martes, 22 de diciembre de 2009

Loteria de Navidad

El día 22 siempre me trae el recuerdo de quedarme metido en la cama toda la mañana escuchando la radio y apuntando los números que iban saliendo en el sorteo extraordinario. En la calle, hacia frío y me fastiadiaba si los premios gordos salían rápidamente: se acababa la ilusión porque nunca nos tocaba y había que levantarse porque no tenía sentido quedarse en la cama sin hacer nada. Alguna vez tuve la tentación de copiar hasta las pedreas. Esas que tenían la cantinela de "cincuentamilpesetas". Ahora, escucho eso de los euros y me parece que la musiqueta no es tan armoniosa.

Otra de las cosas que recuerdo de la Navidad es "vuelve a casa por Navidad" de unos archiconocidos turrones. Desde los 13 a los 21 años estuve volviendo a casa por Navidad porque estudié fuera. A veces, me pregunto, ¿cómo he terminado recalando en Zaragoza, después de no haber echado raíces en ella durante la adolescencia?.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Escuela y literatura

Estoy leyendo el libro de Baricco: Emmaus. Habla de adolescentes, de los que tendrán que verselas con los aprendices de profesor del Máster de Secundaria y en cierto momento encuentro este bello y veraz texto:

El adolescente que narra está indicando todo lo que hacen cada día, pero como si se diera cuenta de que falta algo, señala:
Lo escribo primero en italiano para que no se pierda la belleza literaria y sirve para comprobar si no he sido un tradittore al traducirlo.
"Naturalmente andiamo a scuola, ogni giorno. Ma quella è una storia di avvilente degrado, e inutili vessazioni. Non ha nulla a che vedere con quanto ci sentiamo di definire vita."
"Naturalmente, ibamos a la escuela, cada día. Pero aquella es una historia de degración humillante, e inútil acoso. No tenía nada que ver con aquéllo que nosotros oíamos definir como vida".

En lógica, podría señalar que la escuela es NO vida.