jueves, 28 de enero de 2016

Multiculturalismo, Intercultura y Mestizaje


En el año 1993 organicé unas jornadas de Multiculturalidad y Educación de Personas Adultas, en las que Ramón Flecha distinguía entre etnocentrismo, relativismo y mestizaje.
De las actas traeré este relato donde se refleja claramente el miedo al otro, al desconocido, a la nueva situación, a la nueva relación.
Hans Magnus Enzensberger en “La Gran Migración” escribe:
“Dos pasajeros en un compartimento de tren. Nada sabemos de sus antecedentes, de su procedencia ni de su destino. Se han instalado cómodamente, han acaparado mesitas, colgadores y portaequipajes, han esparcido periódicos, abrigos y bolsos en los asientos vacíos. Poco después se abre la puerta y aparecen dos nuevos pasajeros. Los dos primeros no les dan la bienvenida. Dan claras muestras de disgusto antes de decidirse a recoger sus cosas, a compartir el espacio del portaequipajes, y a recluirse en sus asientos. Aún sin conocerse en absoluto, los dos pasajeros iniciales demuestran una sorprendente solidaridad mutua. Actúan como grupo establecido frente a los recién llegados, que están invadiendo su territorio. A cualquier nuevo pasajero lo consideran un intruso. Su actitud es la de aborígenes que reivindican la totalidad del espacio disponible. Una concepción que escapa a toda explicación racional. Y que, sin embargo, está hondamente arraigada”.
En la actualidad son muchas las voces que indican que todos somos raros, todos somos diferentes y que la diferencia enriquece y es necesaria para avanzar. También, el éptimo principio del aprendizaje dialógico afirmar que la diversidad no desigual es enriquecedora.
La Universidad de Harvard o el MIT favorecen la heterogeneidad racial porque saben que de la diversidad se obtienen mejores resultados, frente a ello en nuestro país optamos por las medidas segregadoras como son los programas especiales o los grupos especiales.
“Una clase racialmente diversa mejora el proceso educativo exponiendo a los estudiantes, tanto en la clase como en las interacciones informales a una gran variedad de experiencias y de puntos de vista (…)Nuestras instituciones tienen un papel distintivo en la formación de la próxima generación de líderes, y con la composición de clases con gran diversidad ayudamos a asegurar que nuestros estudiantes están bien preparados para una sociedad cada vez más multicultural; y también, que nuestras políticas de admisión responden a las necesidades de la sociedad asegurando que la próxima generación de líderes han surgido de un grupo diverso y competente.”
Ni igualdad homogeneizadora ni diversidad desigual. Ni etnocentrismo, ni relativismo, la respuesta está en el mestizaje.
Multiculturalidad y Diversidad son dos conceptos próximos porque los dos se refieren al tratamiento con personas con necesidades especiales, con personas distintas, alejadas de la normalización a la que nos somete el sistema social: a los que perciben diferente, a los que piensan diferente, a los que han nacido diferente, a los que viven diferente, etc.
Finalizo con un remedo de una obra literaria donde explico las diferencias que me encontré en un Centro Público de Educación de Personas Adultas
A modo de "Sin noticias de Gurb" de Eduardo Mendoza.
Año 2008, “año de la Expo”, un día cualquiera del mes de marzo, en el Centro Público de Educación de Personas Adultas de un pueblo aragonés:
9:30 Llega Fátima, ha dejado a sus niños en el colegio, y ha convencido a su marido para que la deje ir a la escuela. Viene a aprender español. Hace poco que llegó a España y si no fuera por las clases que recibe en la “escuela” sólo oiría árabe.
10:00 Lorenza vino con su marido que vino a trabajar con el boom inmobiliario. Quiere trabajar como enfermera y se ha apuntado a un curso del INEM.
10:00 Letizia vino con su marido a trabajar a una fábrica de pasta. La lengua no es problema para ella, pero quiere aprovechar el tiempo. Los niños van a la escuela y ella también. Ha hecho 3 cursos Mentor en 2 meses. Aunque no sea de la Lombardía, quiere sacar la máxima rentabilidad a su matrícula.
10:00 Jesús tuvo un accidente laboral y quedó parapléjico. Con el tiempo ha ido recuperando parte de sus capacidades. Él lo agradece al Centro de Adultos: le apoya, le sirve y viene a hacer lo que toque: cuentas, crucigramas, dictado, o “investigaciones” sobre el territorio.
10:30 Llegan Néstor, Malena, Jessica, David son algunos de los “objetores de secundaria”. Llegaron los 17 años y no conseguían superar las malditas “matemáticas”, o “lenguaje”, o “inglés”, o “ciencias naturales” de la E.S.O. o todas simultáneamente. “Los profesores les tenían manía”. “Aquello parecía un cuartel, era peor que estar en casa”. Pero en casa tampoco pueden estar, sus padres, especialmente sus madres, ven que necesitan el título de la E.S.O. para andar por la vida. La madre de Malena obtuvo el título yendo a las clases de adultos y ahora piensa que su hija puede hacerlo del mismo modo.
11:00 Irene es una maestra que nunca ejerció. ¡Así es la vida! Ahora los hijos son grandes y ya no la necesitan. Por eso, ha vuelto a la “escuela” a recordar lo que aprendió y a aprender lo que no se sabía entonces.
11:00 Pepa nunca estudió. Su escolaridad está asociada al CPEPA. Primero, asistió a alfabetización, de eso hace unos 25 años. Aprendió a leer rápidamente porque ponía mucho interés. Luego vinieron las enseñanzas iniciales. Más tarde, los profesores la animaron para que se pusiera a estudiar Graduado Escolar. Cuando acabó, siguió con los programas de extensión cultural. Y llegó la LOGSE, que estableció la titulación mínima un poco más “arriba”, pero como estaba entrenada, en poco más de dos años se saco el GESO (Graduado de Educación Secundaria Obligatoria). Ahora, a sus setenta y tantos años, asiste a los cursos de Memoria (“la edad no perdona”) y participa en el taller de literatura. Siempre que puede se presenta a concursos literarios. Los de “Evaluacepa” le van a publicar un texto que hizo para narrar sobre “Mi pueblo, mi Centro de Adultos, mi aula y mis profesores”.
11:00 Pilar viene por la mañana a las clases de Memoria, pero aprovecha para hacer lo que más le gusta: utilizar el ordenador. Navega por Internet como una “nativa digital” pero desea aprender sobre programas de comunicación, videoconferencias y ese software para ponerse en contacto con sus nietos que tiene repartidos por medio mundo.
15:00 Llega Pedro. Está jubilado pero le gusta viajar, conocer tierras y gentes nuevas. Por eso, es consciente que necesita saber inglés para moverse por el extranjero y para poderse comunicar con personas de esas tierras lejanas o con las personas que acuden a su pueblo buscando un poco de paz y tranquilidad.
18:00 Whahae llegó a España en una patera y no sabe explicar bien cómo llego a este pueblo de Aragón. Después del trabajo acude a aprender español e inglés. Sabe que para encontrar trabajo se necesita dominar idiomas. Así que cuando no tiene trabajo acude a las clases
19:00 Andrés tiene trabajo, pero, como dicen los anuncios de la radio, su jefe le pregunta si tiene un título para ascenderle de categoría y poder cobrar más. El miró en las academias privadas pero pedían un dinero que él no se podía permitir, así que en el Centro de Adultos encontró los cursos que le interesaban a un precio razonable.
19:00 Rosa también tiene trabajo pero le piden que sepa usar el ordenador. Hoy todos lo saben y ella es una “inmigrante digital”. Así que se armó de valor (tenía vergüenza, miedo, “el qué dirán cuando me vean ir a la escuela”) y se presentó a la directora del CPEPA que le acogió y le informó lo que era mejor para sus intereses y compatible con sus capacidades y conocimientos. Está pensando en apuntarse a alguna actividad más.
P.E. Mientras escribo este teto, conozco la petición de firmas para que la mezquita de Córdoba siga siendo mezquita y catedral. Como estudiante en la Universidad Laboral de Córdoba, no puedo pasar por alto esta noticia y solicitaros vuestra reflexión.
Igual, que el mozárabe es mestizaje de culturas porque debemos no seguir siendo tolerantes. Las religiones son fundamentalistas. Me asustan aquellas personas que están tan seguras de su verdad. Yo que pongo en duda mis pensamientos, mis sentimientos, me asusta tanta asertividad.

miércoles, 27 de enero de 2016

Filosofía práctica

A partir de una entrevista a Anthony Grayling de la Universidad de Sussex y fundador del NEW COLLEGE OF HUMANITIES, recojo algunas consideraciones que encuentro interesantes:

Comienza con Sócrates que pregunta a sus discípulos : "¿Qué clase de persona debemos ser? ¿Qué case de sociedad debemos construir?".

"Debemos recordar que la gente no es sólo sus trabajos. Los estudiantes de ingeniería no son sólo ingenieros, sino vecinos, familiares, amigos, parejas..."




"Necesitamos una sociedad donde la gente sepa de Historia, de libros, donde sea capaz de discutir cuestiones políticas...Sería una sociedad muy ruidosa, pero ese ruido es una señal de salud".

"... la igualdad es injusta"

"Queremos excelencia, pero lo que no queremos es que sea exclusiva (...) La excelencia no es el enemigo de la justicia, quizá el enemigo sea que la igualdad no es siempre justa".




martes, 26 de enero de 2016

E-Learning por Manuel Area

E-LEARNING O LA URGENCIA DE CAMBIAR LA ORGANIZACIÓN DEL TIEMPO DOCENTE EN LAS UNIVERSIDADES

El e-learning ya es una realidad en la gran mayoría de las universidades españolas y latinoamericanas. Muchas universidades han creado campus virtuales y las autoridades académicas estimulan  su utilización en la docencia mediante la convocatoria de proyectos de innovación educativa, celebración de congresos, jornadas y seminarios, reconociendo en las evaluaciones docentes méritos vinculados con el e-learning, ofreciendo cursos de formación, etc. Pero desde mi punto de vista, todavía estamos muy lejos de que el e-learning, y sus implicaciones pedagógicas, realmente transforme el modelo educativo de nuestras universidades. ¿Por qué afirmo esto?
Una de las características más destacables del e-learning es que la comunicación o interacción social entre el docente y el alumnado no está sometido a la rigidez del encuentro físico que se produce a una determinada hora y en un mismo lugar. El e-learning posibilita un modelo de flexibilidad en la interacción comunicativa de los estudiantes entre sí, y entre éstos y el docente caracterizado por romper las limitaciones del tiempo y el espacio. De este modo, los entornos virtuales posibilitan procesos comunicativos 24 horas al día, 7 días a la semana sea en tiempo real o diferido.
Lo interesante de los mismos es que a través de espacios digitales bien formales, como son los LMS tipo Moodle, bien en entornos informales, como son las redes sociales (Facebook, Twitter, Ning, Elgg,…) pueden desarrollarse interacciones sociales que permiten trabajar colaborativamente en algún proyecto común a los estudiantes bajo la tutela del docente. De este modo, “el tiempo académico” desaparece como un tiempo acotado y separado de la vida cotidiana, o encerrado en un horario escolar. El tiempo se desvanece porque desde cualquier lugar y en cualquier momento, los alumnos pueden colaborar entre sí, intercambiar información, realizar comentarios sobre una aportación de otro compañero, expresar una opinión, enviar y compartir un recurso, etc. Las TIC (ordenador personal, teléfono móvil, tableta,…), en consecuencia, incrementan las oportunidades para el trabajo colaborativo difuminándose el tiempo como una variable limitante ya que esta comunicación puede ser sincrónica o asíncrona.
Una consecuencia o efecto de todo ello, es que el e-learning, en mayor o menor medida, empieza a cuestionar el modelo organizativo del horario académico universitario que tiene una tradición de varios siglos. Por ello, en la actualidad, la aplicación del e-learning en las instituciones universitarias tradicionales está generando, con relación a la variable tiempo académico, situaciones conflictivas y contradictorias cargadas de tensión ya que los viejos modelos organizativos siguen perviviendo con fuerza, a pesar de que estén emergiendo nuevas tendencias y necesidades de organización docente de naturaleza virtual.
Veamos esta contradicción. Por una parte, los gobiernos universitarios de las denominadas universidades presenciales promueven la creación y uso de campus virtuales, favorecen proyectos de innovación docente basados en TIC, ofertan formación de sus grados y postgrados on line, desarrollan jornadas, congresos y seminarios sobre eLearning,… Pero por otra, las Facultades y Escuelas universitarias siguen, en la mayoría de los casos, manteniendo el horario tradicional y decimonónico de las clases presenciales. En muchas universidades españolas todavía el profesorado y el alumnado tiene que cumplir su “horario presencial” (es decir, asistir y estar presente en el aula física en el horario asignado a su asignatura y en el despacho en el horario de tutorías). Y, además, se les pide a estos profesores que deben crear espacios virtuales para su alumnado (normalmente en plataformas de e-learning tipo MOODLE o similares), desarrollar contenidos o materiales de estudio digitales –en formato PDF, presentación multimedia, animación, mapa conceptual, o videoclip-, proponer actividades on line para ser cumplimentadas por sus estudiantes, desarrollar procesos de tutorización individualizada y en pequeño grupo, realizar evaluación continuada, etc.
En conclusión, las TIC favorecen la interacción comunicativa y, en consecuencia, el trabajo colaborativo entre estudiantes a cualquier hora y desde cualquier lugar. El problema
es que, en la actualidad, la incorporación del eLearning al contexto presencial universitario se plantea –en muchos centros- como un mero añadido o anexo a las prácticas tradicionales de organización del horario académico, sin que represente una alteración o innovación sustantiva del mismo. Ello está provocando que una proporción relevante del profesorado y del alumnado universitario español perciba el eLearning más como una carga, como un incremento de su horario laboral que como un nuevo enfoque o perspectiva pedagógica de desarrollo de la docencia y el aprendizaje acorde con los nuevos tiempos de la cultura digital.
En mi opinión, esta situación no podrá mantenerse por mucho más tiempo, lo que generará, a medio plazo, una crisis profunda del modelo organizativo del tiempo y el espacio en las universidades presenciales tal como lo hemos conocido hasta la fecha. Ello nos obligará a cambiar radicalmente (o debiera hacerse) los horarios académicos y el uso de las aulas de las Facultades así como los planes de dedicación docente reconociendo y legitimando las actividades de elearning desarrolladas por el profesorado. Más flexibilidad y menos rigidez en el desarrollo de las actividades de enseñanza-aprendizaje. Menos tiempo entre cuatro paredes de cemento, y más comunicación entre profesores y estudiantes en los espacios virtuales.

lunes, 25 de enero de 2016

Antipsiquiatría

Oí hablar de Antipsiquiatría allá por los años 1975 y 1976. En el colegio mayor donde residía, compartíamos conversación con un psiquiatra del vecino centro de Bétera. En realidad, no entendía mucho de qué significaba aquello más allá de ir contra lo establecido. Franco apenas había pasado a D.E.P. y el resto peleábamos por conseguir un escenario democrático y libre. Ahora me encuentro con este artículo que viene a recordarme conceptos de aquella época estudiantil.


Guillermo Rendueles se lo suele describir como un psiquiatra antipsiquiatra. La etiqueta no es del todo atinada, porque es siendo psiquiatra en el ambulatorio del barrio gijonés de Pumarín como Guillermo Rendueles se gana los garbanzos, pero algo de ello hay. Lo hay desde los años setenta, cuando el joven militante del PCE que era Rendueles participó con entusiasmo en un exitoso movimiento cuya etiqueta era precisamente ésa, antipsiquiatría, y que, imbuido de toda la candidez libertaria de mayo del 68, abogaba por derruir los muros de los manicomios. El encierro, clamaban aquellos jóvenes revolucionarios, agravaba la locura en vez de curarla, y lo que había que hacer con los locos era devolverlos a la sociedad en lugar de apartarlos de ella. Cuando el consabido Desencanto coció el 68 para menguarlo, los jóvenes revolucionarios se convirtieron en grises burócratas de los gobiernos del PSOE y los manicomios renacieron bajo nuevas formas, pero el protagonista de esta entrevista siguió clamando contra la mala psiquiatría. Hoy, nos cuenta, hay más locos atados que antes y los fármacos que esta sociedad histérica consume con desmedida avidez para poder soportar los ritmos endiablados del turbocapitalismo no dejan de ser manicomios infinitesimales, camisas de fuerza químicas con las que la Oceanía orwelliana que habitamos nos sujeta para transformarnos en sus sujetos ideales: hámsteres individualistas que, mientras galopan en sus ruedas, sueñan con emprenderse a sí mismos como las pulgas de un famoso poema de Eduardo Galeano con comprarse un perro. «Lo que usted necesita no es un psiquiatra ni una pastilla, sino un comité de empresa», receta a veces Rendueles a los pacientes que se acercan a su consulta aquejados de los estreses y astenias consustanciales al esclavismo moderno. Que el mundo recupere un sentido de lo colectivo cada vez más menguado es la aspiración política fundamental de este loquero atípico y heterodoxo que se educó con José Luis García Rúa, simpatiza con Podemos y no perdona al PCE que devorara con falsas promesas a los mejores de su generación ni al PSOE que encarcelara a su hijo César por insumiso.