jueves, 29 de mayo de 2014

Estilos de aprendizaje.


Traducido de la Dott.ssa Patrizia Provasi, "Studiando bene, si impara meglio":

Estilo visual –verbal
Prefiere ver aquello que hay que aprender y se basa especialmente sobre el lenguaje verbal. Encuentras útil, por ejemplo:
-          Leer las instrucciones antes que escucharlas.
-          Tomar nota de lo que se dice en clase
-          Ver escritas las cuestiones en la pizarra
-          Estudiar en los libros antes que escuchar una clase.
Estrategias:
-          Toma notas en clase y míralos en casa. Recopiar y reordenarlos te puede ayudar a recordar mejor.
-          Antes de estudiar un capítulo de un libro, lee atentamente los títulos, subtítulos, la leyenda de las imágenes y las figuras.
-          Resume por escrito lo que has leído o escuchado.
-          Toma nota de las instrucciones para los deberes y las clases.
-          Estudia y lee silenciosamente
-          Subraya, simboliza o abrevia las ideas más importantes de un texto. Resúmelas con palabras tuyas.
-          Acompaña gráficos y diagramas con explicaciones escritas.
-          En general, enumera por escrito aquello que quieras recordar.
-          Pide al profesorado que las instrucciones y las explicaciones por escrito.
-          Mira a la cara a la persona que habla, puede ayudarte a concentrarte
-          En clase, procura sentarte en un sitio cerca del profesor y de la pizarra.
Estilo visual – NO verbal
Prefiere ver aquello que hay que aprender PERO  se basa especialmente sobre el lenguaje NO verbal (dibujos, fotografías, símbolos, gráficos, diagramas, etc.) . Encuentras útil, por ejemplo:
-          Ojear un libro o una revista, mirando las figuras.
-          Aprender a hacer algo observando cómo se hace, más que leyendo o escuchando las explicaciones.
-          Ver una película sobre un tema más que escuchar una clase o un debate.
-          Básate en la memoria visual para recordar lugares, personas, hechos o circunstancias.
Estrategias:
-          Dibuja figuras, gráficos, diagramas para recordar los términos, conceptos y para resumir aquello que has leído o escuchado.
-          Usa rotuladores de color en tus apuntes.
-          Antes de leer un capítulo de un libro, mira atentamente las figuras, fotografías, gráficos, etc.
-          Crea imágenes mentales de lo que estás leyendo o escuchando, de modo que te sirva para recordar mejor las informaciones verbales que recibes.
-          Usa símbolos y abreviaturas.
-          Pide al profesorado ejemplos concretos de los conceptos más difíciles y modelo de cómo debe desarrollarse una tarea.
-          Mira a la cara a la persona que habla, puede ayudarte a concentrarte.
Estilo auditivo
Prefiere oír aquello que hay que aprender. Encuentras útil, por ejemplo:
-          Escuchar una clase más que estudiar en el libro.
-          Leer en voz alta
-          Repetir mentalmente
-          Participar en los debates de clase
-          Trabajar con un compañero o en grupo.
-          Escuchar una demostración de cómo hacer algo antes que leer instrucciones escritas.
Estrategias:
-          Antes de leer un capítulo, mira los títulos y los subtítulos y di en voz alta de qué tratará el capítulo.
-          Recita a alguien lo que has estudiado, dile que te haga preguntas.
-          Lee y resume las ideas principales en voz alta, si no es posible, trata de oír las palabras en tu mente mientras lees.
-          Di en voz alta la solución de un problema antes de escribirla.
-          Graba en una cinta las lecciones y tus apuntes, escúchalos.
-          Pídele al profesor explicaciones o instrucciones orales.
-          Trabaja con un compañero.
Estilo Cenestésico
Prefiere desarrollar actividades concretas. Encuentras útil, por ejemplo:
-          Tener experiencia directa de un problema.
-          Desarrollar trabajos sin leer o escuchar instrucciones.
-          Poder moverse mientras estudias.
-          Gesticular en las conversaciones
-          Trabajar con un compañero o en grupo.
-          Tener experiencias activas dentro y fuera de la escuela, tales como investigaciones, entrevistas, experiencias de laboratorio.
Estrategias:
-          Toma apuntes mientras escuchas una clase o estudias un texto: escribir te puede ayudar a concentrarte.
-          Antes de estudiar un capítulo de un libro, mira los dibujos, lee las introducciones y los resúmenes, pon atención a los títulos y las palabras en negrita o cursiva.
-          Acompaña tus apuntes con dibujos y diagramas.
-          Resalta las ideas principales de un texto, después haces un resumen con palabras tuyas en un folio aparte.
-          Programa tu estudio de forma que alternes periodos de trabajo con pausas.
-          Divide una tarea larga en partes más pequeñas y varia la actividad para no estar haciendo mucho rato lo mismo.
-          Cuando estudies, busca la posición y los movimientos que te ayudan a concentrarte. Combina momentos de estar sentados con otros en los que camines.
-          En la escuela, intenta hacer algún movimiento (simplemente las manos), sin molestar a los demás, obviamente.
-          Trabaja con un compañero.


Estilo Analítico
Prefiere considerar un problema descomponiéndolo en sus partes y tomando cada parte una a una. Encuentras útil, por ejemplo:
-          Razonar lógicamente, basándose en hechos precisos.
-          Apuntar sobre la diferencia entre las cosas.
-          Proceder en el trabajo de modo lineal, step by step.
-          Desarrollar las tareas de forma sistemática.
-          Programar anticipadamente aquello que hay que hacer.
-          Usar bien el tiempo que se dispone,  tanto para el estudio como para otras actividades.
-          No distraerse con otros estímulos mientras estudia
-          Tener y respetar los cánones en los que desarrollar determinadas tareas.
Estrategias:
Trata de aprovechar tus puntos de fuerza, que son los señalados arriba, pero busca de utilizar las ventajas que te ofrecen un estilo más global, y por tanto:
-          Considera un problema en su complejidad.
-          Sintetiza en una visión de conjunto los aspectos particulares y los detalles de un tema.
-          No descuidar tus percepciones y tus intuiciones.
-          Trata de explicar y comunicar aquello que sabes aunque no tengas todas las informaciones.
-          Confróntate con tus compañeros y el enseñante.
Estilo Sintético
Prefiere considerar un problema valorando su complejidad. Encuentras útil, por ejemplo:
-          Habitualmente, sintetizas lo que estás estudiando.
-          Enfatizas las semejanzas entre las cosas.
-          Tomar decisiones de forma intuitiva, basándote en las percepciones.
-          Desarrollar varias tareas al mismo tiempo.
-          Decides que hacer según se avanza en la t.rea, más que planificar de forma anticipada.
-          No se programa rígidamente el tiempo de estudio o de cualquier otra actividad.
Estrategias:
Trata de aprovechar tus puntos de fuerza, que son los señalados arriba, pero busca de utilizar las ventajas que te ofrecen un estilo más analítico, y por tanto:
-          Trata de organizar tu tiempo, considera las fechas límite y decidiendo el orden en el que desarrollar las tareas.
-          Concéntrate sobre una tarea concreta, evitando la dispersión de varias tareas.
-          Más allá de una visión de conjunto del tema, analiza las informaciones que posees e integra una visión de conjunto con todos los detalles necesarios.
-          Esfuérzate en tomar decisiones no sólo en base a la intuición, sino considerando cuidadosamente los hechos y la lógica.
-          Lee atentamente las instrucciones de una tarea y trata de entender bien como hay que proceder antes de comenzar el trabajo.
-          Confróntate con tus compañeros y el enseñante.


Estilo Individual
Prefiere trabajar o estudiar solo más que en compañía o en grupo. Aprende más estudiando un libro, en casa que no trabajando con otros o en la escuela.
Estrategias:
-          Ten presente que confrontar con el profesorado o con los compañeros puede ser muy útil: no elimina nada a tu estilo personal de trabajo y, en cambio, te da la posibilidad de conocer otras opiniones, otros modos de pensar y de hacer.
-          Trata de aprovechar mejor el tiempo de trabajo en clase, además de en casa, por ejemplo comenzando a escuchar con atención aquello que los otros dicen y confrontando aquello que tú sabes o piensas.
Estilo grupal:
Prefiere trabajar en clase mejor que en casa, en pareja o en grupo más que sólo, discutiendo con los otros más que por sí sólo ante un libro.


miércoles, 28 de mayo de 2014

Aula en disposición autobús

Me comentaba un amigo que su hijo cuando llego al "cole" de Primaria, después de haber pasado por Educación Infantil, comentó el primer día de clase:
"No sé cómo quieren que aprendamos si estamos todos mirando a la pizarra".

De esta taxativa frase han pasado más de veinte (20) años y todo sigue igual o parecido. Las clases en disposición autobús, todos en la dirección de la marcha, establecida por la pizarra ahora digital y - dicen - interactiva.

Lo habitual al entrar en un aula es encontrarse las mesas dispuestas ordenadamente en filas. Hay una mesa diferente y más grande que es la del profesor y, en ocasiones, todavía queda la tarima porque son aulas para enseñar y empiezo a dudar si sirven para aprender.

Porque hablamos del aprendizaje cooperativo, pero nos gusta que las clases estén en silencio. Hablamos de la necesidad de investigar, pero los estudiantes deben pedir permiso para moverse.

Cuando Pernille Nygaard-Madsen estuvo con nosotros en un congreso de Escuela 2.0 para presentar la innovación de su país, comentaba como su aula era abierta, solo limitada por unas mamparas, y los niños entraban y salían según su inquietud e interés. Las maestras y los maestros nacionales se sorprendían de esa libertad que en nuestro sistema educativo no existe más preocupado por el control que por el aprendizaje.

Leía en El economista, una columna titulada: " Aprender más allá de las aulas: el espacio educativo" donde partiendo de los datos ofrecidos por el último informe PISA, se concluía que los estudiantes españoles no poseían habilidades prácticas al centrarse excesivamente en la reproducción de conocimientos. 


"Al plantearnos cuáles son los espacios más fructíferos para el aprendizaje dentro de los centros educativos es habitual que pensemos, en primer lugar, en las aulas, y después, en la biblioteca. Si hacemos un sondeo, pocos o ninguno reparará en las cafeterías, zonas de paso, pasillos o vestíbulos. Sin embargo, resulta demasiado frecuente encontrar a alumnos repasando o intercambiando apuntes, haciendo trabajos en grupo o departiendo con compañeros o profesores sobre la última lección. Estas zonas son fundamentales para el entorno global de un centro porque permiten al estudiante aprender de forma autodidacta, ya que es donde los estudiantes realizan sus verdaderos descubrimientos y donde aprenden a pensar, a razonar y a investigar, factores clave que señala el informe PISA".


Si ayer señalaba la necesidad de romper los horarios cuadriculados, hoy reclamo la necesidad de romper la estanqueidad de los espacios.

martes, 27 de mayo de 2014

La pelea de los horarios

La LOMCE ha llegado con una nueva organización horaria en la que unos salen perjudicados en beneficio de otros. Unos y otros son profesores, academia, corrientes epistemológicas diversas, las materias instrumentales frente a las de contenidos disciplinares, las literarias frente a las científicas, las expresivas frente a los contenidos de toda la vida, materias fundamentales y materias "maría".  Todo puro maniqueísmo. Mientras tanto los estudiantes son estirados hacía uno y otro extremo con peligro de desmembrarles en un mundo ya bastante complejo como para añadirle un poco más de confusión y de trabajo descoordinado.

Mi propuesta en esta pelea pasa por la interdisciplinariedad, por el trabajo por proyectos, por el trabajo basado en problemas. Los proyectos, los problemas son interdisciplinares: hay que manejar el lenguaje, las matemáticas, los contenidos científicos, la capacidad expresivas tanto gráficas como físicas, etc.etc.

¿Por qué no se puede aprender matemáticas mientras se hace educación física en el patio? ¡Ah! No está así fijado en el horario.

Hablamos de competencias y decimos que no se pueden adscribir a una asignatura, pero luego la asignamos.
Somos tan simples que la complejidad del siglo XXI nos da miedo. Por eso, nos refugiamos en el libro de texto, en el currículum oficial, en el horario.

Mañana - si queridos seguidores, he decidido volver al post diario - hablaremos de la pelea de los espacios y del aula - autobús.

domingo, 25 de mayo de 2014

Valorando trabajos

Algunos de mis colegas, expertos en evaluación, están aficionándose a hacer rubricas para todo aquello que no sea un examen escrito. A mi me parece una complejidad que no elimina el subjetivismo.

En su lugar, yo creo que me resultan más amistosos el establecimiento de unos criterios que pueden ser discutidos y aplicados en grupo. Con motivo de la valoración de unos trabajos para un concurso, se me propusieron los siguientes criterios:

  • Creatividad: Originalidad en el tema y/o en el modo de plasmarlo.
  • Calidad técnica: Cuidado puesto por los alumnos en la grabación y en los detalles, calidad de la imagen y del sonido, cuidado en las transiciones entre escenas, etc.
  • Mensaje: Valoración del mensaje final del vídeo, su claridad, sus posibilidades de proyección en su entorno, etc.
  • Accesibilidad: Valorara las distintas medidas adoptadas para hacer lo más accesible su trabajo (subtítulos, audiodescripciones, cartelas, etc.) a todo tipo de personas.