viernes, 4 de febrero de 2011

El buen profesor para los jóvenes psicopedagogos



El buen profesor es, a mi juicio, aquel que es capaz de transmitir a sus alumnos el interés por aprender y por responsabilizarse de sus acciones, orientando hacia una actitud más humana, solidaria y reflexiva desde la ilusión y el respeto, siendo capaz de trabajar con sus compañeros así como de promover que sus alumnos hagan lo propio e inquieto por ampliar su formación.


A mi parecer el buen profesor debe ser alguien principalmente que le guste su profesión, que ponga entusiasmo en el día a día y crezca a la vez que lo hacen sus alumnos.
El buen profesor se preocupa por el buen desarrollo de sus alumnos, se implica en su aprendizaje y también se preocupa por ellos fuera de ese aprendizaje, es decir, sabe que hay factores fuera de la escuela que afectan.
Para mí un buen profesor es aquel escucha a sus alumnos, tiene en cuenta su nivel, sus sentimientos, sus emociones, es cercano, motiva a sus alumnos, tiene en cuenta los progresos y no los resultados, descubre los intereses y necesidades de los mismos y tiene vocación.
En definitiva, para mí un buen profesor, es aquel que hace crecer a sus alumnos tanto intelectualmente como personalmente. Y yo, después de leer este artículo me pregunto ¿Y qué es para mí un buen profesor? Sin lugar a duda todos hemos tenido predilecciones por uno u otro profesor en nuestra larga carrera académica, entonces nos paramos a pensar, ¿Porqué éste me cae bien y éste mal? Desde siempre, el buen profesor siempre ha sido aquél que iba de enrollado, simpático, que nos dejaba hacer siempre lo que queríamos...sin embargo nunca era el que más nos enseñaba. En cambio, aquel que nos caía mal, que nos apuraba e insistía en el estudio diario, es aquel del que hoy nos acordamos ya que lo poco que sabemos es por él. Por ello diré que mi idea de buen profesor viene dado por el mañana y no por el hoy. El profesor a parte de instruir, educa, forma personas válidas para el mañana, de una sociedad cambiante, en la cual debemos estar listos siempre para el mañana. Por todo esto, la función del profesorado no es seguir una cadena productora de artículos con una misma etiqueta, sino que su objetivo será desarrollar cada uno de sus productos como si fuera único, esa es mi idea de buen profesor.
Éste debe ser un buen comunicador, debe saber transmitir, y no solo con palabras, sino también con sus gestos. Es ante todo un modelo para los alumnos y debe tenerlo en cuenta.
Debe saber llevar la clase y hacerla dinámica y atractiva para motivar a los alumnos, para que a ellos también les guste aprender.
En conclusión, el buen profesor debe ser alguien cercano a sus alumnos, que conozca los factores que le afectan, los gustos, y también alguien que con su dedicación, haga que los alumnos muestren más interés por el aprender para así desarrollarse totalmente.

En mi opinión, un buen profesor es aquella persona que disfruta compartiendo sus saberes con sus alumnos, quien tiene en cuenta las opiniones y los conocimientos que sus alumnos tienen, es decir, que además de enseñar, aprende de ellos.

A mi forma de ver, un buen profesor, puede describirse en dos ámbitos: el personal y el académico. Estos dos ámbitos no van separados uno del otro, sino que juegan en el mismo equipo.
En primer lugar, tenemos el ámbito personal, que con ello me refiero a estar interesado en sus preocupaciones, necesidades e intereses…y a partir de allí enseñar el conocimiento académico al alumno. Este conocimiento académico, no se basa en expresar ideas que se tiene sobre un tema, sino enseñarlas de tal manera que se busque el gusto por aprenderlas. Además, si se tiene en cuenta los conocimientos previos que el alumno tiene, este, se va a sentir parte activa del su proceso de aprendizaje.

12 comentarios:

Ico dijo...

Es que con tantos alumnos por clase, hasta 32 tengo en un curso, se olvida uno de las individualidades, de atender a las personas, de conocer las características de aprendizajes de cada uno.. y claro luego eso pasa factura.. se hace lo que se puede.. un saludo.

Susana P. Martínez dijo...

Buenos días, soy alumna de la Universidad de Murcia en el grado de Pedagogía, y en primer lugar me gustaría agradecerle al autor por escribir este artículo tan interesante y muy apropiado bajo mi punto de vista.

Creo que un buen docente debe tener muchísimas características, entre ellas todas las que resalta usted, haciendo hincapié en el aprendizaje significativo como usted muy bien ha dicho. Es cierto que si la enseñanza la basamos y unimos en los conocimientos que el alumno tiene, este conocimiento permanecerá en su memoria. Por el contrario si comenzamos a explicar términos y datos que el alumno no entiende, estos desaparecerán de sus conocimientos rápidamente.
También creo que es importante mencionar que una de las características fundamentales bajo mi punto de vista de un buen docente es que sea capaz de enseñar a sus alumnos ha aprender a aprender, ya que en la sociedad en la que nos movemos es necesario saber renovarse debido a la caducidad de los conocimientos y el gran avance de estos.

Rocío Ballesta dijo...

Hola!
Me ha parecido un articulo muy interesante y muy motivador, donde sus opiniones son realmente motivadoras.
Además, estoy totalmente de acuerdo con dichas opiniones, como puede ser las características, como conocer a los alumnos tanto intelectualmente como personalmente; el profesor a parte de instruir, educa, forma personas válidas para el mañana, de una sociedad cambiante, en la cual debemos estar listos siempre para el mañana.
Y sobretodo, destacar y resaltar la importancia de que un buen profesor es aquella persona que disfruta compartiendo sus saberes con sus alumnos, ser una persona cercana y que transmita confianza.
Un saludo

Anónimo dijo...

Un buen docente es fundamental para el desarrollo de buenos ciudadanos.
En resumen, me parece un artículo muy interesante y comparto la opinión del autor.

Anónimo dijo...

Me ha parecido un artículo muy interesante y comparto la opinión del autor.

Kerly Landin dijo...

El artículo me ha parecido muy interesante y estoy muy de acuerdo con esta actitud del profesor hacia a los alumnos, creo que los profesores deberían ver más allá de sus alumnos, ser personas en las que los alumnos puedan confiar y que los profesores les transmita esa confianza, tener entusiasmo y vocación por lo que hace. No solo impartir cosas teóricas, sino también ayudar a sus alumnos, ser personas empáticas, y que estén a disposición de sus alumnos, que se preocupe por sus lo que les pueda suceder y no solo por sus calificaciones, para mí esto es un buen profesor.

Cristina dijo...

A mi parecer el artículo ha sido muy interesante, comparto todas las cualidades que ha resaltado para ser un buen profesor, pero aunque se diga y se resalte dichas cualidades muchos docentes se olvidan de la parte humana y solo siguen la misma rutina de enseñanza que llevan años recitando a los diferentes alumnos que han pasado por sus clases. Por ello, los docentes deberían también seguir renovándose, estar al pie de la actualidad usando herramientas que les ayuden a hacer sus clases más didácticas y por tanto más interesantes. Sin olvidarnos también de lo que usted ha mencionado, preocuparse y tener en cuenta la situación de cada alumno, la parte que muchos docentes olvidan por tener muchos alumnos y por tanto opinan que es fácil de decir pero no de cumplir.

Beatriz dijo...

La lectura de este artículo hace reflexionar sobre las cualidades que ha de tener un profesor, ya que como se comenta aquel buen instructor es el que es capaz de transmitir a sus alumnos, no solo el conocimiento en sí, sino el entusiasmo de aprender, pero lo importante son los valores que le docente pone en uso a la hora de comunicarse.
Esto influye en gran medida, debido a que no es lo mismo transmitir una serie de conocimientos sin importar los condicionantes, como podría ser los gustos de los alumnos, a involucrarse en conocer al alumno, ver que le motiva, que le influencia, fomentar esa dedicación en aprender para poder desarrollarse plenamente como persona.

Belén Vidal dijo...

Buenas tardes, mi nombre es Belén y soy estudiante de pedagogía. Bajo mi punto de vista, este artículo es bastante interesante y estoy bastante de acuerdo en cómo se resalta esa actitud de profesor ante los alumnos. Pienso que el rol de profesor debería cambiar y mejorar con el tiempo, modificando su actitud ante alumnos para conseguir que estos además de tenerles un respeto necesario en las aulas, que también confíen lo suficiente en ellos para que si en alguna ocasión necesitan de su ayuda fuera del ámbito escolar estos les puedan ayudar. Un gran profesor para mi es ese que sabe las necesidades de cada alumno, lo que uno puede superar fácilmente o lo que le puede costar trabajo y esfuerzo hasta lograrlo gracias a su ayuda.

Belén Vidal dijo...

Buenas tardes, mi nombre es Belén y soy estudiante de pedagogía. Leer este artículo me ha parecido bastante interesante ya que comparto la mayoría de actitudes y cualidades que se nombran en él. Estoy muy de acuerdo con la actitud que nombra respecto al profesor para que este sea bueno en su labor como docente pero hay un problema hoy en día, y es que la mayoría de profesores se olvidan de la importante labor que tienen que hacer e incluyen a todos los alumnos en un mismo grupo cuando hay algunos que necesitan más atención que otros o también ocurre que cuando hay algún niño con necesidades especiales, muchos profesores en vez de poner remedio a ese problema directamente pasan de ellos y dan las clases al ritmo de los demás.

Cristina López dijo...

Mi nombre es Cristina, soy estudiante de grado en pedagogía. Tras leer este artículo he reflexionado acerca de que el profesor que realmente ejerce como tal no es el que "deja hacer de todo en clase", sino el que verdaderamente enseña. Es por esto que estoy a favor de la información que se da en el texto, porque un buen profesor es aquel que sabe cómo tratar a sus alumnos teniendo en cuenta sus intereses e inquietudes, además de enseñar a través de dinámicas que atraigan la atención de estos.

Enrique García dijo...

Muchas gracias a todos los que hacéis comentarios a esta entrada publicada hace tanto tiempo.