sábado, 20 de julio de 2019

¿Romería a Lourdes o al Tourmalet?


DÍA 20

Después de una noche tormentosa en un camping atravesado por unas torres de alta tensión, la mañana se presentaba amenazadora de lluvia como para coger paraguas y ropa contra la lluvia. Finalmente, los paraguas han sido parasoles porque la carrera ha ido acercando el sol cada vez más hasta la hora de llegada de los ciclistas. Afortunadamente, el mediodía en la montaña conlleva un cambio de aire caliente que sube y un aire frío que baja que favorece la espera de los corredores. No obstante, alguna casa de producción de crema protectora solar debería plantearse ser patrocinadora del Tour o, al menos, formar parte de la caravana publicitaria.

Hemos dado la salida a nuestro corredor que rápidamente ha alcanzado la mitad del recorrido casi sin despeinarse y la tercera edad hemos comenzado la caminata de peregrinaje acompañados por cientos de personas. Y esta es la imagen infantil que me ha venido a mi recuerdo: el día de la Patrona del pueblo se iba de romería hasta la ermita: niños que cantan, banderas, bolsas con la merienda, con la bebida, ahora bolsas isotérmicas. Como en la canción de Víctor Manuel: “van subiendo los mozos con los corderos al hombro”, aquí los corderos son sus retoños que no tienen edad para subir con sus piernas y que son transportados en artilugios de todo tipo.

Difícil de calcular el número de personas y el de ciclistas que suben porque me pongo a contar y me aburro. He hecho un cálculo aproximado de unos mil corredores por hora subiendo al Tourmalet, si calculamos unas seis horas desde las 8 a las 14 horas, hacen un total de 6000.





Un grupo de animadores de Mikel Landa han decidido para desplazarse hacer una bilbainada: En lugar de ir con un camping car como hacemos todos pues se han traído el autobús de Txomin y en lugar de la mesa y las sillas del Decathlon, pues han traido unos tableros y unos troncos de la serrería de Andoni. ¡Para qué vamos a andar con tonterías y gilipolleces! 




La cadena Lidl ofrece fruta y tomates a todo aquel que pase por delante, incluso te hace una fotografía. 


  
Finalmente, hemos encontrado un lugar donde con nuestras sillas plegables la espera se va a hacer más llevadera. Primero, la caravana publicitaria con sus inevitables peleas por acceder a un llavero, un imán para el frigorífico o cualquier gadget. Luego, la llegada de media docena de helicópteros anuncia que los corredores están cerca.  La llegada de los ciclistas se resuelve en unos 20 minutos y eso que se trata de un puerto de montaña en el que el pelotón iba repartido en cuatro grupos y algunos corredores descolgados.
Personas imposible de calcular dadas las dimensiones del “estadio”. Y policias… hoy volvió a estar el presidente Macron. Ayer le cogió gusto “al baño de masas” y hoy ha repetido.
La victoria de Pinot y el segundo puesto de Alaphillip que mantiene el maillot jaune revive el chauvinismo francés.

viernes, 19 de julio de 2019

La contrarreloj de PAU


DÍA 19

Contra reloj individual de Pau, ciudad cercana a Saragosse, pero poco reconocida por los aragoneses. Ellos tienen carteles señaladores con el nombre de mi ciudad y toponimia que recuerda a Aragón, mientras en Zaragoza no hay ninguna referencia.
El norte de Zaragoza, de Aragón, finaliza en los Pirineos. Así nos lo enseñaron en la escuela, hurtándonos el carácter fronterizo de la región.



La Place de Verdun es tan gran que permite acoger el “circo” del Tour y de todos los que se acercan a contemplarlo. Yo no diría que son aficionados porque son familias enteras las que se acercan a recoger los gadgets de los patrocinadores, y se preparan a coger buen sitio para animar a los corredores, especialmente a los franceses. Y hoy, Alaphilipe no ha defraudado, iba con el maillot amarillo y ha ganado la etapa frente al ganador del año pasado: Geraint Thomas. El delirio ha sido absoluto cuando ha llegado el último a la meta y se convertía en el ganador de la etapa. Estaba animado por llevar el maillot amarillo, por el público y porque el presidente Macron se había acercado a ver la etapa.

 





Hoy he estado a 200 metros de la meta y en frente tenía uno de los paddock con la gente guapa, la gente VIP que mientras el pueblo soportaba el sol del après-midi; ellos disfrutaban de aire acondicionado, bebidas a voluntad y poder ir del sol a la sombra según el ciclista que se acercaba a la meta. Por eso, la patrocinadora Vittel contenta al pueblo con botellas de agua, quizás para evitar un nuevo asalto a La Bastilla.






Hoy ha sido el encuentro con mi hermana y con mi cuñado americano que también es un aficionado ciclista del llano porque habitan en Florida.

En realidad, la etapa de PAU la hicimos porque fuimos a recogerlos allí, pero una contrarreloj vista en linea de meta es muy aburrida. La siguiente etapa es el Tourmalet para lo que hay que realizar unos 60 kms de desplazamiento, lo que a estas horas del día y con la tensión que significa controlar más de 3500 kilos de peso en curvas y en bajadas no es precisamente relajante.

jueves, 18 de julio de 2019

Primera etapa de montaña de este año


DIA 18

La mañana se presentaba invernal. Las nubes bajas amenazaban con tener que permanecer junto a nuestro camper esperando la llegada de los ciclistas. Por eso, me he ido a tomar un café y comprar pan en el panadero ambulante. Hago fila con los campistas del camping “civilizado” porque campistas con sus autocaravanas, con las típicas “California”; con sus furgonetas adaptadas, con coches y tiendas de campaña, o simplemente con un coche pueden contabilizarse acampan por millares allí donde encuentran un hueco y un lugar para acceder.
Desde ayer por la tarde, la gendarmería está impidiendo el paso hacia el “col” pero algunos se atrevieron a subir más arriba de nuestra posición a pesar de la señal de no pasar autobuses de más de 10 pasajeros, es decir, una furgoneta de 4 metros.
Es nuestro primer día de tour por lo que, al primer amago de levantarse las nubes, el ciclista, es decir, mi hijo decide marcharse hacia el “col”.  Después de preparar bocadillos y la intendencia, salgo caminando a su encuentro: Son 8,5 kms de subida al 4% y al 7% que consigo superar en menos de dos horas. Me sube la moral.
En la subida y en la espera de la caravana publicitaria me da tiempo a pensar en varias cuestiones antropo-sociológicas:

  • -          Identidad y banderas: las personas necesitan banderas, aunque sean del Supermercado
  • -          Incivilidad: salvase quién pueda, primero soy yo y luego todos los demás.
  • -          Irrespetuosos con la naturaleza
  • -          No respeto a las reglas.

Todo es fruto del turismo masificado, pero también de la cultura.
Señalo una situación que ha ocurrido delante de mí:

Antes de que llegue la caravana publicitaria con sus vehículos, la carretera es cortada totalmente a cualquiera peatón, coche o bicicleta. Algunos “listos” tratan de superar a los gendarmes que, amablemente según mi opinión, tratan de que todos respeten una regla que está basada en la propia seguridad y de que en un espectáculo que concentra millares de personas sobre un teatro que es toda la naturaleza (cada uno se acomoda donde puede), no ocurran incidencias que ensombrezcan la fiesta.
Pues bien, uno de esos listos, a un gendarme que le solicitaba que se pusiera al otro lado de la valla, ¡le ha respondido con un chulesco “vale!, vale! pero no me toque” (el brazo de la gendarme tocaba el brazo del incivilizado). Me pregunto si este “chulo varón” se habría comportado así si el gendarme hubiera sido un varón.

La caravana publicitaria, como siempre, lanza gadget que todo el mundo se lanza a acumular obsesivamente.
Los animadores tanto los de tierra como los de los vehículos (hablar de coches sería impreciso porque sólo son modelos tour) son francamente “bravas y bravos” haciendo participar a un público que espera las “horas” hasta que llegan los corredores.
Hoy, los ciclistas estaban de huelga, creo, porque han pasado tres o cuatro grandes grupos con poca emoción porque no hay un líder destacado, tampoco destacan los españoles porque estamos en los Pirineos y los franceses no tienen.
La bajada al campamento base ha sido a través de un bosque en el que los árboles y el sonido del río invitan a inventar historías de brujas, hadas y duendes.