La inclusión digital es bastante más compleja que el simple acceso, tiene que ver con la capacidad económica, la disponibilidad de tiempo, los conocimientos, el nivel cultural y lingüístico. Además se configura en un proceso entre educación, trabajo y ocio. (Castaño, 2008).La incorporación tecnológica en la vida diaria, no es por sistema, las personas integran las innovaciones como una curva de Bell de acuerdo con la teoría de Everett Rogers en su libro Diffusion of Innovations (Castaño, 2008). El nos indica que habrían hasta 5 grupos de personas a partir de sus características socioeconómicas y demográficas, así como sus actitudes:
1. Innovadores: personas capaces de tomar iniciativas y correr riesgos
2. Early adopters: usuarios tempranos o avanzados, normalmente líderes sociales con un alto nivel educativo.
3. Early mayority: grupo más numeroso y caracterizado por la prudencia de sus integrantes, así como por su amplia red de contactos sociales
4. Late mayority: grupo igualmente numeroso, que estaría formado por personas escépticas, tradicionales, con bajo estatus socioeconómico.
5. Retardados: son personas muy tradicionales, o bien están aisladas en su sistema social
Cecilia Castaño es clara al indicarnos que la definición anterior, implica necesariamente que los “incluidos” deben poseer además de un computador conectado a la red su respectiva dosis de conocimiento, interés y tener la posibilidad de aplicar dichas herramientas y comprobar si les genera beneficios personales.
De esta manera se establece que el estudio de la brecha digital, no puede estar circunscrito únicamente a la dicotomía de quienes acceden y quienes no (primera brecha digital) Es gravitante por tanto, conocer e investigar la determinación de los usos, su intensidad y habilidad (segunda brecha digital)