Sin llegar la primavera, en una fría tarde dominical, te has marchado. Hasta siempre Rector, Amigo, Maestro, no sabría decir en qué orden.
Yo conocía de oídas a Manolo López desde los tiempos del rector Vicente Camarena (años 80), pero la campaña electoral a rector de 2008 y el acuerdo entre mi grupo, Colectivo de Profesores, y el de Manolo, Renovación, o el destino y mi fortuna hicieron que me convirtiera en su Jefe de Campaña.
Todavía recuerdo el primer encuentro en la cafetería “Las Menades” una mañana de sábado donde nos tuvimos que reconocer por nuestro aspecto fuera de lugar y de día. Y allí empezaron quince días de campaña que iniciamos como perdedores y terminamos ganando con un porcentaje mayor del esperado.
Esas dos semanas sirvieron para que yo aprendiera de Universidad, de Política, de la Vida. Sirvieron para forjar una amistad y un cariño que nos ha seguido hasta el día de nuestro último encuentro: el aperitivo solidario de Navidad.
Siendo Rector y yo Decano, busque su consejo en las ocasiones difíciles porque sabía de su “visión”, la intuitiva obvio, de la "otra"siempre el mismo hizo chanza de su característica. A propósito, una anécdota y una consideración de la campaña electoral de 2008:
Dani García Nieto le hizo una viñeta sobre su vista. En los primeras días de campaña, yo no sabía muy bien como gestionar esta característica de Manolo por lo que propuse no difundir la viñeta. A lo que Manolo, dijo que había que hacerlo. Su falta de visión física, la resolvía con una capacidad de memoria, entre otras competencias y una intuición especial para captar el clima, el ambiente de una reunión.
Aquella campaña y esa “característica” tenía un aspecto negativo y otro positivo: No le podía pasar notas cuando estaba interviniendo en un meeting, pero a cambio tampoco había que prepararle ningún discurso porque aunque tuviera notas a letra grande, casi nunca lo seguía.
Son muchos los recuerdos desde entonces, una década en la que nuestra relación institucional fue muy próxima, cariñosa. Al finalizar algunos actos en los que ambos interveníamos, se acercaban algunas personas para decirme: “se nota que el rector te quiere y aprecia”. Y así lo he sentido.
Su muerte, me hace recordar la de otros compañeros fallecidos estando en servicio como él: Tomás Pollán, José Luis Alonso, Amparo Sánchez, Jacinto Montenegro.
Siempre en MI recuerdo. A los que ya somos del club de huérfanos, nos dejas más huérfanos todavía y mañana, es el día del Padre.
Un abrazo a Merche, a tus hijos y nietos.
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