Queridos
profesores, compañeros y compañeras:
Hoy
nos hemos reunido de nuevo en esta Facultad, para celebrar que hace 25 años
finalizamos nuestros estudios de profesores de EGB, especialidad, Educación
Preescolar. Unos estudios que iniciamos, una vez superado el examen de ingreso
específico, con gran ilusión y vocación.
Seguro
que cada uno de nosotros guarda en su memoria recuerdos entrañables de estos
tres años en los que fuimos creciendo como personas, compañeros y
educadores. ¿Quién no recuerda las
clases de Pedagogía , de Psicología Evolutiva, de Tecnología, de Terapéutica..?
Y ¿las clases prácticas de Plástica: los bodegones, comics y manualidades que
fuimos realizando con mayor o menor arte y destreza? Y qué no decir de las
horas de ensayo que dedicamos a aprender a tocar la flauta e intentar entonar
con gracia y armonía a dos voces “el tilo que sombrea la casa en que nací…”. Y
por fin …las esperadas prácticas escolares que realizamos en nuestro último año
de formación, la ilusión y el entusiasmo
con los que vivimos estos meses en los que nos estrenábamos en nuestra labor de
educadores y en los que cada día
recibíamos de nuestros alumnos más de lo que nosotros éramos capaces de
entregar.
Tres
años de convivencia, de formación, en
los que fuimos forjándonos como maestros y preparándonos para poder desarrollar
en un futuro nuestra vocación: la educación.
Posteriormente,
circunstancias de la vida, hemos recorrido diferentes caminos
profesionales. Algunos hemos tenido la
gran suerte de poder ejercer como maestros, otros desarrollamos también con entusiasmo otras labores profesionales, pero seguro que
lo que nos une es la vocación de ser educadores allá donde estemos: enseñar a
ver, ayudar, orientar, conducir sin manipular, aprender, siempre aprender, despertar
la curiosidad, ilusionar, instruir,…ser generadores de vida , sembrar para que
otros recojan
No
queremos terminar este acto sin dar las gracias a nuestros profesores, a los que hoy nos acompañan: Don Enrique García,
Doña Rosa Domínguez, y Doña Teresa Ramos, doña Mª José Gil; y a todos los que nos ayudaron a crecer en
este camino tan apasionante que es la Educación.
También
es momento de recordar con cariño a todos los compañeros que hoy no pueden
estar con nosotros por diferentes motivos y sobre todo, hoy también tenemos
presentes a aquellos que nos han dejado, pero que permanecen en nuestra memoria
y en nuestro recuerdo.
Y
ya por último, leeros un poema de la Madre Teresa de Calcuta que resume lo que
en esencia es nuestra labor:
"Enseñarás
a volar,
pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar,
pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir,
pero no vivirán tu vida.
Sin embargo...
en cada vuelo,
en cada vida,
en cada sueño,
perdurará siempre la huella
del camino enseñado."
pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar,
pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir,
pero no vivirán tu vida.
Sin embargo...
en cada vuelo,
en cada vida,
en cada sueño,
perdurará siempre la huella
del camino enseñado."
Que
sepamos hoy también recordar lo vivido y celebrar la oportunidad que nos brinda
la vida de reunirnos de nuevo.
Zaragoza,
15 de septiembre de 2012