Me he puesto a analizar las ocho ubicaciones en las que he vivido en la ciudad de Zaragoza. Creo que debería calificarme como NÓMADA ya que fuera de Zaragoza también he estado en otras localidades. A los jóvenes de hoy en día, les parecerá normal; pero yo voy camino de setenta años. ¡Qué suerte o qué horror!
El análisis lo hago focalizando en el piso en el que he habitado.
En Andres Vicente (Barrio de Las Delicias), la primera casa donde vivi. Miraba desde el piso primero. La ventana de nuestro salón daba enfrente de una bocacalle, lo que me daba una amplia perspectiva a pesar de ser el primer piso. También me permitía ver lo que pasaba en la calle desde una barrera.
En San Juan de la Peña (Arrabal), era un adolescente y joven pero viví poco tiempo porque la mayor parte del año lo pasaba fuera realizando mis estudios de Bachillerato y universitarios. Vivíamos en el sexto piso y también era un excelente mirador hacia la estación de ferrocarril de Arrabal, hoy desmantelada. Eran los tiempos en que los tanques para realizar maniobras en el campo militar de San Gregorio llegaban en el tren, descargaban a cualquier hora del día y de la noche, y luego recorrían toda la calle hasta llegar al campo de tiro.
En la Avenida de Navarra, vuelvo al barrio de Delicias. Era un primer piso de un grupo de casas un tanto aisladas al pie del Parque Palomar. Los coetáneos y "over" lo denominarán Castillo Palomar. A pesar de tener balcón, era más cómodo bajar a los columpios que había en la urbanización, además mi hijo era pequeño y era más seguro. Aunque él recordará cuando se metió detrás del columpio y se llevó un buen golpe.
En Condes de Aragón. (Barrio de la Romareda). La visión era desde el noveno con una excelente terraza orientada hacia el oeste pero estaba rodeada de altos edificios. Al principio, podíamos ver el Moncayo en los días despejados. Pero había espacios por construir, así cuando construyeron la mole de "Aragonía", el horizonte desapareció.
En Vía Universitas, (Barrio de las Delicias) Vivía en el cuarto piso que daba a un patio interior de las viviendas de Calle Barcelona, Universitas y Hermanos Gambra. El patio era bastante amplio pero solo se veía la parte de atrás de unas viviendas con la ropa tendida en las ventanas.
En 2005 vine a vivir al Centro, donde mi voto se distingue en el colegio electoral. Por ahora, y espero que acaben mis mudanzas. He estado en un cuarto piso. La calle es estrecha y en ese tramo es sombría en invierno y abrasadora en verano porque era el último piso, además de recibir todo el sol del ocaso del estío. Luego, mudé a un calle supertransitada pero afortunadamente el apartamento era interior por lo que, a pesar el segundo piso era muy luminoso ya que daba a un amplio patio en el que divisaba el jardín de unas monjas.
Ahora vivo en el piso decimoquinto, no quinceavo, con vistas al suroeste de Zaragoza. Y con la posibilidad de acceder a la terraza comunitaria.