lunes, 2 de septiembre de 2024

Come back home (4 over 60)

 Hay que volver a casa. "Ya llegó el final, la fiesta va a acabar..."

Incluso tenemos que madrugar porque el coche lo tenemos que devolver en el centro de Dublín antes de las once de la mañana.

Es lunes y la autopista está con mucho tráfico. Llueve. Pero después de diez días circulando por carreteras estrechas, con lluvia, incluso con bastante tráfico; me siento seguro al conducir. La incorporación a la autopista es relativamente fácil porque, no sé si es la norma, pero el coche que va por la autopista facilita la entrada desplazándose al carril de la derecha. En general, los conductores irlandeses son amables y comprensivos con las maniobras de los otros conductores. Yo me siento más cómodo en una carretera irlandesa que en una española.

La lluvia nos acompaña hasta Dublín y durante toda la mañana. Por eso, los iniciales planes de visitar algunos de los parques debe ser sustituida por acercarnos a los centros comerciales que se encuentran al oeste del Spire. Están bajo techo y tienen establecimientos de moda y de restauración, además de servicios porque la lluvia siempre invita con mayor frecuencia el paso por las Toilets (no restrooms, americanas).


Pero antes debemos colocar nuestro equipaje. Para una persona del siglo XX, utilizar el sistema de reserva previa en una de las webs existentes no resulta amigable porque no indica una dirección hasta tanto no realices la reserva, lo cual genera un poco de desconfianza. Será la edad. Así que nos dirigimos a la estación de ferrocarril. En la misma no hay taquillas, pero el guardia de seguridad nos indica un lugar donde depositarlas en las inmediaciones. Además hay una parada de taxis que nos permitirá desplazarnos hasta el aeropuerto sin angustiosas esperas.

No recomiendo el uso de uber o cabify en Dublin porque dos razones: (basadas en mi experiencia)

a) el tráfico es tan denso que hasta que llegue a tu ubicación, tardará más tiempo del que mi paciencia aguanta.

b) si tu geolocalización está poco precisa, no tienes muchos carteles indicándote en que calle te encuentras, o si lo hay, estará en gaélico. Es decir, no sabrás dónde estás exactamente.

A la hora recomendada, nos fuímos para el aeropuerto donde el paso por el control de seguridad estuvo entretenido. 

domingo, 1 de septiembre de 2024

Dundalk (4 over 60)

Después de tres días, Dundalk lo podemos considerar nuestro pueblo. Como mañana es nuestro día de regreso a España, lo hemos programado para quedarnos aquí.

Nos vamos a ver Dolmen  que no encontramos porque las carreteras están cortadas y las indicaciones no están claras. Tampoco tenemos suerte con el Dundalk Stadium porque las carreras de caballos son el viernes y el sábado. Hoy es domingo.

Nos vamos al centro del pueblo: llegamos a la hora en que los feligreses salen de la Catedral. Los responsables de la petición no pasan durante el oficio, sino que se sitúan en las puertas de la salida. Luego la plaza del Mercado. El pueblo antiguo donde una placa recuerda que el Lord de Limerick (James Hamilton) creó una escuela de educación primaria, el palacio de Justicia.

En la ciudad, encontramos muchos murales. No son lo reivindicativos de Belfast pero son auténticas obras de arte.

Terminamos en el pub Mo Chiara, el camarero, luego descubriré que es el dueño comienza a enrollarse como buen irlandés. Al decirle, que somos de Zaragoza, me indica que conoce al Real Zaragoza. Esto me parece increíble cuando el equipo de mi ciudad lleva once años en segunda división. También averiguamos que son productores de cerveza y que tienen muy buena comida.

Por la tarde, regresamos a Blackrock, donde siempre hace frío por lo que nos refugiamos en el pub Uncle Tom's Cabin, donde están todos charlando, jugando al billar y no prestando mucha atención al cantante que ameniza la velada.

Ultima noche en Irlanda, mañana estaremos en el avión camino de Barcelona.