sábado, 24 de septiembre de 2022

Un sábado en Bergen

 Hemos regresado de Oslo a Bergen en un tren nocturno. Hemos llegado muy temprano y hemos tenido que esperar a que abriesen las Bakeri, los lugares donde poder tomar café. Es sábado aunque huele a domingo. Apenas hay personas por las calles y muy pocos coches. Y luce un maravilloso sol que invita a estar en la calle. Hay que aprovecharlo.

Así que nos aventuramos a recorrer espacios abiertos lejos del casco histórico de Bergen. Así paseamos por zonas residenciales edificadas al final de un brazo del fiordo y con las embarcaciones amarradas junto a los edificios. Eso que los italianos llaman "Marinas". Las edificaciones son nuevas, limpias, acristaladas; aunque en la calle de atrás encontramos antiguas casas que han perdido su razón de sol.

Paseamos alrededor de un brazo de agua al que también rodea un carril para bicicleta que en esta primera hora de sábado se encuentra muy frecuentado por corredores y ciclistas.


También vemos una concentración de coches de gran cilindrada que hacen mucho ruido al acelerar y que toman la salida como si fuera una carrera, aunque respetan las señales y los pasos de cebra. Hay gente para todo. 


Estamos cansados de caminar y nos sentamos en una terraza, en el bar denominado Nobel Bopel que me ofrecen tres comentarios:

- No es un bar para turistas porque la tabla de precios está exclusivamente en noruego.

- la muchacha que nos atiende dice "un día fui a Bergen y volví horrorizada", es decir, este es un barrio y un bar de personas autóctonas. Comprobamos como vienen a hacer un pequeño brunch en este día no laborable u otra persona que realiza los pasatiempos del periódico mientras desayuna.

- la versatilidad de los negocios, en este bar se vende el mobiliario. Las mesas y las sillas son de diferente tipo y tienen una pegatina indicando el precio que se pide si deseas comprarla, alguna incluso tiene el cartel de reservada.

La comida la hacemos en un restaurante italiano porque estamos cansados de la comida noruega que siempre es acompañada de patatas. Es sorprendente que teniendo tan buena materia prima, la elaboración resulte tan poco apetitosa, además los precios suelen retraer la elección.

Por la tarde, paseamos por algunas calles céntricas que todavía no habíamos frecuentado. Vamos buscando un lugar para tomar un descanso y quizás cenar. La hamburguesería Royal nos parece atractiva por su decoración y aspecto. De nuevo, hemos elegido una local para "no turistas", para noruegos. La cerveza de presión (draft) hay posibilidad de elegir: pilsen, ipa, negra. Pero debo advertir que esta cerveza tiene más gas que la de España, por eso, si tu presupuesto lo permite, pídete una botella. 

viernes, 23 de septiembre de 2022

Oslo: arte y ballet

De nuestra anterior visita a Oslo habíamos dejado pendiente dos actividades:

1.- La visita al National Museum que lo estaban trasladando a un nuevo edificio.

2.- La asistencia a un espectáculo en la Opera de Oslo, preferiblemente ballet.

El tiempo lluvioso invita a pasar el día al cubierto. El National Museum, inaugurado el 11 de junio de 2022, se ubica en un moderno edificio de tres plantas y terraza incluida con vistas al puerto de Oslo cuenta con ventanales en sus zonas de restauración que dan luminosidad aún en este día gris. Hay ochenta y seis salas. "The Collection presents some 6.500 selected works from Norway's largest collection of art, architecture and design - from antiquity to the present"

En el piso bajo (1 en el ascensor), un recorrido histórico por diferentes civilizaciones y contando con objetos de todo tipo.  Podemos encontrar desde cuadros, objetos de cerámica, joyas, vestidos de las reinas, incluso los electrodomésticos del siglo XX. 

En el primer piso (2), es el piso de la pintura y la escultura. Se clasifican históricamente en tres épocas:

- de 1500 a 1900: destacan las pinturas de paisajes de autores alemanes y noruegos, así como trabajos de  Munch, Monet y Manet.

- de 1900 a 1960: con una sección del reciente arte noruego y de los "samis". Así como obras de Picasso, Matisse y Bergman

- de 1960 a la actualidad. 

En el segundo piso (3) se sitúan las exposiciones temporales.

Siete horas de visita con una parada para comer, - la entrada sirve para todo el día por lo que se puede entrar y salir cuantas veces quieras - pasan sin enterarse por el interés y la cantidad de objetos a contemplar.

Por la tarde nos dirigimos a la opera para contemplar el espectáculo de Giselle. La cantidad de emociones que suscita no se pueden expresar por escrito.



jueves, 22 de septiembre de 2022

Bergen bajo la lluvia

 Hoy, el pronóstico del tiempo augura un 100% de lluvia. Resultado: llueve. Por eso, ya teníamos hacer un recorrido por lugares cerrados.

Por la mañana, acudimos a visitar el museo KODE que se encuentra repartido en cuatro edificios. La exposición permanente se encuentra en el número 3 y recoge obras correspondientes a donaciones de acaudaladas familias noruegas que coleccionaron obras de autores noruegos, entre los que encontramos algún Munch. En el edificio KODE 4, una exposición temporal dedicada a la mirada Queer: interesante y transgresora.

Otra visita que cuesta el precio de una cerveza, es decir, unos quince euros cada una, es el Fresco Hallen un edificio de la Bolsa, hoy convertido en hotel y un restaurante que ha sido decorado con unos murales de  Axel Revold representando la historia y la economía noruega. Esta especializado en cócteles aunque si tu presupuesto te lo permite, puedes reservar tu cena de fin de año.

Nuestro presupuesto nos lleva a un lugar más modesto a comer. El nuevo mercado de Pescado, en una terraza acristalada que nos permite contemplar bajo la lluvia pero sin mojarnos, la zona de Bryggen, sus casitas con sus colores amortiguados por la luz grisácea del cielo cubierto de nubes generosas.

Después de la comida, nos detenemos a ver en las vitrinas con los productos para la venta. Se acerca un empleado,  Munir , marroquí, madrileño de adopción que trabaja como cocinero en el Fish Me. Nos explica los diferentes tipos de salmones y de salsas. Incluso hay una pequeña polémica sobre cómo preparar el salmón a la marinara. Apunta que en Internet, la receta señala la misma cantidad de sal y de azúcar por lo que la sal gana en intensidad, él pone el doble de azúcar o incluso miel. Pensando dos veces creo que ese sabor dulces de los pasteles de Ramadán vencen en el discurso de Munir. Nos agasaja diciendo que nuestro inglés es bueno y que él domina seis idiomas.


 Nuestro hanseático hotel nos permite pasar el afternoon de forma agradable y no claustrofóbica como ocurre en otros hoteles.

A las seis de la tarde nos acercamos al Bryggen Museum antes de que cierren. El muchacho que nos ha atendido un muchacho que nos pregunta por nuestra procedencia :

- Spain, Zaragoza

- Yo conozco Real Zaragoza fútbol

Comienza a hablar en un trabajoso y voluntarioso español. Le pregunto por su afición por un equipo que lleva una década en segunda división a lo que responde diciendo que Zaragoza, campeón de la Recopa, con el gol de Nayim en el año 1995. Nos cuenta que un amigo suyo estuvo por un año en Zaragoza y que acudía al estadio todas las semanas. “El mundo es un pañuelo”, ya lo dijo David Lodge.


miércoles, 21 de septiembre de 2022

Bergen: El Agua

Hemos sido muy afortunados los días anteriores porque ha brillado el sol. Los días de lluvia previstos son de veintidós en el mes de septiembre. Hoy, que aparecen las primeras nubes, aprovechamos rápidamente para intentar ver el Naerofjord que está a una hora y media del puerto de Bergen. 

Acudimos a la oficina turismo para obtener información y comprar la tarjeta Green Card que te ofrece descuentos. Aunque estés de vacaciones te recomiendo hacer números y ver su rentabilidad. No resulta fácil obtener rentabilidad, ya que muchos museos son completamente gratis.

El barco sale por la tarde noruega, es decir, a las 14 horas. Aprovechamos la mañana para visitar la Fortaleza, dependencia militar, utilizada en la actualidad para recepciones. Ha sido reconstruida porque fue dañada de forma importante durante la II Guerra Mundial al explotar un barco en las inmediaciones. Me sorprendió contabilizar más de 150 sillones bajos todos iguales en torno a una veintena de mesas de madera. No había nadie a quién preguntar su finalidad.

Para conocer un poco más la vida noruega, nos pusimos como meta encontrar un libro sobre su mitología. De la búsqueda, dos enseñanzas: las galerías comerciales no son como las de España y hay muchos negocios que combinan el ser una galería de arte con otra actividad.

La excursión a Monstraumen merece la pena: al principio se trata de un fiordo amplio con laderas edificadas porque se trata de los alrededores de Bergen. No siempre las construcciones son bellas, pero según nos adentramos se comienzan a ver lugares idílicos. Hemos elegido un buen lugar en el exterior del barco, justo detrás del puente, que recomiendo porque cuando nos asomamos a proa el viento nos recuerda la latitud a la que nos encontramos. Es decir, frío.

El barco que ha ido a toda máquina reduce su velocidad cuando llegamos a lugares de estrechamiento que las normas de navegación obligan y nos permiten contemplar el paisaje desde el exterior ahora que ha salido el sol.

Llegamos a Monstraumen y el barco se acerca a la cascada hasta tocar la roca. No solo nos permite tocar el agua sino que el capitán reparte unos vasos de plástico para que podamos coger agua directamente de la cascada. Muy emocionante el momento que aumenta al saborearla.


El agua es Noruega es buenísima. En todos los lugares de restauración te la ofrecen gratuitamente sin necesidad de pedirla.

Para completar el día, decimos hacer una cena saludable en el DAYLI POT, donde sopa o ensalada la personalizas con diferentes componentes  de productos saludables: zanahoria, patata cocida, remolacha, brócoli.

Y colorín colorado hasta el próximo día


martes, 20 de septiembre de 2022

Excursión a Flam

 La oferta para visitar los fiordos que se encuentran en el entorno de Bergen es muy variada pero muy complicada de elegir. Por el temor de llegar y no tener ninguna disponibilidad, nos decidimos por la de "Norway in a nutshell" que te acercaba vía terrestre al final de un ramal del fiordo para conducirte hasta la archiconocida Flam sin tener que hacer un largo recorrido en el barco por el mar abierto.

La excursión comienza a las 9:00 horas en un tren que nos lleva hasta VOSS ( la ciudad famosa por el agua). Apenas la vemos porque en unos 30 minutos llega un autobús que nos conduce hasta Gudvangen,  donde nos subimos a un ferry para navegar por el fiordo de Nærøy y luego pasar al Aurlandsfjord que conduce a Flam, ambos están al final del famoso fiordo de los sueños (Sogne).

Habíamos leído que en el tren era mejor sentarse a la izquierda y en el autobús a la derecha para poder contemplar mejor el paisaje. Nuestra experiencia dice que da igual y que el tren pasa por tantos túneles que no da tiempo a fotografiar lo que contemplas a velocidad de flash.

El paseo en el barco durante dos horas es un cúmulo de sensaciones: frío porque en el fiordo de Nærøy apenas entra el sol. El frío se deja sentir en la cara cuando se sale a hacer fotografías en la proa pero merece la pena escuchar el silencio ya que el motor del catamarán es eléctrico. Especialmente disfrutamos con la sensación del barco deslizándose sobre las tranquilas aguas del fiordo. 


El Aurlandsfjord nos recibe con sol. La llegada a Flam nos templa y nos prepara para comer al exterior. La siguiente etapa es el tren a Myrdal que sube desde los 2 metros sobre el nivel del mar de Flam hasta los 866 metros de Myrdal. En Flam, un museo recoge objetos y fotografías de la construcción así como de los primeros tiempos del Flambanenn. El recorrido pasa por túneles helicoidales y por galerías abiertas para poder contemplar el paisaje. A mitad de camino, hace una parada para que los viajeros podamos bajarnos del tren a hacer fotografías de la cascada de Kjos (Kjosfossen, la desinencia fossen significa cascada en Noruego).

No obstante, como oí decir a otro turista: "Del tren de Flam no esperes mucho o te decepcionarás más". El tren se presenta como un tren de montaña pero su estructura es de un gran convoy con una decena de largos vagones y donde las ventanillas, por razones de seguridad, están herméticamente cerradas.

El recorrido entre Myrdal y Bergen a última hora de la tarde-noche con nuestras fuerzas exhaustas apenas sirve para sentarse en el tren. 

Nosotros hicimos este recorrido en bucle pero a los aficionados a la bicicleta de montaña podían haber ido de Bergen a Myrdal y haber bajado en bicicleta hasta Flam para volver por la tarde con la bicicleta en el tren.

lunes, 19 de septiembre de 2022

Primer día en Bergen



 Como comenté ayer la llegada no fue muy acertada al hacerlo de madrugada y no prever la dificultad de poder llegar hasta el centro de Bergen. Donde nos esperaba nuestra habitación en el The Handseatic Hotel.

El Hotel está junto al museo de los hanseáticos pero él mismo es un auténtico museo. No podemos indicar que era cómodo para llegar con maletas pero mereció la pena nuestra habitación nº 455 a la que se accedía desde el tercer piso del ascensor, luego se recorría un tortuoso pasillo para finalizar con unas empinadas escaleras. Pero mereció la pena ya que tuvimos a nuestra disposición ducha y bañera, unos 25 metros de habitación y ventanas al exterior.

Cuando llegas a una ciudad, lo primero que hay que hacer es un Free Tour en tu propia lengua. Esta vez no tuvimos mucha suerte porque nuestro guía de origen ucraniano (aunque en su pasaporte figuraba Unión Soviética) y con doble nacionalidad portuguesa se alargo con cuestiones conspiratorias de los hanseáticos y los masones. Así que conocimos el origen de la ciudad. Ciertamente, Bergen no tiene mucho que ver porque se ha incendiado en numerosas ocasiones y se ha vuelto a reconstruir. La construcción de madera no se lleva bien con el fuego y cuando hay piedra, como sucede en la fortaleza, la explosión de barcos durante las guerras del siglo pasado consiguen derrumbar las edificaciones.

Luego, de este recorrido histórico, nos apetecía ver la ciudad, su geografía. Para este fin lo mejor es subir en el Funicular hasta el monte Floyen. Cuando llegas al final, contemplar la ciudad desde el mirador. Luego, puedes caminar cuanto gustes en plena naturaleza contemplando el lago Skomakerdinet, pequeñas cascadas y algunas cabras. Te puedes adentrar en los bosques que se encuentran con los caminos facilitados con pasarelas de madera para evitar el fango. El descenso lo realizamos caminando y contemplando la ciudad desde distintas perspectivas. Un sinuoso y cerrado tobogán nos permite ahorrarnos unas pocas escaleras. La posición del hotel permite el descanso entre actividades. Así, después de la caminata nos tomamos un "fica" al estilo sueco.

Para la cena elegimos el Bryggeloftet &Stuene, un restaurante en el Bryggen, parte de la ciudad donde están ubicadas las celebres casitas. Nos ofrecen un menú donde no aparece el salmón. 

Y colorín, colorado después de 20 kms, la jornada del turista ha concluido.


domingo, 18 de septiembre de 2022

Jubilados viajeros

El título es la expresión que vino a mi mente cuando en el mes de septiembre paseaba por Bergen (Noruega). Aprovechamos que septiembre no es un mes masificado como lo es julio y agosto y que todavía hace buen tiempo. Y sobre todo, nos permitía utilizar los cash points (cupones, les llamo yo) en que se habían coneirtido nuestros euros de vuelos cancelados durante el confinamiento. 

Así que rumbo al polo norte a ver fiordos.

El vuelo dura tres horas y media porque aunque parezca que está ahí cerca son unos 3.000 kms. La llegada fue un poco oscura porque llegamos a las 00:30 horas, la mayoría de las tiendas del aeropuerto estaban cerradas y hubo que caminar  unos quinientos metros para recoger la maleta y salir fuera de la terminal. El aeropuerto es nuevo, pero está sobre-dimensionado y sin gente y con las luces apagadas tenía un aspecto siniestro.  

A la salida, sorpresa: los domingos, el tranvía y el autobús que conectan con la ciudad sólo funcionan hasta las 12 horas por lo que no había suficientes taxis para atender la demanda de viajeros. La temperatura no era la que hemos sufrido en España este verano pero el viento sin ser gélido no resultaba agradable a un cuerpo acostumbrado a noches de veinticinco grados Celsius.

A las 2:00 a.m, llegamos a nuestro hotel al que habíamos advertido de nuestra llegada a esa intempestiva hora. 

Del hotel, lo comentaré en la próxima publicación (post)