En primer lugar, hay que pensar que las cosas nos irán bien. Si las pensamos pueden convertirse en profecia. ¿Os acordáis del efecto Pygmalion? Think positive. Atención porque si se piensa en negativo, también puede llegar a ser realidad.
Luego existen cuatro consejos físicos a realizar con discreción:
- - Echar los hombros hacia atrás. Vamos! Sacar pecho.
- - Pegar unos saltitos sobre el mismo sitio
- - Apretar bien un puño o los dos.
- - Respirar con la tripa como las embarazadas