La afirmación de "todos los políticos son iguales" tiene el mismo tufillo de la de "todos los funcionarios y empleados públicos son unos vagos y jetas", o "las mujeres conducen fatal". Generalizar es peligroso porque suele favorecer al populismo interesado en sus propios intereses, valga la redundancia.
Es verdad que un gobierno democrático NO atiende todos mis intereses pero al menos me deja criticarle y puedo encontrar mecanismos para hacer valer mis intereses; pero si no hay políticos, en manos de quién dejamos nuestros intereses y derechos: ¿en manos de un técnico, véase Tamames? ¿En manos de un iluminado? ¿En manos de un poseedor de la verdad?
Decía el autor de Los viajes de Gulliver, que no había que dejar en manos de los que saben nuestro gobierno.
"Al escoger personas para cualquier empleo se mira más la moralidad que las grandes aptitudes, pues dado que el gobierno es necesario a la Humanidad, suponen allí que el nivel general del entendimiento humano ha de convenir a un oficio u otro, y que la Providencia nunca pudo pretender hacer de la administración de los negocios públicos un misterio que sólo comprendan algunas personas de genio sublime"
He conocido políticos y políticas que han servido a la comunidad, también he conocido a otros que se han aprovechado de su cargo para medrar profesionalmente y supongo de otros que, como puede oírse en los telediarios, obtuvieron beneficios económicos que no les correspondían. Pero, ¿cómo no van a caer en la tentación, si el demérito tiene cuentas fuera de España?