lunes, 5 de junio de 2017

Despedida de un decano

 Estas palabras fueran las que dirigi hace unos días a la Comunidad Universitaria de la Facultad de Educación. A algunos les gustaron, yo las hice con cariño. Como pretendo reactivar este blog, aunque facebook me ganó por su inmediatez, las compartiré con todos los que quieran leerlas.
"Nunca me gustaron las despedidas. Y como vengo todos los días a las nueve de la mañana a mi despacho de profesor, no había procesado que desde el día 10 de abril NO soy el decano de la Facultad.
Ocho años son casi una década y en esos 2982 días de decano, el balance es positivo. Lo más interesante: las relaciones interpersonales, con sus buenos y sus amargos momentos, con sus cuestiones profesionales y con sus cuestiones vitales. He reído y he llorado. He disfrutado y he sufrido. En suma, he vivido intensamente.
Y sobre todo, he aprendido que vivía en una comunidad en la que se me pedía que debía ser "su decano". Ese posesivo siempre me gustó por el cariño que trasmitía.
Y con vosotros hemos alcanzado grandes retos, destacaré:
A)           Hemos cambiado el plan de estudio. Se fue Psicopedagogía. Vino el Máster del Universo (perdón el Máster de Profesorado de Educación Secundaria....) . Pusimos en marcha nuestro programa de doctorado con un Máster de investigación que nos agrupa a personas de diferentes planteamientos disciplinares y epistemológicos.
B)           Hemos cambiado nuestro entorno de trabajo. Hemos hecho una mudanza. La mudanza de una familia de más de 200 trabajadores y más de 2000 estudiantes, 2200 ideas, intereses.
Seguiré al menos un año más como profesor de la Facultad. Estaré a disposición de quien considere que le puedo ayudar y espero no comportarme, como diría el ex-presidente González, como jarrón chino.
Y ya vale de rollo, porque solo quería decir que me llevo muy buen recuerdo de este periodo de mi vida y que los responsables sois todos vosotros".
Enrique García