martes, 4 de septiembre de 2012

La frustración


Estimada Consejera:
Creo que finalmente estoy en el lugar apropiado para hablar del edificio la Facultad de Educación a la que represento. Y aunque ya ha adelantado la respuesta , entenderá que deba hacer públicamente esta declaración.
Agradezco su presencia y sus palabras de preocupación por la infraestructura. Le animo a seguir insistiendo ante el Consejero de Hacienda de la necesidad de no tener que paralizar las obras del edificio de la F.E.
Agradecerle medidas legislativas que favorecen la calidad y el funcionamiento de los centros, también el que yo dirijo.
Llevo varios días con el semblante apagado porque los pocos atisbos de esperanza que tenía que un edificio, destinado a la formación inicial del profesorado se concluyese, cuya necesidad surgió en el siglo pasado, se han evaporado.
Cuando se comenzaron las obras en el año 2010, todo el personal de la Facultad: profesorado, personal de administración y servicios y estudiantes comenzaron a ilusionarse con las nuevas instalaciones donde no tener que desplazarse por varios edificios para acceder a los servicios comunes de reprografía, secretaría , biblioteca, los despachos del profesorado, etc. Para no tener un despacho compartido con otras 6  y hasta 10 personas; con tener unas aulas dignas porque estamos ubicados en instalaciones provisionales (Inter II), o de prestado por otras dependencias universitarias (colegio mayor, servicio de actividades deportivas, facultad de ciencias, …) Hasta en seis ubicaciones distintas está la Facultad.
Debemos hacer la prueba de evacuación con los niños y las niñas del Centro de Educación Infantil y Primaria  Recarte y Ornat, aunque VD. pensará que así se van entrenando para cuando sean maestros.
Claro que como somos de “buen conformar”, hacemos poco ruido y vamos sacando adelante las promociones de maestro, de profesorado de Secundaria y el máster de investigación y nuestro doctorado. Sí, aunque parezca imposible; también investigamos.
Pues bien, se va a parar la finalización del edificio porque no hay 5 millones de euros que son lo que se necesitan; pero que se convertirán en diez cuando se pueda reiniciar la obra. Porque la gestión de esta obra ha sido exquisita, de economía doméstica que cuida cuidadosamente el gasto y que si la empresa pujó por un precio muy ajustado, ha tenido que mantenerlo hasta ahora. Por eso, entendería que en la situación actual, 2012, no se empezará la construcción a pesar de la situación insostenible en la que nos encontramos (para el curso que viene un grupo deberá dar las clases en los jardines del campus); pero NO entiendo que no se puedan gastar cinco si ello va a suponer el ahorro de 5 millones. Vd. que ha sido Decana de esta Universidad sabe que se gestiona con rigor, que no somos unos manirrotos.
Sólo quería que conociera que el edificio de la Facultad de Educación no es un capricho o una mejora de este siglo, sino una necesidad detectada en el siglo pasado.
Y que cuente con nuestra ingenio y nuestra honestidad para sacar adelante los objetivos de la Universidad y del Departamento de la C:A:

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