La llegada a la Casa Blanca de un emperador nos obliga a mirar el futuro con cierto pesimismo y hablar con generosidad de "distopías" porque las utopías presentaban un mundo mejor del existente.
Ya tuve la oportunidad de conocer estas distopías allá por el año 1974 cuando mi profesor de Didáctica, José Luis Rodriguez Diéguez, para explicarnos las variables independientes y dependientes puso tres distopías como variables independientes de las que dependía la variable educativa.
- La variable biológica: Un mundo feliz de Aldous Huxley publicada en 1932
- La variable psicológica: Walden Dos de B.F. Skinner, publicada en 1948
- La variable sociológica: 1984 de George Orwell, publicada en 1949
Durante mi etapa como profesor, recomendé estas lecturas porque el final del siglo XX, la irrupción de la Informática, la caída del muro de Berlín comenzaron a despertar el interés por el futuro o aumentar la sensación de incertidumbre. Así, que cualquier publicación que tratase el tema con más o menos de fundamento científico me parecía interesante. Entre ellas destacaré dos que he guardado con cariño.
"Prepárate: el futuro del trabajo ya está aquí". de Lynda Gratton publicada en 2012
"El fin del mundo tal y como lo conocemos" de Marta García Aller, publicado en 2017
Seguramente, algunos lectores tendrán en mente otros libros que se etiquetaban como ciencia ficción pero estos son los que yo tengo más presentes.
Y desde luego tampoco olvidaré las llamadas películas de ciencia ficción entre las que siempre tengo presente:
- 2001, Odisea en el Espacio
- La saga de La Guerra de las Galaxias