miércoles, 14 de agosto de 2024

El fracaso de la escuela

 Es el título del libro de John Holt publicado en 1977 en la colección de bolsillo de Alianza Editorial. Se trata de una recopilación de artículos publicados en 1967, 68 y y 69. !Qué gran invento la del libro de bolsillo y la excelente selección de libros de diversas materias, un millar de libros!

El libro y las ideas de Holt me siguen pareciendo válidas cincuenta años mas tarde. Las buenas ideas siempre permanecen, las modas desaparecen. Aporto solo los títulos de los artículos. Merece la pena que busquen el libro en alguna biblioteca o por Internet de segunda mano, incluso un resumen de dos paginas.


  • El auténtico aprendizaje
  • Un poco de aprendizaje
  • Las escuelas son lugares nefastos para los niños.
  • Una lucha a muerte.
  • Los profesores hablan demasiado. Dominantes en las discusiones. Desconectar.
  • La tiranía de los exámenes.
  • No todo tiempo pasado fue mejor.
  • Como hacer que los niños odien la lectura.
  • Orden y desorden
  • Enseñar lo inenseñable
  • Una educación para el futuro.
    • La paz
    • El racismo
    • Trabajo y tiempo libre
    • La pobreza, el despilfarro y el medio ambiente.
    • La libertad
  • Las chapucerías en educación
  • Niños encarcelados
  • La cómica verdad de un problema acuciante.
La carta final recoge todo su pensamiento:
[He considerado poner los puntos y aparte para resaltar y enfatizar las ideas, así como poner en negrita los temas]

Estimado sr. Bliss:
Creo que los niños aprenden mejor cuando aprenden lo que ellos quieren, del modo que ellos quieren y cuando ellos quieren, por propia curiosidad y no por obligación
Creo que la enseñanza mejoraría mucho si pudiésemos abolir totalmente o en su mayor parte, el curriculum fijo de asignaturas  tal como está organizado actualmente. 
No creo ni los tests ni las notas tengan ninguna función intrínseca ni útil para la enseñanza, de hecho pervierten y dificultan el proceso de aprendizaje.
Estoy totalmente en contra de cualquier de los llamados sistemas de agrupamiento por capacidades dentro de la escuela. 
Pienso que en la mayoría de los casos, es el acto de enseñar en sí el que impide el aprendizaje, sobre todo en la lectura; creo, en resumen, que los niños aprenderían mejor si no se les enseñara a ello
Creo que tenemos que encontrar la forma de integrar en la escuela personas que no sean profesores. Pienso que no es bueno que los niños pasen todo el tiempo con personas que no tienen más preocupación que los niños. Me gustaría ver cómo acuden a la escuela riadas de personas para hablar de su vida y de su trabajo en el mundo cotidiano. Me gustaría también que se estimulara a los niños a utilizar los recursos de puertas afuera de l escuela para ampliar su aprendizaje.
Creo que la asistencia obligatoria a la escuela no cumple ya una función valida ni para las escuelas ni para los profesores ni para los alumnos, y que se debería eliminar, o al menos, modificar profundamente.
Creo que hemos convertido la Educación, que debería ser algo que ayudase  los jóvenes a  desenvolverse en el mundo y. realizar en él cosas útiles, en un enorme obstáculo que se interpone en su camino, y creo que tenemos que encontrar formas de eliminar dicho obstáculo. En resumen, estoy en contra de todo tipo de credenciales y prerrequisitos para realizar un trabajo. Creo que deberíamos eliminar cualquier posible obstáculo entre un niño y cualquier contribución beneficiosa o útil que desee aportar a la  sociedad . Todo lo que decimos y hacemos tiende  separar el aprendizaje de la vida, cuando debería precisamente lo contrario.
…Suyo  atentamente

John Holt

martes, 13 de agosto de 2024

Y la vida va pasando

Hoy es el aniversario de la muerte de mi madre, de nuestra madre porque este post va dirigido a mi hermano y mis hermanas. También puede empatizar por quienes sois huérfanos como nosotros.

El mes de agosto, cercano a la festividad de la Virgen, del ferragosto, es un buen mes para morir si quieres irte sin hacer ruido, sin molestar a tus seres queridos. Quizás ese marchar silencioso todavía no lo he superado porque el verdadero duelo permanece. Los seres queridos viven en nuestro recuerdo.

Esto lo escribí hace dos años y sigue siendo valido, no creo que pueda expresarlo mejor:

Aniversario de la muerte de mi madre

13 de agosto de 2006, ya han pasado dieciséis años. Ales, mi hijo, tenía cuatro años, los mismos que tenía Iván, mi hijo mayor, cuando falleció mi padre.

En ese momento, Juanjo, María, Aurea y yo nos convertimos en huérfanos. Ya nadie nos llamaría con ese siempre  cariñoso apelativo de “hijo mío”. 

Dicen que el paso del tiempo atenúa el dolor pero el recuerdo permanece. De los primeros momentos recuerdo claramente los del fallecimiento de mi madre, los del fallecimiento de mi padre son más borrosos. Porque era más joven, 27 años frente a 49 años. Porque apenas conviví con mi padre, desde los 14 años hasta los 22 años estuve fuera de casa y en la infancia como canta “Revolver” el padre trabajaba desde la madrugada hasta la noche.

No quisiera entrar en detalles difíciles de explicar y más difíciles de entender sino empatizas con la situación.  

Piensas lo que no dijiste o lo que dijiste, lo que hiciste o lo que no hiciste, las atenciones y las desatenciones que tuviste con tu padre y, sobre todo, con tu madre.


lunes, 12 de agosto de 2024

Nietos

¿Hasta que punto ser abuelo forma parte de la identidad del ser humano?  

Nuestra generación solo tuvo uno o dos hijos.

Nuestras  hijas retrasaron la maternidad.

Las parejas consideraron que las mascotas podían llenar sus necesidades afectivas.

En nuestras urbes, había mas mascotas que niños.

En suma, nadie nos llamará abuelos. Igual que cuando mueren nuestros progenitores, la orfandad nos roba la identidad de hijos; la realidad socioeconómica actual nos sustrae la identidad de ABUELO, ABUELA.

Quizás debería aparecer una app de adopción de Nietos igual que hay una adopción de hijos.