viernes, 16 de mayo de 2025

Ayuntamiento de Estocolmo

 


Después de dos intentos frustrados de visitar el Ayuntamiento de Estocolmo, tengo que asegurar que puedo entrar en alguna de las dos únicas visitas guiadas (9:30 y 10:00) que existen en mi último día en Estocolmo. 

Madrugar no es problema porque el sol salió a las 4:00 a.m. y resulta difícil poder oscurecer la habitación en la transparencia y honestidad calvinista.

Calculo que desde mi ubicación necesito unos treinta minutos para llegar hasta el Ayuntamiento, así que a las 8 salgo de casa y el enlace tranvía- metro funciona perfectamente, luego debo caminar unos diez minutos y voilà: estoy a las 8:32 adquiriendo mi entrada para la visita de las 10 ya que la primera está sold out.

Aprovecho la espera para disfrutar del soleado día en la explanada que hay junto al mar y que en el anterior viaje estaba cubierta de nieve.

La visita dura 45 minutos en el que se contemplan esos bonitos salones que se utilizan para las grandes ceremonias, entre la que destaca la de los premios Nobel que se celebra en la llamada Sala Azul que paradójicamente no lo es porque el arquitecto consideró que la desnudez de los ladrillos también era estética pero para entonces la gente ya le había asignado ese nombre.

Desde luego, si vas a Estocolmo no dejes de visitarlo y consulta el horario de visitas guiadas porque es el único modo de hacerlo.

jueves, 15 de mayo de 2025

San Isidro en Estocolmo

 Aprovecho para felicitar al único contacto que tengo con el nombre de Isidro. Mientras Ales está en la Universidad, pensaba a ir al Ayuntamiento ya que me anterior visita no pude visitarlo porque estaba cerrado. Al consultar Internet, compruebo que los jueves está cerrado  Debo cambiar de planes. Afortunadamente, el tiempo es soleado aunque frío sobe todo cuando sopla una ráfaga de viento.

Visito los lugares en torno al Radisson Collection Strand Hotel donde estuve alojado en el anterior viaje. Los lugares son distintos porque la nieve no los cubre. La ciudad, por la mañana, está llena de actividad. La zona comercial está llena de turistas y de locales, grupos de personas salen de las oficinas para hacer un fika.
Camino por la avenida Sveagäven concurrida de actividad para alcanzar la Escuela de Economía donde estudia Alessandro. Junto al edificio de la Escuela un parque en pendiente incluye unas interesantes esculturas y la siempre atractiva perspectiva desde el alto. Al otro lado se encuentra la Biblioteca Pública, la del edificio redondo, que está cerrada por obras hasta 2027.

Después de comer paseo por la calle Drottninggatan, una larga calle toda peatonalizada. El coche en esta ciudad no sirve. Comienzo a caminar y después de pasar por el Palacio Real sigo en el Gamla Stan por Västerlänggatan cuando hacia el oeste veo como las terrazas al sol están llenas y unas grandes bancadas permiten sentarse a tomar el sol. Actividad que sería una locura en el sur de Europa pero que aquí es necesaria para recargar las baterías físicas de vitamina D y vitales de ánimo y espíritu positivo.

La cena es el barrio de Sodermalm. Repito en el Meatballs for the People pero esta vez la experiencia no fue tan buena. El lugar se ha convertido en un lugar muy turístico y la experiencia de probar albóndigas de todo tipo no fue tan placentera como la vez anterior además de resultar un poco cara. Mi recomendación: prueba a comer albóndigas en cualquier otro restaurante.



miércoles, 14 de mayo de 2025

Otra vez, Estocolmo

 Hace tres años estuve cuatro días en Estocolmo de turismo. Ahora vuelvo para visitar a mi hijo. En la anterior ocasión, era el mes de febrero, nevaba y era necesario estar a cubierto la mayor parte del tiempo: museos, fikas, hotel o metropolitana. Ahora, es el mes de mayo. No es la primavera de la península Ibérica pero se puede estar en la calle y aprovechar las horas del mediodía para tomar el sol. Por otra parte, desde las cuatro de la mañana (4:00 A.M.) hasta las 22:30 de la noche (de la tarde es más preciso) hay suficiente claridad.

Consecuentemente, las calles desiertas de febrero dan paso al bullicio de gentes no sólo turistas sino también de los lugareños que invaden las calles como las flores invaden los campos en esta primavera.

He salido a las 7:00 de la mañana de Barcelona, primer vuelo del día, por lo que llega puntualmente al destino. El aeropuerto está muy bien señalizado y la terminal 2 de Arlanda no es muy grande y tiene el acceso directo al tren expreso que solo tarda 18 minutos en llegar a la Estación Central. El ser mayor de 65 años permite tener un precio muy competitivo con respecto al autobús.

Los lugares me parecen conocidos aunque no sólo el tiempo transcurrido desde la última vez me juega malas pasadas, sino también que las calles cubiertas de nieve no son lo mismo que ahora que están limpias del manto blanco o negro del hielo.

Pero me siento cómodo en esta ciudad. Tomo mi billete de 72 horas para poder utilizar cuanto quiera los medios de transporte: tren, Tbanna (metro), tranvia, autobus y barcos. Es muy conveniente porque Estocolmo está extendida en catorce islas. Siempre puedes encontrar algún descuento en el precio.

He quedado con mi hijo, estudiante de un Máster,  en la Estación. Busco para comer un local en el Gamla Stan (casco viejo) que estuve en el primer viaje pero del que no me acuerdo de su nombre. Y sorprendentemente lo encuentro siguiendo  como un perro el rastro: Slingerbulten.  Es un local cercano a la zona turística pero está frecuentado por público local y los precios son muy razonables. 

De camino nos hemos tropezado en el Palacio Real un homenaje a la guardia con acompañamiento de la banda de música.

Después de comer damos unos pasos por Djurgarden, la isla de los museos. El hotel que he reservado no tiene recepción personal sino a través de internet. A las 16:00 recibiré un SMS con un código para abrir las puertas y del número de la habitación. Es un aparta-hotel y aunque la habitación es pequeña por ser individual cuanta con todos los elementos para poder cenar en ella. La cama está escamoteada y baja del mismo.  Por eso, después de este día que comenzó a las cinco de la mañana, compramos un poco de salmón y hacemos una cena para aprovechar los elementos de este apartamento de nueve metros cuadrados.

lunes, 12 de mayo de 2025

Nada que decir

 He llegado a este lunes, 23 de marzo de 2025, sin una entrada programada escrita en las semanas anteriores pero el entorno me abruma:

- Los. malos del colegio: Ese señor del que me habla,(ESDQMH) Putin, Netanyahum

- La apatía social ante el horror de Gaza, Ucrania o Siria como 

- El todo por la pasta o la preeminencia de  lo económico.

- El sinvergüenza de Mazón que sigue ahí tratándonos de idiotas.

Hoy, 12 de mayo, a pesar del tono esperanzador de las noticias:

- Posible encuentro Putin y Zelensky

- Acuerdo entre Pakistan e Indía (que la semana pasada empezaron con enfrentamientos y 100 muertos)

- El nuevo Papa Leon XIV con sentido común (esto ya nos parece un éxito)

A pesar de todo esto, lo que me preocupaba hace dos meses sigue presente.