La educación vial es una asignatura transversal que en cada reforma curricular se recuerda su importancia pero nunca se ha reivindicado que fuera una asignatura de Bachillerato como lo hace la Educación Económica. Tal vez porque la educación vial no tiene facultades en las universidades como ocurre con la Economía, solo un excelente Instituto de investigación en la Universidad de Valencia y algunas propuestas de asignaturas y cursos de otras Universidades.
Durante este casi año de COVID, he paseado y caminado porque evito utilizar los transportes públicos ya que no me siento seguro y sin escapatoria como cuando camino que puedo cambiar de acera, pararme, dar media vuelta o elegir una calle menos concurrida.
Lo que todos los días aprecio es que nadie se preocupa por la salud y el bienestar del OTRO/A.
Enumeraré algunas de las conductas incívicas relativas a la educación vial de peatones, ciclistas, patines y otros artilugios de VMP (Vehículos de movilidad personal), motos y coches.
Peatones:
La circulación por la acera de la derecha no se realiza, aunque tu acera derecha sea más amplia y esté casi vacía. (por ejemplo, C/ San Ignacio de Loyola en Zaragoza)Circular en línea a tapar la calle y no ceder el paso a otras personas que vienen en dirección contraria y por su acera, es muy habitual y, por supuesto, tampoco la de pedir disculpas.
Detenerse en medio de la acera a conversar con otra familia de convivientes y no dejar paso para el resto de la ciudadanía es otro de los comportamientos habituales que tampoco viene acompañado de la retirada y de las disculpas.
Los fumadores podrían aprovechar las restricciones para dejar esa costumbre que asumieron de forma acrítica y que nos cuesta tanto a los contribuyentes.
Estos comportamientos en tiempos de Covid son más gravosos por cuanto el mantenimiento de las distancias es una necesidad para parar los contagios,