viernes, 22 de octubre de 2010

In Memoriam de Raquel

Pilar me lo comunicó. Todavía no lo puedo creer. Sólo me viene una y otra vez su sonrisa. Ya perdí una sonrisa en otra ocasión.
Y ahora de nuevo...
A los que nos cuesta colocar los zigomáticos mayores  en la posición adecuada para la sonrisa porque el ADN nos obsequió con una herencia de color negro; perder dos sonrisas en tan poco tiempo nos resulta dificil de asumir.



Otros amigos dirán cosas más poéticas, yo sólo quería dejar mi recuerdo.



1 comentario:

filemón marmota dijo...

Tuve la suerte de conocer a Raquel hace 21 años.No exagero al decir que cambió mi visión del mundo y gracias a ese cambio hoy tengo tres hijos preciosos y soy una persona feliz y afortunada.
Me fui de Zaragoza al acabar la carrera y no supe de ella en unos quince años,aunque jamás olvidé su alegría y los breves momentos que compartimos.Un dia la busqué por Internet y la encontré.En otra ocasión que me acerqué a Zaragoza la llamé y tomamos un café.Ocasionalmente le escribia algun correo y si pasaba por Zaragoza le preguntaba si tenia tiempo para un cafe.Solo en otra ocasion volvi a verla.Supe algo de su vida y su familia,y de su corazón.Supe también que su cardióloga fue compañera mia de clase.Poco antes de fallecer le envié unos cuentos de juventud,alguno de los cuales escribí para ella veinte años atrás.No se si llegaria a leerlos.En su ultimo correo,fechado el 9 de octubre,decía que quería sentarse un rato junto a la ventana a leer.
Creo que fue Shakespeare el que escribió:..."Estrellas hay en el cielo que saben de ti..."