miércoles, 27 de febrero de 2008

Retos y claves del Life Long Learning

El gran reto del futuro es conseguir que las personas optimicen sus vidas, sean libres y capaces de seleccionar sus itinerarios, ocupen su ocio constructivamente y participen (libre y solidariamente) en la vida social, cultural, política y económica. En la sociedad del conocimiento este objetivo está intrínsecamente unido a la evolución crítica y constructiva de la sociedad, al desarrollo local y al desarrollo comunitario a fin de crear identidades avanzadas y con posibilidades de progreso.
La formación de los profesionales de Educación Permanente debe ser coherente con la propuesta que se hace para los estudiantes atendidos por estos profesionales, por tanto debe ser:
  • formación permanente y no sólo inicial
  • con una sólida formación de base y una especialización flexible
  • utilizando las tecnologías de información y la comunicación

En suma, más que profesores, deben formarse mediadores de aprendizaje, si se debe priorizar el aprendizaje frente a la enseñanza.

Deberemos huir de los planteamientos discriminatorios, a veces maniqueos, que se establecen tanto en la educación de adultos como en la formación de sus profesionales:

  • Investigación y formación
  • Formación inicial y formación continua
  • Pública y Privada
  • Reglada y no reglada
  • Universidad y no Universidad
  • Distancia y Presencial
Estas distinciones académicas deben ser superadas y establecer un modelo de formación que combine de forma armónica y flexible, que conjugue los dos polos de cada planteamiento.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta eso de "mediadores del aprendizaje". Doy cursos de formación continua para trabajadores y desempleados, y comparto contigo en que lo que buscan por encima de los conocimientos formales, es nuevas formas de aprender y ponerse al día, y que valoran al profesor-profesional que comparte sus modos de trabajo, estudio,... que le permiten tener experiencias de éxito o superar los fracasos.
Antes de iniciar el curso, me intereso por la procedencia y el futuro profesional de los asistentes, y así adapto los contenidos a sus necesidades reales.
Disfruto cuando me dicen que pueden aplicar lo que aprenden en clase.
Ser profesor de formación contínua, ¡es fantástico!, son los alumnos más motivados que os podais imaginar.

Anónimo dijo...

Cuando hablamos de retos y claves de la educación permanente hay que pensar muy seriamente en qué es lo que la sociedad adulta necesita.
La política, desde un punto de vista práctico, mediatiza las necesidades en torno a unas premisas generales que, en realidad, se adaptan a sociedades adultas multiformales de grandes espacios. Es difícil concretizar. Eva hace bien, detecta necesidades y forma ("en su curso") de acuerdo a ellas. La libertad en los sistemas de enseñanza-aprendizaje, detectando las necesidades, es una, redundando, necesidad. A mí me mandan dar cursos y los imparto. Promuevo la intervención del participante, modifico los contenidos, los adapto a las necesidades y, a lo mejor, en vez de un curso de Office (por poner un ejemplo) me sale uno de, utilizando Word u otro programa de procesador de textos (da lo mismo, cómo redactar reclamaciones a los diversos organismos o solicitudes de empleo. Me paso el curso con esos contenidos (muchos, muchos y, en horas, otros tantos más porque estas personas requieren iniciarse desde cero)y doy un diploma acreditativo a los participantes. La libertad del ejercicio del educador es indispensable para preservar el sentido del aprendizaje. Y, Eva, ser educador de personas adultas es una de las mayores satisfacciones que una persona puede alcanzar, bien como voluntaria, pagada, becaria,... La sociedad necesita personas libres y responsables que inviten a la reflexión y al aprendizaje.