La Formación Inicial
1.- ¿Habría que modificar la formación del profesorado para adaptarse a la situación actual?
2.- Para tener los mejores docentes, ¿no sería un requisito innovar en la formación inicial?
3. ¿Cómo ha de ser la formación inicial del profesorado?
5.-¿Sería conveniente y posible unificar en cierta medida los diferentes modelos de formación inicial del profesorado de educación secundaria en las universidades españolas?
6.- ¿La existencia de ciertos elementos y/o criterios formativos básicos permitiría otorgar una cierta dosis de uniformidad al sistema o, por el contrario, es algo a debatir en la medida en que el referido proceso unificador podría hacer empobrecer la riqueza de los diferentes enfoques?
7.- ¿Sería pertinente en los diferentes estudios de grado de las universidades españolas, en forma de asignaturas optativas o de libre configuración, la impartición en contenidos de carácter didáctico que faciliten la formación de los futuros docentes de educación secundaria?
8.- ¿Qué formación básica debería tener un docente en el ámbito de las TIC para evitar el peligro potencial de la “brecha digital” entre profesorado y alumnado?
9.- ¿Qué papel debería jugar en ello la formación inicial del profesorado?
10.- ¿La formación inicial del profesorado, teniendo en cuenta la riqueza intercultural, debería plantearse reflexionar sobre el concepto de cultura y sobre la forma de cómo nos relacionamos con la propia y la ajena?
11.- La fase de formación práctica, ¿es fundamental?. En ese caso, ¿quién y cómo debe impartirla y evaluarla? ¿Están los centros y el profesorado en activo preparados para esta tarea? ¿Cómo deben ser los centros y el profesorado que asuman esta función? ¿Cómo se les acredita? ¿Cómo se les recompensa?
12.- Para el inicio del desempeño profesional, ¿no sería necesario diseñar un sistema de apoyo (más sistemático y eficiente) para los nuevos docentes?
13.- ¿El sistema de mentores para los nuevos docentes se ha mostrado eficaz? ¿Deben participar en la evaluación de los nuevos docentes?
La Formación Permanente
1.- ¿Sería conveniente tener en cuenta los modelos de formación permanente en los países con mejor desempeño en sus sistemas educativos?
2.-Las diferencias intra-centros, reflejadas en el informe PISA 2009, ¿se podrían explicar, entre otras variables, por el distinto nivel de competencia profesional entre docentes?
3.-La formación permanente ¿debería de partir de las necesidades detectadas por los propios centros o de las propuestas elaboradas por las administraciones educativas?
4.- ¿La formación debe conexionarse con los proyectos que elaboran los centros educativos?
5.- ¿Se debería pensar en una formación permanente diferenciada ligada a las especificidades del alumnado de los centros educativos?
6.- ¿Cómo favorecer la permanencia del profesorado en un territorio para que la formación permanente incida en el aprovechamiento de la experiencia docente vinculada a los centros educativos dentro de una zona e idiosincrasia de esa Comunidad educativa?
7.- ¿Debe la formación permanente orientarse exclusivamente a los contenidos disciplinares o estar vinculada a aspectos actitudinales como la adquisición de competencias sociales, dinámicas sociales, espíritu cooperativo, etc.?
8.- ¿Tiene el docente, en el ámbito de las TIC, la formación suficiente para evitar el peligro potencial de la “brecha digital” entre profesorado y alumnado?
9.- ¿Qué papel debería jugar en ello la formación permanente del profesorado?
10.- ¿Se debería de partir de una clara definición del rol del profesorado del siglo XXI para definir los planes de formación permanente?
11.- El perfil pedagógico y de liderazgo del director-a es un valor reconocido en el resultado de la calidad educativa de un centro. ¿Se le da el peso que debe tener en la formación permanente?
1 comentario:
A toda la primera parte la respuesta lógica es sí, necesitamos cambiar la formación del profesorado ya, tenemos que asumir la parte que nos corresponde del fracaso educativo.. más formación y apoyo didáctico...un saludo.
Publicar un comentario