Nuestro viaje del Inserso toca a su fín. La vuelta son otros ochocientos kilómetros de carretera. Afortunadamente, las comunidades que atravesamos tienen fiesta el lunes de Pascua por lo que la congestión de tráfico será menor. Vamos aprovechar para ver un pueblo de la provincia de Almería que nos faltaba por visitar: Mojacar.
Nos dirijimos en primer lugar al paseo marítimo que en las primeras horas de la mañana está desierto. En vacaciones, se madruga poco. Luego, subimos al pueblo y tenemos suerte de encontrar un aparcamiento junto al ascensor que sube hacia la parte alta del pueblo. Es difícil encontrar donde dejar el coche puesto que estos pueblos atalaya no tenían la finalidad de recoger a gran numero de turistas. Los extranjeros nunca eran bienvenidos porque nunca llegaban con buenas intenciones.
Nos acercamos al centro de Información Turística donde nos indican sobre un mapa impreso los miradores y los puntos principales de interés. Hacemos una visita contemplativa rápida porque sólo hemos hecho unos cien kilómetros.Así que de nuevo a la carretera que a media mañana (11:00) se encuentra más transitada, pero se avanza sin detenciones. A cierto punto, la app Waze nos saca de la ruta A-7 que era la que llevábamos. Por unos caminos rurales asfaltados que discurren paralelos a la autovía vamos avanzando a una velocidad que nos permite no perder tiempo ni la paciencia.
Nuestro próximo destino es Elche donde se nos quedó pendiente la visita al Huerto del Cura. La hora estimada de llegada son las 14:30 por lo que la copiloto, experta en la búsqueda de restaurantes, inicia su investigación sobre "dónde comer una paella en Elx", el mejor resultado es Els Capellans, en el Hotel Huerto del Cura. Hacemos la reserva por Internet, estamos en lista de espera pero...(antes estas cosas no ocurrían).
A pesar de atascos y pérdidas dentro de la ciudad de Elx, a las 14:27 encontramos un aparcamiento gratuito en la calle junto al Hotel. Entramos. Nos dicen que esperemos. En ese momento, han cancelado una reserva. ¡Y qué reserva!: una gran mesa redonda con vistas al jardín de palmeras del hotel. La comida excelente. El servicio excelente. Caro pero ha merecido la pena.
El Huerto del Cura es un espacio con palmeras y otras plantas bien cuidadas pero el número de palmeras es muy pequeño con relación a los otros espacios con palmeras que se detallan en el mapa y que vemos cuando salimos de la ciudad. Algunos de los espacios no parecen muy cuidados pero las palmeras resisten la urbanización.
De Elche a Zaragoza quinientos kilómetros pero cuando pasamos Sagunto y empieza la cuesta arriba ya comienza a sentirse la comunidad aragonesa. Una breve parada en Barracas para cambio de conductor y a las 22:00 después de trece horas entramos por la puerta de casa.