sábado, 22 de diciembre de 2012

Feliz Navidad sin paga extra

Para seguir con la tradición, adjunto una nueva tarjeta postal de los creativos colegas de Didáctica de las Ciencias Experimentales.
Creo que todavía no han editado el libro con todas las tarjetas que llevan realizadas que ya deben superar las diez. Tarjetas de actualidad.

Y no nos ha tocado la loteria, así que no podremos ayudar a acabar el edificio de la Facultad de Educación.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Historia de escuela de postguerra


Yo titularía esta historia así: Como cambiar de nombre y apellidos sin pasar por el
Juzgado.
Una buena tarde de otoño, recuerdo en aquellos días que cuando las aulas se componía de
unos 40/50 alumnos nos encontramos en clase juntos dos cursos. Los pupitres de entonces
eran dobles con lo cual nos sentábamos dos alumnos en cada uno.
Lo cierto es que no puedo recordar de que asignatura se trataba, lo que si recuerdo es
que yo pertenecía a un 4º curso de entonces y mi compañero de pupitre también lo era,
aunque compartíamos clase con los de 5º curso.
El profesor llevaba como 15/20 minutos explicando sobre la asignatura correspondiente y
yo llevaba como los últimos 5 sin enterarme de lo que quería decirnos.
Por aquellos entonces según iba explicando el profesor hacía preguntas al azar a los
alumnos. Que mala suerte porque estaba bastante alejado de él y alguien ó yo mismo
comenté algo con el compañero de pupitre y me tocó a mi la pregunta.
Al estar como digo dos cursos juntos, el profesor no sabía mi nombre y digo mirando hacia
donde me encontraba: Usted: explíqueme sobre el ultimo apartado.
Realmente no sabía si era a mi , a mi compañero, o incluso a algún otro alumno próximo a
nuestro pupitre. Yo pregunté por que nadie se ponía en pié que si era a mí.
El bastante enfadado me dijo que sí.
Entre que como digo los últimos 5 minutos no estaba entendiendo nada y no sabía que
decirle, pensé que lo mejor era responderle sobre algo de lo que si había comprendido
durante los primeros minutos.
Resultado: Está usted sordo.
No hubiese dejado de ser un pequeño incidente si no hubiese sido porque a partir de aquel
día, cuando se dirigía a mí  yo no tenía ni nombres ni apellidos yo era el Sordo.
Pues muy bien: como no me parecía correcto a pesar de mi corta edad, (11/12 años) y
entonces no se podía protestar por nada, opte por hacerme  cuando me interesaba el Sordo.
No me sirvió de mucho, pues si en la mañana teníamos dos recreos me los pasaba
generalmente castigado ambos, uno corriendo alrededor del campo de futbol, y el otro
haciendo flexiones delante de alguno otro profesor.
Como digo pues no tuve ni nombre ni apellidos; fuí SORDO ( eso sí de conveniencia), según
el propio profesor me indico al finalizar el curso.
También diré como resumen que casi todo el colegio me conocía por éste apodo tan original
que se le ocurrió imponerme a un  profesor y a veces hasta me venía bien,  para ignorar a
quien no tenía ningún derecho a utilizarlo.

Bueno hermano tengo otra anécdota que recuerdo ahora que es la siguiente:
Como siempre me pasaba los recreos castigado, cuando subía a clase al finalizar los
mismos, pedía permiso al cura para ir al servicio, que se encontraba fuera del edificio
de las aulas, pero dentro del recinto del colegio.
Por entonces tendría unos 13 años aprox., pero cosa de críos, si podíamos nos íbamos a
buscar por las acequias fumaque, ( o así lo llamábamos) que eran raíces secas del regaliz
que lo empleábamos para hacer como que fumábamos, por que yo creo que lo único que hacía
aquello era sacar humo y nada más.
Pues uno de esos días que pedí permiso para ir a baño se ve que el profesor sospecho
algo, ( no se porque) y me mando sin que yo lo supiese un alumno espía.
Que casualidad aquel día me encendí una raíz de ése fumaque y el citado espía le dijo al
profesor que yo estaba fumando.
Resultado de dicha acción: me va a traer para mañana escrito la siguiente frase 1.000
veces: EL FUMAR A MI EDAD ES PERJUDICIAL. NO LO HARÉ MAS.
Imagínate como poder hacer aquello en época en la que una cuartilla era cosa de ricos y
un lápiz ó bolígrafo ni te cuento.
Recopile todo tipo de papeles que pude y hasta incluso utilicé los envoltorios de los
cigarrillos de ideales que entonces fumaba nuestro padre para poderlo hacer.
A la mañana todo ufano pues en casa no se había enterado nadie entrego todos mis trozos
de papel con aquello escrito, (te garantizo que fué toda una hazaña) pero ocurrió lo que
menos me esperaba.
El profesor hace como que lo cuenta y me dice: ¿quien le ha dicho a usted que esto valía
escribirlo a lápiz?. Lo quiero para mañana de nuevo pero hecho con tinta  (es decir a
bolígrafo).
No se ni recuerdo como me las ingenié pero logré presentárselo de nuevo al día siguiente.
Me pregunto: ¿están las 1.000 veces? le dije que sí, y ya no hubo más comentarios.
Yo pensaba que ya estaba todo olvidado pero le faltaba el remate.
Cuando al finalizar el mes ( antes se enviaban siempre las notas mensuales en una
cartilla) me veo que en las observaciones a la altura donde debían firmar nuestros padres
como enterados, aparecía la siguiente nota: Deseo saber si ustedes han autorizado a su
hijo para poder fumar.
Ahorro decirte las historias que me invente para que nuestro padre no me multiplicara el
castigo (que si eran cigarros de manzanilla ect. ect.)
Al final nuestro padre firmo las notas diciendo que no me habían autorizado, y eso ya
dejo satisfecho al profesor tan preocupado por mi salud pulmonar.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Universidades "¿pa qué?"

Ya sufría que el gobierno regional de Aragón no tenía mucho interés por la universidad pública que posee con sólo 450 años de historia (casi medio milenio) pero hoy mismo he contemplado que este desprecio por la Universidad, por el futuro no sólo es un mal aragonés.

En Aragón nos golpean el Partido Popular y el Partido Aragonés.
En Canarias, en cambio, les dejan tirados Coalición Canaria y Partido Socialista.
Por si alguno había pensado que era una cuestión de ubicación en el espectro político.

Pero no había terminado de digerir esta noticia, cuando leo que el Gobierno del Ayuntamiento de A Coruña, que no se de qué color es, aunque lo supongo por el titular de la noticia:
"A Coruña decide cobrar el IBI a su universidad y exime a la Iglesia"

Pues nada! Muchas gracias, por el decidido apoyo a la Investigación, el Desarrollo y la Innovación!  Y disculpen si la próxima vez que oiga hablar a un político de la importancia de estas tres palabras mágicas, haga una pedorreta o me tiré de risa por los suelos, según mi estado de ánimo.


martes, 18 de diciembre de 2012

Defensora universitaria


Carta a los claustrales de la candidata
a Defensora Universitaria
Zaragoza, 14 de diciembre de 2012
Estimado/a claustral, me dirijo a ti, para comunicarte que he presentado mi
candidatura a Defensora Universitaria y compartir contigo mi visión sobre la
labor a realizar desde este cargo.
Mi nombre es María José Rabanaque Hernández, y soy Profesora Titular de
Universidad en el Área de Medicina Preventiva y Salud Pública.
Quiero manifestar que me presento como candidata a Defensora Universitaria
con el ánimo de seguir sirviendo a la universidad, como he venido haciendo en
los más de 20 años que llevo formando parte de esta Institución.
La LOU establece que las Universidades han de contar en su estructura con la
figura del Defensor/a Universitario. Le encomienda una loable tarea: velar por
el respeto a los derechos y las libertades de los profesores, estudiantes y
personal de administración y servicios, ante las actuaciones de los diferentes
órganos y servicios universitarios. No se olvida de señalar que ha de proceder
guiado siempre por el propósito de mejora de la calidad universitaria en todos
sus ámbitos. Y proclama dos principios de actuación que han de regir en todo
caso su labor: el de independencia y el de autonomía.
Creo que la labor del Defensor/a, como garante de los derechos y libertades de
los miembros de la comunidad universitaria, podría sintetizarse en dos ideas
valiosas y de gran tradición dentro de la comunidad universitaria: libertad y
calidad. Estos valores, importantes siempre, deben, sin embargo, ser objeto de
particular cuidado en el difícil contexto social y económico en el que ahora
estamos inmersos.
Combinar la mejora de la eficacia y la calidad con la escasez creciente de
recursos es un ejercicio difícil que añadirá complejidad al funcionamiento
interno, y podría alimentar las tensiones entre los diferentes miembros que
formamos la comunidad universitaria. En esta situación necesitaremos, más
que nunca, de capacidad para alcanzar acuerdos y unidad para lograr objetivos
y rendir cuentas ante la sociedad de nuestro buen funcionamiento.

El respeto a los derechos y libertades ha sido siempre una seña de identidad
de la institución universitaria. No obstante, la legislación vigente considera
necesaria la existencia de una figura que tenga capacidad de supervisar y
controlar el cumplimento de estas obligaciones esenciales.
La Universidad, probablemente más que ninguna otra institución, se alimenta
de la participación y de la iniciativa de las personas que la forman. Su
capacidad para cuestionar, innovar y contribuir al progreso social depende del
mantenimiento de un espíritu universitario crítico, riguroso y creativo al mismo
tiempo. Mantener un ambiente cordial, de colaboración y de enriquecimiento
mutuo, en el que existan oportunidades para el desarrollo personal y
profesional, es clave para el fortalecimiento de la institución. No podemos
olvidar que el diálogo y la tolerancia son herramientas fundamentales que
debemos aplicar en los diferentes ámbitos de trabajo, con el objeto de alcanzar
los fines propios de la universidad. El Defensor/a debe velar por este clima de
entendimiento y proteger y amparar a todos los miembros de la Comunidad
Universitaria, estudiantes, personal de administración y servicios y personal
docente e investigador.
Considero que las tareas que he desempeñado, en diferentes ámbitos de la
docencia, la investigación y la gestión, me han aportado una amplia visión de la
Institución que me permitirá, en su caso, desarrollar la labor de Defensora
Universitaria de forma adecuada. La experiencia de haber iniciado mi carrera
investigadora como becaria predoctoral, haber impartido docencia en tres
centros de esta universidad, y haber sido miembro de la Junta de Gobierno y
del Consejo Social, entre otras actividades, me ha servido para identificar
problemáticas y opiniones diversas que pueden tener los estudiantes, el
personal de administración y servicios y el personal docente e investigador.
Mi experiencia, junto a mi ilusión, capacidad de esfuerzo y compromiso con la
universidad, son los avales para presentarme a Defensora Universitaria.
Finalmente, quedando a tu disposición, solicito tu apoyo a mi candidatura en la
sesión del Claustro del día 18 de diciembre.
Un cordial saludo