viernes, 26 de octubre de 2007

Clases internacionales

Encontrar un alumno español en el colegio madrileño Pi i Margall cuesta trabajo. En los pupitres apenas se observan tres, dos, uno o incluso ningún estudiante autóctono. No deja de ser una paradoja que en pleno centro de Madrid, en un barrio emblemático como el de Malasaña, exista un centro público donde haya clases enteras en las que no existe ni rastro de alumnos españoles.

En el aula hay buen rollo, a pesar de la procedencia de los pupilos: Tanzania, Ecuador, Santo Domingo o Rumanía.

A pesar de las dificultades que conlleva un centro donde el 70% de los alumnos es de origen extranjero, con 21 nacionalidades diferentes, el equipo directivo del Centro ha hecho de la necesidad virtud y combate la adversidad con esfuerzo, entusiasmo y una atención especializada. De esta forma, las clases de lengua se desdoblan en tres grupos en función del nivel de cada alumno; hay una hora diaria de español durante la que se aprende el vocabulario con métodos lúdicos y existe un plan de acogida para el alumno que llega nuevo al centro.

Se está produciendo un éxodo de los estudiantes españoles de la escuela pública hacia la concertada o la privada, lo que está provocando que algunos colegios públicos se estén convirtiendo en guetos de inmigrantes.

«El gueto lo estamos creando los propios españoles porque somos los que nos estamos yendo. Nos retiramos pensando que no se da calidad en la enseñanza, cuando no es así. Los alumnos extranjeros aprenden rápido y cogen enseguida el nivel», explica la directora del colegio . Esta pretende recuperar a los alumnos españoles para que puedan disfrutar de un colegio público, que está comenzando a aplicar la enseñanza bilingüe de inglés.

En otros centros, también con una fuerte concentración de inmigrantes, los profesores se quejan de que las clases «están ingobernables» y de que las explicaciones son cada día más elementales para poder mantener la atención de los alumnos«El nivel de la enseñanza es vergonzoso. A veces el niño se tira el año entero sin libros". Si bien muchas comunidades autónomas subvencionan al 100% la compra de libros de texto.

En Aragón, cerca del 70% de los niños inmigrantes acude a colegios públicos. Son las propias familas las que descartan matricular a sus hijos en los colegios concertados por tres razones:

  • la inexistencia de becas para comedor
  • las cuotas que piden 2/3 de los centros concertados
  • la religión, ya que la mayoría de las escuelas concertadas son de congregaciones religiosas.

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