Anoche, cuando llegamos al Hotel después de 540 kilómetros y visita a dos ciudades, estábamos muy cansados como para salir a ver procesiones por Murcia, aunque fueran de Salzillo. Dejamos la visita para una tranquila mañana de domingo.
Después de desayunar el paseo por las calles con el naciente sol es muy agradable. Los servicios de limpieza han pasado por lo que los lugares que visitamos están limpios.
La catedral la visitamos discretamente porque ya han comenzado las misas. A la puerta, hay un montón de ramos de olivo para que los fieles puedan bendecirlas y llevarlas a su casa.
Tomamos un segundo café en el antiguo edificio de correos hoy convertido en un espacio gastronómico y lugar de celebración de reuniones. Nos acercamos a disfrutar del paseo junto al cauce del rio Segura aunque es muy corto porque todavía nos quedan unos doscientos kilómetros hasta llegar a nuestro destino: Roquetas de Mar.
La llegada a Roquetas resulta algo desagradable. Pensaba que el "mar de plásticos" de los invernaderos solo era en la zona de El Egido pero antes de ver el mar y los altos edificios de la costa, el paisaje es blanco grisáceo. Además por alguna extraña razón el GPS deja de funcionar y nos pierde un par de veces o nos hace dar vueltas innecesarias. Al final, llegamos al Hotel Evenia Zoraida Garden. Check in rápido, amable y con la habitación preparada.
Por la tarde, tenemos una reunión con los guías que se encargan de vender las excursiones y de informarnos de los servicios que un viaje del Inserso ofrece: seguro, médico y enfermera todos ellos externalizados. Parece extraño pero el servicio médico de los viajes del Inserso no lo gestiona la Seguridad Social. Igualmente, nos informan de los servicios del hotel: piscina, bar, actividades de animación: gimnasia por la mañana, baile por la tarde y espectáculo por la noche. Las excursiones son en autobús, incluyen la comida por lo que, habiéndonos desplazado en nuestro coche, decidimos hacerlas por nuestra cuenta.
Por la tarde, a pesar de un cielo gris y amenazador de lluvia, paseamos por el paseo marítimo hasta el pueblo para ver el castillo y el puerto. La impresión no es buena porque las basuras se encuentran más allá de sus contenedores. Luego, descubriremos que el servicio lleva cuatro días en huelga indefinida.