lunes, 12 de diciembre de 2011

Aprovechando los comentarios

 Falto de ideas, después del acueducto de la Constitución Inmaculada (perdón ya no está inmaculada, que PSOE y PP se pusieron rápidamente de acuerdo en eso del recorte del gasto de los pobres o sea, la inversión pública) .
Y después de esta disgresión de actualidad, he encontrado un comentario en una entrada de 2007, perteneciente a mi sabio amigo Dr. Monzón  a propósito de Interdisciplinariedad-3
Creo que la atomización de los contenidos, de la realidad, es interesada, nos “despedazan” para, como decía Tere, “vivir sin vivir en nosotros”.

Me he leído este año un libro muy interesante de José Luís Sampedro en el que he encontrado alguna cosilla:

“Vivimos en una sociedad que es muy rica en ciencia y muy pobre en sabiduría”. p.65

La educación no es sumatorio de materias o contenido. Él, Sampedro, cree que la educación es amor y provocación.

Cito textualmente: “Mi pedagogía siempre se reducía a dos palabras: amor y provocación. Hay que querer a las personas a quien se dirige uno y yo quería a mis alumnos. Y si me permiten, les digo con toda sinceridad que, ahora mismo, siento cariño por ustedes, les agradezco que estén aquí pendientes de mis palabras. Quiero corresponder a ese primer impulso afectivo con la provocación. Hay que provocar en el que escucha que piense por su cuenta. No hay que adoctrinar, hay que provocar.” p.24

Otra perla de este libro es la siguiente: “Una vela, un quinqué dan luz, iluminan, permiten ver; en cambio, unos focos deslumbrantes ciegan, dificultan la visión. Por eso mi propósito con estas lecciones ha sido iluminar y no deslumbrar, porque un profesor está para ayudar a ver, no para cegar a sus discípulos. Pero vivimos en una sociedad y en una época que trata de deslumbrar y no de iluminar.” p 258

SAMPEDRO, J. L. (2007). Escribir es vivir. Barcelona: DeBOLS!LLO.

El epílogo, escrito por su mujer Olga Lucas, es también buenísimo.

Salud!

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