jueves, 22 de febrero de 2024

Bremen por la mañana (jubiladosviajeros)

    Estamos solo a una hora y media de Hilldesheim, por motivos de agenda debemos llegar a partir de las cuatro de la tarde por lo que podemos aprovechar esta mañana tranquila y soleada para visitar de nuevo el casco histórico de Bremen.

    Nos dejamos de ver el barrio Böttcherstrass. Ayer, pasamos junto a él pero hay tantas obras, vallas, andamios, que no lo percibimos. Se trata de un lugar construido por un mecenas Ludwing Roselius entre 1922 y 1931. La historia de este barrio se remonta a la edad media cuando era punto de conexión entre la Plaza de Mercado y el rio Wasser (la originalidad alemana es brutal irónica, puesto que sabréis que Wasser significa agua en alemán). En 1936 Hitler critica en la conferencia de Nuremberg la cultura del Böttcherstrass. Durente la gran Guerra es casi destruido y en el año 1954 se reconstruyen las fachadas por Kaffee HAG y se precisaron nuevas acciones restauradores a finales del siglo XX. En la actualidad, pertenece a la Fundación Bremer Sparer-Dank.    

Ahora es una zona turístico comercial con ciertos encantos como un museo, la oficina municipal de información (siempre es interesante preguntar y dejarse inundar de su amabilidad), bares y tiendas de artesanía en la que se puede ver desde el exterior a los artesanos trabajando desde el orfebre hasta uno que elabora piruletas gigantes. Esta transparencia y profusión de ventanales supongo que tiene que ver con la transparencia luterana.  A determinadas horas, las 12 del mediodía es una de ellas, un carrillón suena en lo alto del edificio de la oficina municipal. 

   

 Camino a Hilldesheim, volvemos a contemplar la fachada de la estación ferroviaria de Bremen. En el interior, multitud de paneles informativos aunque conviene tener la App de los ferrocarriles alemanes para saber andenes, horarios y retrasos. Parece que nuestros trenes en Alemania están gafados porque hoy también padecemos un ligero retraso por lo que al llegar a Hannover, hemos perdido nuestro enlace y debemos esperar al siguiente. Éste coincide con la hora de salida de los trabajos de esta zona metropolitana y con ser viernes. En consecuencia, debemos hacer el recorrido en pie y rodeados de bicicletas, patinetes eléctricos y coches de bebé: ¡Qué horror!

    Pero al final del viaje, tenemos premio: una niña de tres años y un niño de año y medio nos reciben con sonrisas y con abrazos.  

miércoles, 21 de febrero de 2024

De la A(msterdam) a la B(remen). (jubiladosviajeros)

 

A las 9:30 puntualmente salimos en un tren operado por las compañías holandesa (NS) y alemana (DB) cojuntamente con destino Berlín, pero nosotros transbordaremos en Osnabrück . Ésta fue la primera localidad alemana que yo visité durante un congreso en el siglo pasado. Puede ser interesante detenerse unas horas en ella pero el uso del transporte público no lo hace factible. Aunque las incidencias en los ferrocarriles alemanes nos obligan a esperar una hora a nuestro tren porque lleva ese retraso. Pero he de reconocer que la información es precisa, cambiante y  sus empleados son amables aunque no se manejan muy bien con el inglés. Si bien el aspecto de un trío de agentes de la seguridad de los ferrocarriles que se pasean por los andenes, nos hacen decir que "dan más miedo que seguridad."

Hemos elegido como primer destino Bremen porque en nuestra anterior visita a Alemania no pudimos ver sus edificios y sus plazas porque en el mes de noviembre su casco histórico estaba invadido por los mercadillos navideños.

La estación de Bremen es un edificio histórico aunque ya no sé si reconstruido o no después de la Segunda Guerra mundial pero es digno de admirar. Es un lugar, muy animado porque junto a la estación, hay una gran plaza donde enlaza con el transporte público de toda la zona metropolitana Bremen-Oldemburgo que tiene alrededor de 2,5 millones de habitantes.

Nuestro hotel es un IBIS, junto a la estación que nos cuesta localizar porque su recepción está en el último piso de un patio que da acceso a un aparcamiento subterráneo. Nos viene bien porque mañana saldremos para nuestro próximo destino. Evaluación: amabilidad del personal, habitación silenciosa porque da al interior, desayuno desde el último piso con grandes ventanales.

Dejamos las maletas y nos lanzamos a ver la ciudad porque tenemos poco tiempo: 

  • Molino 
  • Barrio de Schnoor 
  • Ayuntamiento
  • Los músicos de Bremen (burro, perro, gato y gallo) . Nos hacemos la fotografía agarrando las dos patas delanteras del burro y luego le tocamos el hocico. Se aprecia por la brillantez del metal y porque un homeless nos indica como debemos hacerlo.
  • Marktplatz
  • La estatua de Roland , no me parece tan alta como dice Wikipedia.
  • Palacio de Justicia, junto a él una comisaria de Policia. Me imagino en los tiempos del nazismo lo fácil que era hacer desaparecer personas en esos grandiosos e imagino con recovecos, sótanos, etc.

No esta mal para unas pocas horas. 

martes, 20 de febrero de 2024

Amsterdam, segundo día (jubiladosviajeros)

 Solo tenemos programado la visita al Rijksmuseum por la tarde y el cielo nos brinda una jornada esplendida, algo fría, pero sin lluvia y un sol que nos calienta. 

Tenemos que acercarnos a la estación para sacar el billete de nuestro próximo destino y aprovechar para contemplar de nuevo el edificio y su entorno.

Desde la estación se puede embarcar en los ferrys que conectan con otras islas. Tomamos el que se dirige a NDSM. Allí, se encuentra el museo del Grafiti. Los antiguos astilleros son utilizados para que los creativos creen sus talleres incluso les sirvan como espacio para su alojamiento. Junto a la puerta de entrada, se encuentran los buzones. En realidad, la espaciosa nave es como si fuera un pequeño barrio con techo. Como curiosidad en uno de los muelles, anclado, el barco- hotel denominado BOTEL a 150 € la noche.

De vuelta, pasamos por el barrio rojo que sigue ahí, discreto con las cortinas echadas pero funcionando, incluso siendo un reclamo turístico. 

Hacemos nuestro lunch en el Vondelpark, que es un gran parque junto a la zona de los Museos.

Y luego tarde de museo. Aunque después de Louvre, D'Orsay y Van Gogh cada vez me disgustan más los museos donde los visitantes piensan más en hacer la foto con la nueva app de su móvil en lugar de contemplar aquel cuadro que le encanta.

De este museo destacaría las obras de Rubens y toda la pintura flamenca que no es tan conocida por España, quizás porque representa a muchos de los alejaron a nuestros reyes de aquellas tierras. Personalmente, me gusta porque los motivos representados son personas de diferente condición, señores, campesinos, mujeres, etc.

Por otra parte, si no puedes ir a visitarlo, bájate la App donde encontraras cada uno de los cuadros con un comentario al mismo.


lunes, 19 de febrero de 2024

Amsterdam y Van Gogh (jubiladosviajeros)

Parece que la lluvia ha cesado y que podremos disfrutar este lunes en Amsterdam. El desayuno se nos ha alargado un poco y tenemos que coger el metro para llegar al punto de encuentro de nuestro Free Tour: la estación de ferrocarril. 

Llegar al metro significa bajar una escalera mecánica hasta las profundidades de la ciudad pero el tren llega a la hora prevista y en tres minutos alcanzamos nuestro destino.

El guía del free tour explica en qué consiste aunque aseguro que cada día son menos free. En este caso hemos tenido que dejar una tarjeta como garantía de nuestra presencia, a la que cargarán dos euros sino nos presentamos.

Luego comenzamos nuestro paseo haciendo un poco de historia de la ciudad y como se asentó en ese terreno cenagoso a través de pilotes de madera al principio y de cemento en la actualidad. También nos da explicación a la estrechez de los edificios por cuestiones de impuestos y cómo, incluso en la actualidad, los muebles de grandes dimensiones se suben con una polea instalada en el último piso del edificio.

Visitamos el edificio de la Bolsa, que tiene un toro emulando al de Wall Street; la plaza Dam con su monolito homenaje a todas las víctimas de las guerras, donde hoy hay flores por el líder ruso Aleksei Navalny; el palacio del Ayuntamiento que fue Palacio Real cuando Napoleón coronó a su hermano Luis.

Pasamos por la periferia del Barrio Rojo y el guía hace comentarios sobre la doble moral ante la prostitución que no se acepta pero no se prohibe. Añadiendo que se proteje a las mujeres a través de no permitir a las menores de 21 años. 

El tour finaliza en el mercado de las flores donde algo te llevarás si tienes amor por las plantas, incluso hay un cartel para los turistas de ultramar que anuncia "semillas certificadas para US y Canada".


Por la tarde, visitamos un superconcurrido Museo Van Gogh donde descubro algo que no había reparado hasta ahora: la firma de Vicent se parece a la mía. Lástima que yo no sepa dar sus certeros brochazos ni tenga su "alma" para combinar los colores.

Al salir nos acercamos a cenar a la zona de Leidseplein al bar Stoop&Stoop para degustar un plato típico, aunque no podemos decir exquisito, como es el Stamppot: un puré de patatas con una albóndiga muy gorda o bien carne estofada. 

De vuelta al hotel, nos detenemos en el supermercado Albert Heijn, donde para nuestra sorpresa no admiten nuestras tarjetas, ni visa ni mastercard, sólo admiten el dinero afectivo. 


domingo, 18 de febrero de 2024

Llegada a Amsterdam (jubiladosviajeros)

 No sé si fue buena idea llegar en domingo a Amsterdam porque llovía a mares y los museos estaban al completo sin poder tener una entrada.

No estaba la tarde para fotos en el exterior

La llegada a la estación de Amsterdam resultó claustrofóbica porque los trenes te dejan en el sotano y no encuentras la salida correcta. Hay que añadir que debes pasar tu billete por un lector para poder salir y que también hay obras de mejora en la estación.

Google nos dice que hay un tranvía que después de siete paradas nos dejará a pocos metros de nuestro hotel. ¿Dónde se sacan los billetes? Conseguimos divisar una caseta enfrente de la estación que nos permite refugiarnos de la lluvia y adquirir ante una ventanilla con persona nuestro billete. Cogemos billetes para los días que vamos a estar y despreocuparnos de encontrar una máquina de venta. Al tranvía se sube por la primera y la tercera puerta, las puertas pares son para bajar. También para bajar hay que pasar el billete. 

La tarde está lluviosa, lluviosa. Ni con paraguas se puede pasear. Aunque la temperatura no es muy baja, el frío húmedo se cala en los huesos. Así que lo mejor es introducir líquido en el cuerpo, la cerveza de un local llamado Cannival. 

En esta tarde-noche lluviosa, haré una reflexión sobre la iluminación extensiva a todas las ciudades visitadas. Percibo una alta contaminación lumínica de las ciudades españolas frente a la iluminación de las calles de Bruselas, Gante, Lovaina o Amsterdam. En cambio, los edificios nobles e históricos de la ciudad permanecen iluminados de tal forma que se destacan sus formas.

A ver si mañana, sale el sol o, al menos, no llueve a mares.