de concreción en las propuestas, el jefe del Estado abogó por "recuperar la coherencia del proyecto educativo", por considerar que es necesario después de que "desde hace décadas la educación se ha encontrado enfrentada a una masa creciente con exigencias contradictorias y a tensiones y expectativas cada vez más fuertes". También recuperó alguna de las ideas que expuso durante la campaña electoral para las presidenciales de la pasada primavera, cuando se mostró partidario de más disciplina. "No se educa a un niño dejándole creer que todo está permitido, que tiene todos los derechos y ningún deber. Es preciso enseñarle la jerarquía de los valores, afirmó.

Partidario del aprendizaje "de memoria", que a su juicio es útil para desarrollar esa facultad, Sarkozy concedió especial valor a la "auto-exigencia" de alumnos y profesores como un elemento básico en la enseñanza.

En su intervención insistió en que pretende hacer de la escolarización de los alumnos con algún tipo de minusvalía un derecho que pueda ser recurrible ante un tribunal francés, como medida para reforzarlo.

El discurso del presidente de la República no gustó especialmente al principal sindicato en la enseñanza francesa, la FSU, cuyo líder, Gérard Aschieri, expresó su malestar por el hecho de que en el discurso de Sarkozy no haya respuestas a "los desafíos reales" de la educación del país. "No hay una palabra sobre la formación de los maestros", según Aschieri, para quien existe también el temor a que haya criterios selectivos para el ingreso de los alumnos en los diferentes ciclos educativos a partir de los once años.

El sector de la educación francesa está también expectante ante los planes del Gobierno de reducir la plantilla de funcionarios en unas 11.000 plazas, dentro de la rebaja general de trabajadores de la Administración con la que el Gobierno quiere aligerar el gasto público.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sarkozy debería hacer el CAP. Es ridículo hablar del aprendizaje "de memoria" en la primera década de 2007. Sus medidas parecen sacadas de un proyecto de gobierno de los años cuarenta del siglo pasado, incluyendo lo de la disciplina. Lo que realmente s necesario para que haya disciplina en las aulas es que el sistema apoye la labor del profesorado (especialmente cuando las hordas enemigas -esto es, los padres- acuden a los centros a defender a sus inocentes vástagos de los malvados -y vagos, puesto que son funcionarios- profesores de secundaria. Este es el gran problema, según mi punto de vista: que hay un enfrentamiento entre el profesorado y los padres, con un interés común, que para unos es alumno y para otros hijo.
Saludos
Alumno de profesorado y tal y tal...