viernes, 12 de mayo de 2023

Fomentando la desigualdad

Con permiso de Paco Goyanes, de librería Cálamo, doy difusión a su reflexión que comparto plenamente.

"Nada es –era-- tan íntimo, privado y natural que nuestras deposiciones. Medimos el transcurrir de nuestras vidas por los cambios fisiológicos que las afectan. Contundentes, sonoras y veloces en nuestra juventud. Modestas, dubitativas y reiteradas en nuestra madurez. La naturaleza sin domesticar, primigenia, libre. No existen –existían-- barreas, solo necesidad.


La sociedad moderna  la consagró dotándonos de baños públicos y privados de libre uso y disfrute. Sin miedo a equivocarnos,  podemos afirmar que la segunda mitad del siglo XX y el primer cuarto del XXI ha sido La Edad de Oro de las Letrinas. *

Siempre han existido intentos de control y limitación, pero convendrás conmigo que por más  carteles que cuelguen, si tienes que colarte en un bar o restaurante,  te cuelas. Los excusados de las grandes superficies lucen ostentosos, enormes catedrales. No hay Universidad, Ministerio, Ayuntamiento u Hospital que no ofrezca lavabos e inodoros. En nuestras casas los hacemos cómodos, curiosos e incluso letrados.

Pero de repente, sin previo aviso, a traición, el rico entramado de espacios, agua corriente, tuberías y cloacas que tan fácil nos hace la vida, comienza a tambalearse. Los fondos de inversión han puesto su mira en nuestros culos y braguetas. El capitalismo avanzado se ha percatado  de que si pagamos  por comer y beber, por estudiar y cuidar nuestra salud, por viajar y soñar, también podemos hacerlo por orinar y expulsar materias fecales. La “monetarización” de nuestras necesidades fisiológicas ha comenzado.

Para testarla se han fijado en nuestras hipermodernas estaciones de tren. En ellas, los urinarios han sido privatizados de manera aviesa y torticera. Como por arte de magia,  los públicos han sido cerrados, eliminados, olvidados. Los sustituyen otros asépticos, pulcros,  higiénicos y burgueses a euro la deposición. Un barrera metálica, una ranura para las monedas, un lugar para las tarjetas, unos pajaritos que pían en cada cubículo y una señora de mediana edad –siempre latina—que limpia, fija y da esplendor.

Antaño las estaciones de ferrocarril eran refugio de bebedores y estudiantes noctámbulos. Un sitio en el que tomar la última copa. Eran también lugares seguros en los que los desheredados de la tierra, los pobres de solemnidad, podían dormir bajo techo, asearse y aliviar sus necesidades fisiológicas. Primero fueron las empresas de seguridad, esa especie de Gestapo al mejor postor que reina entre los vagones. Ahora las cancelas de los váteres. Si puedes, paga. Si no puedes, búscate una tapia, desgraciado. En España nos encanta expulsar a los diferentes y a los pobres, es una tradición.

Lo que oyes en los váteres privados de las estaciones no son jilgueros: son crías de buitres".


jueves, 11 de mayo de 2023

Aprender por capricho

Cada vez más escucho a mis antiguos colegas quejarse de la poca participación de los estudiantes. Lo que se puede corroborar cuando acudes a una actividad que no es clase y que todos pensamos que sería interesante para la formación de los estudiantes universitarios.

Yo respondo que con la "cuatrimestralización" de las asignaturas anterior al Espacio Europeo de Educación Superior (léase Bolonia) y su posterior conversión a créditos de aprendizaje, el aprendizaje por que sí desapareció. El aprendizaje se mercantilizó, se convirtió en un contrato y las actividades formativas voluntarias quedaron para un minúsculo grupo de estudiantes bondadosos que el resto, la masa, califica como "pardillos" en la más bondadosa de las calificaciones.

Con los créditos de aprendizaje, se acabo el voluntarismo. Si una actividad no está en la Guía Docente (espero que no se la haya cambiado el nombre en mis dos años de ignorante jubilación), no se hace porque tengo otros créditos que hacer. 

Los créditos se pagan al matricularse y se pagan al examinarse, pero por favor, profesor no me pida más esfuerzo que el que se estableció en el contrato, en la guía docente. En esa guía que elaboró trabajosamente junto con sus compañeros de Departamento hace mas de un año cuando no sabía ni qué tipos de alumnos seríamos, ni había pensado en la posibilidad de contar con ese excelente profesor extranjero que conoció en sus vacaciones. Las hicieron pensando en aquellos alumnos que tuvieron y que ya no volverán.

Así que organiza unas jornadas en las que el profesor-amigo extranjero se aloja en su casa, le invita a comer y cenar porque su Decano no tiene dinero para pagarle o no encuentra el modo de justificar una cena sin que pueda ser acusado de prevaricador y corrupto. Luego, el día de la Jornada se encuentra con el aula medio vacía, a lo sumo con el grupo de amigos y colegas que han respondido a su llamamiento, pero resulta anecdótico si se encuentra a un joven estudiante. Pones cara de "que le vamos a hacer" y te vas a tomar unas cervezas prometiéndote que no piensas organizar nada y que si las clases les resultan aburridas, que se "jodan" porque estás harto de esforzarte en cambiar un modo de docencia que no funciona pero que ni los propios pasajeros tienen interés en que la maquina funcione acompasada con los tiempos.

martes, 9 de mayo de 2023

Tesla, no solo una marca de coche eléctrico

Acudo a la exposición sobre Nikolai Tesla en el CaixaForum de Zaragoza, atraído por la figura de este científico que ha dado nombre a un coche y del que sabía algo por haber estado recientemente en las Cataratas del Niagara donde tiene una estatua conmemorativa.

Monumento a Tesla en las Cataratas del Niagara

Es una exposición interactiva que necesita más de un visionado por la gran cantidad de información que tiene y por la calidad de la información un tanto difícil para quienes nuestros conocimientos de Física son escasos y casi olvidados.

Después de la exposición, quedan ganas de seguir obteniendo información, por lo que al pasar por la tienda-librería adquirí un par de libros que he devorado en pocos días.

Uno de ellos, "Nikolai Tesla. El hombre que invento el siglo XX", escrito por la periodista Charo González Casas se presenta de forma biográfico.

En este libro se constata como el croata Nikolai Tesla fue  engañado por otros que se aprovecharon de su bondad como:

a) Edison, ese inventor  encumbrado por Hollywood por ser norteamericano de Milan, Ohio;

b) J.P, Morgan, el banquero que un siglo después nos engaño a todo el mundo con sus productos tóxicos bancarios y origen la crisis de 2008

c) Marconi, que aprovecho dieciséis patentes de Tesla para sus inventos y que nunca pagó por ellas.

El otro, "Tesla y la conspiración de la luz" es una novela que presenta una realidad distópica como si los avances de Tesla hubieran sido desarrollado a principios del siglo XX. En la misma, se presenta una realidad que se parece mucho a la actual con:

a) una gran dependencia de los sistemas electrónicos. Se me ocurre pensar lo que sucede cuando en un aeropuerto se caen los ordenadores o falta la luz eléctrica. Otro ejemplo es lo que ocurre con nuestras fábricas de automóviles cuando falta esa pequeña pieza que son los "semiconductores"

b) En la misma línea, la dependencia de unos pocos. De unos poderosos que controlan hasta el precio de los alimentos básicos.

Por eso, he calificado como distópico ese relato novelado sobre Nicolai Tesla.

Como me he puesto muy negativo, invito que para saber más de forma entretenida: ver el capítulo de la serie "Murdoch Mysteries", inspector de la policia de Toronto de final del siglo XIX y principios del XX,  en el que se trata como funcionaria las invenciones de  Tesla.


lunes, 8 de mayo de 2023

Pobreza y Mendicidad

 Cada día son mas numerosas las personas que en nuestras calles están pidiendo una limosna.

  • Observaciones:

No solo están en lugares concurridos del centro, sino también a las puertas de los supermercados y mercados del centro o de los barrios periféricos de las ciudades.

En este último caso, suelen aceptar también comida y otros productos.

Algunos tienen un puesto fijo y rara vez cambia la persona a la que nos encontramos.

En ocasiones, y me sucedió recientemente, se acerca una joven y te pide que entres a la tienda y le compres tú mismo: leche o aceite.

Algunos tienen un cartel que señala su origen español o la finalidad para la que piden: enfermedad, hijos, etc. 

  • Reflexiones:

La crisis de 2008 y la COVID han traído al grupo de pobreza a numerosas personas que nunca imaginaron que se encontrarían en esa situación de necesidad. Lo que les incapacita para saber cómo tener que reaccionar.

NO suelo dar las limosnas porque entiendo que deberían ser mis impuestos los que sufragasen las necesidades básicas de esas personas.

NO termino de entender que todavía no haya nadie que les haya comunicado a los mendicantes de la existencia de servicios sociales, parroquias o bancos de alimentos.

Los servicios sociales deberían preocuparse por conocer la situación y las posibilidades de ayudas de estas personas porque de otro modo vamos a llegar a la invisibilidad de estas personas, porque las vamos a considerar como un elemento más del paisaje urbano.