Despertamos en el apartamento, residencia de estudiantes durante el curso, que se emplea para alojamiento de los turistas en el verano. Anoche casi no llegamos a la residencia porque estaban asfaltando las calles cercanas pero la amabilidad irlandesa y nuestra insistencia lograron que nos dejarán pasar.
En primer lugar, hemos pensado en dirigirnos a ver el Metal Man que se encuentra cerca de nuestra residencia para hacernos una fotografía pero una vez allí descubrimos que se precisa una gran caminata junto al mar para llegar al pie de esa escultura, así que nos conformamos con ver la fotografía que figura en Internet y hacer una foto con el zoom y a contraluz.
Nuestro destino es el castillo de Kilkenny, situado en la turística ciudad del mismo nombre. Nuestra fortuna nos regala además una concentración de coches Volswagen Golf históricos: clásicos, descapotables, furgonetas, etc. que se encuentran en la pradera del castillo y que proceden a su salida. Podemos visitar las dependencias que disfrutaban los nobles ingleses en la colonia irlandesa. Sus estancias recogen su historia y las características del condado.
De alli, nos dirigimos a Rock of Cashel, aunque suena a castillo, se trata de una fortaleza con una iglesia en su interior que ha perdido su techo pero no su cementerio que todavía es vigente, y donde encontramos enterramientos de 2024. Resulta curioso como en España nos empeñamos en reconstruir las iglesias y los anglosajones las dejan como están, sin techos y esperando que no se caigan las paredes.
Desde este promontorio se divisa un amplio territorio pero una fina lluvia, no nos invita a disfrutar serenamente del paisaje verde salpicado de vacas de todos los colores.Esta noche dormimos en un bed and breakfast que creemos cerca de Cork pero, en realidad, descubrimos que está en medio del campo junto a una pequeña localidad: Fermoy, donde nos resulta difícil. encontrar un pub donde cenar. Como somos cuatro personas, hemos llegado a Irlanda con el alojamiento concertado pero si viajas solo o en pareja, te recomiendo que vayas a la aventura y elijas el B&B cuando lleguen las cinco de la tarde. Así lo hice hace siete años y me funcionó, no sé si después de la pandemia y la masificación turística servirá este modo.