Me han regalado un ebook. Es un invento! Un montón de libros en 135x105 mm. Abulta menos que la cartera llena de tarjetas de fidelización. Lo puedo llevar a cualquier sitio, puedo estar leyendo permanentemente: en el bus, en el avión, en la sala de espera, en el médico, en una reunión aburrida, en el parque, en un banco de la Gran Vía. Además, incluido en el regalo, iba la novela de Zalacaín el Aventurero del gran Pio Baroja.Pero ayer, no pude resistirme y acudí a la feria del Libro: El olor de papel y la tinta impresa no se siente tanto al aire libre pero pude tocarlos, verlos expuestos, contemplarlos en la calle, o sentirlos llenos de polvo porque soplaba el cierzo.
Además ir a la feria permite hablar con los conocidos que han hecho el esfuerzo de escribir un libro, página sobre página, una tras otra, que no es fácil. Por eso, lo comparan a tener un hijo o plantar un árbol (plantarlos y hacerlos crecer)
El sábado estará mi amigo Salvador Berlanga:
El sábado 4 de junio estará en la caseta de MIRA EDITORES de la Feria del Libro de para promocionar su último libro:
“La educación del consumidor en el aula, en la familia y en la sociedad”. Mira Editores.
También estará Antonio Peiró con su Años de Sangre
y seguramente tantos otros esforzados autores que podrán contarnos más cosas que las que han escrito.


