martes, 21 de mayo de 2013

Imponer no beneficia


Este artículo fue solicitado por Heraldo de Aragón, con la finalidad de poner en contraste con uno a favor. La limitación eran 1600 caracteres con espacios e hice el ejercicio de respetarlo. Me quede en 1533. Y lo publicaron con un título que me gusta y junto a las declaraciones en contra de los presidentes vasco y catalán. ¿No encontrarían articulista a favor?

“La educación es el motor que promueve la competitividad de la economía”…comenzaba el  primer borrador de la LOMCE reflejando claramente las intenciones de esta Ley.
En el binomio, excelencia o inclusión, la LOMCE se decanta por la excelencia. Parece que tanto repetir que “el sistema no da resultados excelentes”, la afirmación se ha convertido en realidad. ¿Por qué nuestros investigadores, enfermeras, ingenieros, licenciados de todo tipo son frecuentemente contratados en el extranjero?
La pedagogía señala las ventajas de la atención a la diversidad, de los diferentes ritmos de aprendizaje, de la necesidad de incluir a todos aquellos que no van en el vagón de cabeza. Hay muchos que precisan una discriminación positiva: los que tienen algún hándicap, los que tienen dificultades de aprendizaje, los que habitan en zonas rurales
Pero la LOMCE apuesta por la excelencia y no por la justicia social, relegando a los diversos, a los débiles  a caminos secundarios o a vías muertas. . Ejemplo de la obsesión por la excelencia es el número de veces que aparece en el borrador la palabra evaluación (133)  la palabra aprendizaje (52). La LOMCE conduce al menoscabo de un sistema educativo comprensivo,  a la promoción de un modelo educativo segregador y excluyente, y al empobrecimiento de la calidad democrática en la gestión de los centros educativos
Una ley educativa sin consenso, sin acuerdo no sirve. Imponer el modelo educativo, económico e ideológico no beneficia a un país, a la sociedad en su conjunto.

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