martes, 10 de noviembre de 2009

"La república de los maestros"

El viernes pasado se celebró en la Facultad una jornada homenaje a los maestros aragoneses asesinados por el franquismo.

Los maestros que habían sido dignificados socialmente por la II República a través de las disposiciones que ofrecían y exigían una formación del profesorado que, todavía hoy, la juzgamos como buena; a través de ofrecer las salidas del profesorado al extranjero para aprender técnicas y metodologías, y sobre todo, señalaba en cualquier legislación que el magisterio era la piedra angular para la formación de ciudadanos en el espíritu de la república.

Quizás por eso, fueron los más represaliados. Sólo he tenido la oportunidad de conocer las experiencias de forma indirecta ya que en mi familia no se encuentran antecedentes de maestro, pero me ha servido para entender que tenemos mucho que aprender para ajustar el rol y el status que le corresponderán al maestro en el siglo XXI, en la sociedad de la información y la comunicación.

Buscando para hacer esta entrada, he encontrado un video (un poco largo, 41 minutos, pero muuy interesante, ) que narra la experiencia de una maestra republicana y una referencia en este mismo blog a las películas de Fernán Gómez que tienen que ver con el tema

2 comentarios:

Raquel dijo...

Este vídeo lo vi con mis compañeros en la clase de Didáctica General con Heredia. Lo recuerdo perfectamente porque no estaba subtitulado, era difícil ser traducido por la intérprete y al final me sentí perdida.

Así que, después de hablar con Heredia, lo cogí de la biblioteca para subtitularlo mi padre y mi hermana. ¡Luego, por fin, lo pude disfrutar como una más! Grabamos el vídeo con los subtítulos en un CD y se lo di a Heredia para que pudieran verlo otros alumnos sordos y extranjeros en los siguientes cursos. Espero que este también en la biblioteca de la facultad de educación.

Enrique García dijo...

Gracias Raquel! Por recordarme que las personas sordas no oyen, aunque el sonido salga de un ordenador. Como este año no te tengo en clase, ha bajado el umbral de mi sensibilidad.