Hace unos días, recordando a Tomás Pollán, pensé que la muerte ha estado presente tantas veces en este blog. Efectivamente, puse la palabra muerte y me aparecieron una decena de entradas: Mi madre, un pariente, una compañera de trabajo demasiado joven para morir y Tomás (curiosamente en la primera entrada del fallecimiento de Tomás no aparece la palabra "muerte". ¡Qué listo es nuestro cerebro que desea protegernos en todo momento!). Pero también el joven finlandés que mató a sus compañeros, sus profesores y a él mismo.
Como dice Antonio, lo único seguro de esta vida es que moriremos. Todo lo demás, es más o menos probable: casarse, divorciarse, trabajar, estar en el paro, ser profesor, tornero o controlador aéreo, comprarse un coche, comprar o alquilar un piso, subir al Everest o ligar con una rubia o con un rubio de ojos azules y atento como un argentino.
Nos enseñan a todo: a pasar exámenes, a conducir, educación sexual, vial, a esquiar, a jugar al fútbol, al ajedrez pero nadie nos enseña cómo se acepta que la vida tiene un final y no vale decir que existe la vida eterna, ¿entonces qué hacemos los desconfiados?
De todos modos, alegría que es hoy es viernes. ¡Feliz fin de semana!
Vaya entrada que me ha salido.
viernes, 12 de febrero de 2010
La muerte en este blog
Nadie se asuste. El blog no muere. Seguirá mientras vosotros, casi más preciso, vosotras sigáis haciendo comentarios.
jueves, 11 de febrero de 2010
Orientaciones de otra época
Solución a las preguntas de ayer:
"Yo soy español" Libro del Primer Grado de Historia por Agustín Serrano de Haro. Inspector de Enseñanza Primaria. Editorial Escuela Española, Madrid, 1959 (23ª edición)
Después del índice, llegan "Unas advertencias a los educadores":
"La enseñanza de la Historia es muy difícil, y en los primeros grados, más; tanto, que hay muchísimas Escuelas, millares y millares de Escuelas, en que los Maestros, frustrados los primeros generosos intentos, han abandonado la difícil empresa, malogrando así gérmenes preciosísimos y fecundos de educación intelectual y moral y de formación patriótica y ciudadana.
Cuando estuvo de moda buscar fuera de España la solución de nuestros problemas, se nos ofreció la idea de enseñar a los niños pequeños la "historia de las cosas", como si lo inerte, aunque encarne una preocupación humana, pudiera interesar a los chiquitines más que las figuras vivas y reales, que llenan de actividad y de interés los senos infinitos del tiempo".
Y continua con otras consideraciones tan bien argumetadas. ;-)
Después del índice, llegan "Unas advertencias a los educadores":
"La enseñanza de la Historia es muy difícil, y en los primeros grados, más; tanto, que hay muchísimas Escuelas, millares y millares de Escuelas, en que los Maestros, frustrados los primeros generosos intentos, han abandonado la difícil empresa, malogrando así gérmenes preciosísimos y fecundos de educación intelectual y moral y de formación patriótica y ciudadana.
Cuando estuvo de moda buscar fuera de España la solución de nuestros problemas, se nos ofreció la idea de enseñar a los niños pequeños la "historia de las cosas", como si lo inerte, aunque encarne una preocupación humana, pudiera interesar a los chiquitines más que las figuras vivas y reales, que llenan de actividad y de interés los senos infinitos del tiempo".
Y continua con otras consideraciones tan bien argumetadas. ;-)
miércoles, 10 de febrero de 2010
¿Serías capaz de hacer eso tú?
Revisando libros de texto antiguos, el título de esta unidad en el índice llamó mi atención. Y transcribo:
"Hasta los niños daban con gusto su vida por Jesús.
Justo y Pastor eran dos hermanos que vivían en Alcalá de Henares, un pueblo que hay cerca de Madrid. Uno tenía nueve años y otro siete.
Llegó allí un Gobernador de Roma que decía que iba a matar a todos los cristianos. Y los dos niños, que eran muy valientes, mucho más valientes que los romanos, se fueron al palacio del Gobernador a decirle que ellos eran cristianos.
El Gobernador mandó que los azotaran. Mientras les daban terribles azotes con duras cuerdas, Justo decía a su hermano:
- No temas este tormento, que el Señor nos llevará en seguida a disfrutar en el Cielo.
Y Pastor decía a Justo:
- Todo me parece poco por Jesucristo
Entonces el Gobernador, lleno de ira, mandó que los sacaran al campo y que a media noche les cortaran la cabeza.
Y los niños murieron tan contentos porque daban su vida por Jesús.
¡Eso sí que es ser valientes! ¡Eso sí que es amar a Dios!"
Aseguro que lo único que he cambiado es la longitud de las líneas.
Hay que adivinar: ¿ La asignatura? ¿La edad a la que está dirigido o a qué curso pertenece el libro dónde se encuentra este texto? ¿El año de edición?
Se admiten errores y aproximaciones. El error no lo castigamos sino que intentamos corregirlo.
Ah! Mañana os pongo las orientaciones didácticas para el profesorado que aparecen en "Unas advertencias a los educadores".
Justo y Pastor eran dos hermanos que vivían en Alcalá de Henares, un pueblo que hay cerca de Madrid. Uno tenía nueve años y otro siete.
Llegó allí un Gobernador de Roma que decía que iba a matar a todos los cristianos. Y los dos niños, que eran muy valientes, mucho más valientes que los romanos, se fueron al palacio del Gobernador a decirle que ellos eran cristianos.
El Gobernador mandó que los azotaran. Mientras les daban terribles azotes con duras cuerdas, Justo decía a su hermano:
- No temas este tormento, que el Señor nos llevará en seguida a disfrutar en el Cielo.
Y Pastor decía a Justo:
- Todo me parece poco por Jesucristo
Entonces el Gobernador, lleno de ira, mandó que los sacaran al campo y que a media noche les cortaran la cabeza.
Y los niños murieron tan contentos porque daban su vida por Jesús.
¡Eso sí que es ser valientes! ¡Eso sí que es amar a Dios!"
Aseguro que lo único que he cambiado es la longitud de las líneas.
Hay que adivinar: ¿ La asignatura? ¿La edad a la que está dirigido o a qué curso pertenece el libro dónde se encuentra este texto? ¿El año de edición?
Se admiten errores y aproximaciones. El error no lo castigamos sino que intentamos corregirlo.
Ah! Mañana os pongo las orientaciones didácticas para el profesorado que aparecen en "Unas advertencias a los educadores".
martes, 9 de febrero de 2010
Cultura de la evaluación
Tres situaciones:
- Revisión de las calificaciones
- Grupo de profesores analizando una fase de un Máster
- Ponencia del profesor Caride
- Revisión de las calificaciones
- Grupo de profesores analizando una fase de un Máster
- Ponencia del profesor Caride
El ponente dice: " Hay que hacer inmersión en la cultura de la evaluación. No basta con el diseño de acciones sino que debemos llegar hasta el final y observar si se cumple tal como habíamos previsto. Sin miedo a tener que rectificar y reconocer que nos habíamos equivocado".
El grupo de profesores pide que no haya errores administrativos porque, por PRINCIPIO, el profesor A no aceptará en su acta la calificación que le pase el profesor B de un alumno que, por error, figura en SU acta. [Las mayúsculas son mías, pero aseguro que creo que las oí]
Los estudiantes tampoco adquirieron la cultura de la autoevaluación. A veces, les han dicho que se pongan nota, pero no que se evalúen. Por eso, cuando ellos están suspensos no son capaces de reconocer las diferencias con un ejercicio que ha sido calificado como sobresaliente por el profesor.
El grupo de profesores pide que no haya errores administrativos porque, por PRINCIPIO, el profesor A no aceptará en su acta la calificación que le pase el profesor B de un alumno que, por error, figura en SU acta. [Las mayúsculas son mías, pero aseguro que creo que las oí]
Los estudiantes tampoco adquirieron la cultura de la autoevaluación. A veces, les han dicho que se pongan nota, pero no que se evalúen. Por eso, cuando ellos están suspensos no son capaces de reconocer las diferencias con un ejercicio que ha sido calificado como sobresaliente por el profesor.
lunes, 8 de febrero de 2010
Curiosos impertinentes
En el Palacio de Sástago se exhibe una exposición titulada "Los curiosos impertinentes, pintores británicos en la España romántica del siglo XIX".
Me ha impresionado porque no recordaba una exposición pictórica en la que la gente fuera tan protagonista.
Los viajeros, a la vez que pintores o poetas, británicos se pasearon por España y después de retratar el paisaje de la Alhambra de mil maneras diferentes: al atardecer, al mediodía, desde la vista del sur, desde el patio; decidieron ponerse a retratar al pueblo español. No fijaron su objetivo en los nobles (quizás no estaban a su alcance), sino en los vendedores, en los toreros, en las familias que visitaban sus presos en la cárcel o en el bandolero que se despedía de su hijo recién nacido.
En realidad, no es un retrato sino una fotografía en oleo que recoge la actividad grupal que vende- compra, que charla, que corteja, que pide permiso para mendigar. Además de las constumbres que podemos constatar, la cara de las personas o los personajes dibujados podría ser utilizada en la clase de psicología para describir los estados de ánimo, la personalidad y la actitud de cada uno de ellos.
Los viajeros, a la vez que pintores o poetas, británicos se pasearon por España y después de retratar el paisaje de la Alhambra de mil maneras diferentes: al atardecer, al mediodía, desde la vista del sur, desde el patio; decidieron ponerse a retratar al pueblo español. No fijaron su objetivo en los nobles (quizás no estaban a su alcance), sino en los vendedores, en los toreros, en las familias que visitaban sus presos en la cárcel o en el bandolero que se despedía de su hijo recién nacido.
En realidad, no es un retrato sino una fotografía en oleo que recoge la actividad grupal que vende- compra, que charla, que corteja, que pide permiso para mendigar. Además de las constumbres que podemos constatar, la cara de las personas o los personajes dibujados podría ser utilizada en la clase de psicología para describir los estados de ánimo, la personalidad y la actitud de cada uno de ellos.
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