viernes, 23 de octubre de 2009

Historia de cárceles


Artículo de Juan Bolea

Esta columna de opinión me ha traído a la mente las dos veces que he estado cerca de una cárcel: una apela a los sentimientos, la otra a la reflexión educativa.

a) La primera, cuando acompañe a un amigo de la infancia que volvía a la cárcel de Daroca después de un permiso . Persona que falleció víctima de la droga o del sistema social de rendición de penas por tomar decisiones erróneas.

b) Visita a la cárcel de Teruel, realizando un estudio sobre la educación de adultos en diversas instituciones "educativas". Saludo al Director de la cárcel, con entrevista interrumpida por la llegada del juez de vigilancia. Luego la llegada hasta las aulas de educación, a través de puertas, más puertas que se abren y se cierran. El relato de algunos de los presos que querían estudiar pero que quizás no acabasen el curso por un traslado a mitad de curso, o no pudiesen realizar los exámenes porque había que presentarse a un juicio.


Quizás las vuestras experiencias son más reales, más vinculadas a la realidad educativa. Todo el fin de semana para contarlas.


1 comentario:

Raquel dijo...

Hola, por fin ya es viernes. Pues sinceramente yo no tengo ninguna experiencia cercana a la educación qeu se da en las prisiones. Lo único que recuerdo es que en la televisión había un programa (ya hará unos tres años) donde se enseñaba a cantar a los prisioneros enre otras cosas. Solo pude ver unas tres veces y me pareció interesante. Recuerdo que varios de ellos pudieron conocerse un poco mejor, expresarse de diferentes maneras gracias al aprendizaje del canto...