sábado, 5 de febrero de 2022

Asturias destino querido_8

 Séptimo día: el regreso. La vuelta a Zaragoza debe incluir una parada para acostumbrarse a la temperatura canicular de la depresión del Ebro o más bien que nuestro cuerpo y nuestra mente no quieren finalizar esta experiencia de verano norteño. 

Por eso, elegimos Santander. Visitamos la Fundación Botín en la que el continente y su ubicación junto al mar son excepcionales. Además, una extensa y cuidada exposición donde se asocia la pintura de Picasso con el arte de los iberos y cuya influencia se reconoce como precursora del camino hacia el cubismo. 


“La exposición es un juego de espejos en el que piezas primitivas colocadas al lado o frente a obras de Picasso más que dialogar, se imitan”.

Después de comer y con la mochila cargada de pereza, reemprendemos la marcha. El cielo está cubierto pero cuando pasamos Bilbao y comenzamos a subir a Altube, el sol aparece y la llanura amarilla ciega nuestros ojos. Mas adelante, desde los llanos de Logroño, comenzamos a ver nubes negras en los horizontes. Parece que las tormentas de la previsión meteorológica vienen a su cita. Poco a poco nos vamos aproximando hacia las nubes amenazadoras hasta que comienza a llover con gotas gordas pero escasas. Pero en cierto momento, a  100 kms de nuestra meta, las dos tormentas se aproximan y descargan un aguacero que convierte en un gran charco al asfalto drenante de la autopista.

Tras una conducción cuidadosa en el que sistema ACC (Control de crucero adaptativo) del vehículo se ha puesto en huelga y nos ha dejado solos ante el peligro; llegamos a cenar a nuestras casas.


jueves, 3 de febrero de 2022

Asturias destino querido_7

 Sexto día.-Último día en Asturias, lo dedicaremos a la playa. Repetimos desde primera hora la Playa de Vega. En primer lugar, un paseo por la amplia y húmeda arena. Luego nos animamos a un baño con prudencia antes de que lleguen los socorristas. Cuando llegan, descubrimos que ellos determinan al momento el espacio donde se puede entrar al mar a saltar las olas. Aquí no se disfruta de las tranquilas aguas del Mediterráneo. Las corrientes son cambiantes y al mismo tiempo los socorristas cambian las banderas señalizadoras del espacio seguro o, al menos, controlado.


El menú en el Güeyu Mar, hoy incluye ensalada de ventresca, parrochas y “filete vega” que se compone de ternera, tomate y queso fundido, una versión light del cachopo.

Por la tarde, regresamos a descansar al hotel y preparar las maletas. Toca las despedida y las compras de regalos y recuerdos que incluyen las fabes y el preparado de chorizo, tocino y morcilla para aderezarlas.

En este último día de vacaciones hay dos momentos que me llevan a una reflexión más profunda de lo que se le pide a un relato de viaje:

- parece que siempre los momentos de gozo vienen acompañado de algún hecho luctuoso, nosotros también lo tuvimos.

- en los momentos de ocio, siempre hay lugar para la reflexión sociológica. Carmen  puso equivocadamente una fotografía junto a Enrique en su “estado de whatsapp” (algunos no sabíamos que eso existía y, sobre todo, no sabíamos que la gente lo miraba con dicha frecuencia). Resultado: 100 personas lo visitaron y algunas hicieron comentarios. Por eso, decidimos que Angela y María se hicieran una foto parecida con Enrique, el varón del grupo, que si bien no alcanzaron el centenar de visitas también fueron visitadas por un importante número de personas. Conclusión: se lleva el postureo y el personal está muy aburrido.



martes, 1 de febrero de 2022

Asturias destino querido_6

 Quinto día.- La mañana la dedicamos a visitar maravillas de la naturaleza:

a)  La Cuevona, una gruta de estalactitas y estalagmitas de grandes dimensiones, 300 metros de longitud, que se habilitó desde hace tiempo para dar paso a la aldea de Cuevas. Si bien se puede recorrer montado en el coche, nosotras decidimos pasear mirando y haciéndonos ver por los vehículos que la atraviesan. 

b) Arriondas, la vemos desde nuestro coche porque el número de vehículos presentes es superior a sus posibilidades de aparcamiento. Casi ocurre lo mismo en la superficie acuosa. Aquí, donde parte la carrera internacional suspendida este año por segunda vez, el río está atestado de piraguas que ocultan el agua aunque ya sea lunes.

c) Mirador del Fitu, una antigua atalaya de hormigón de principios del siglo XX: en uno de los collados de la Sierra de Sueves.

“Desde aquí podemos realizar un plano secuencia sin cortes, apenas sin pestañeos, que deja ver los elementos básicos del paisaje asturiano: mar, media montaña, alta montaña, prados, valles, niebla, poblaciones”. 

Como casi todos los lugares típicos de de turismo está lleno de público que hace fila. La pandemia ha grabado a fuego en nuestras costumbres el “hacer fila” y temo que no tiene vacuna. Pero nosotras renunciamos a la fila y a la atalaya y subimos a unas rocas para realizar el plano secuencia que dicen las guías turísticas.

Hemos llegado al mediodía y el cielo ha dejado salir a un sol radiante. Decidimos bajar a las playas que veíamos desde el mirador. Nos habían hablado muy bien de la playa de Vega aunque nuestra impaciencia nos lleva al acceso Oeste  desde el que para acceder, se precisa un largo recorrido y bajar por empinadas pendientes. Recomendación para visitantes: acceda por la población de Vega, acceso Este de la playa, el más cercano a Ribadesella.

En el acceso Este, la playa se encuentra muy equipada con duchas cubiertas y baños, así como varios restaurantes y bares donde tomamos el aperitivo mientras esperamos nuestro turno para poder comer.

El menú de este día. Pizza de jamón de york y queso (hecha al estilo italiano), ensalada de atún, chorizo a la sidra, parrochas y tarta de queso para finalizar.

Durante la tarde, dormimos la siesta en la playa aunque cada veinte minutos aproximadamente debemos retroceder nuestras posiciones con la subida de la marea. En el ocaso, uno de los establecimientos ofrece una terraza en altura para disfrutar de la despedida diaria del sol tomando un coctel o una cerveza.