La entrada de ayer y la foto que la ilustra llevó a la confusión de que el novio era yo. Los más próximos saben que “non ho l’età para esposarme”, si bien estoy en la edad de amar todo lo bueno y bello de la vida. Mi crónica de sociedad será de un tono algo impersonal y sin entrar en detalles ya que no he pedido permiso a nadie para hacerlo. Aunque la generación actual colgará todo en las redes sociales con un concepto de la privacidad diferente al de otros tiempos.
Quienes hayáis leído el post de ayer, habréis podido deducir que la boda se celebraría en la playa. Se trataba de un matrimonio civil. Me correspondía acompañar a la madre de la novia por lo que estaba más preocupado por representar bien mi papel más que la de observador para una crónica.
Todos celebramos que el cielo estuviese cubierto con unas nubes mitigadoras del sol que hacían la temperatura agradable y permitía a los fotógrafos tener una luz sin grandes sombras.
11:15
El novio y la novia llegan a las habitaciones reservadas junto al lugar de la ceremonia. Llegan con quince testigos repartidos entre 7+8=8+7 de los amigos del novio y de las amigas de la novia.
Se maquilla a la novia, los fotógrafos registran gráficamente todo lo que ocurre. Corbata, gemelos, tirantes, en el caso del novio, la madre y madrina que ajusta la camisa. Etc. Y por doquier se oye el peliculero "que el novio no vea a la novia con el traje".
Estaba previsto que el novio llegara a las 12.25 al inicio del lugar de la ceremonia. Pero son las 12.20 y el novio no puede salir porque las habitaciones alquiladas son contiguas y la novia todavía está posando para algunas fotos con las testigos.
12:30
Consigue salir el novio con la madrina sin ver a la novia y caminan los treinta metros que nos separan del espacio habilitado para la ceremonia que se encuentra en la playa, todo engalanado con flores y con sillas para los invitados, así como unos silloncitos en el “altar” para los novios, una mesa y un atril con micrófono para que maestros de ceremonias y los “elegidos” hablen. Hacemos repaso del protocolo de entrada en la web: bodas.net
12:39
La novia no llega. ¿Se habrá arrepentido? Se preguntan algunos y otros jocosamente afirman. No. Simplemente una pequeña confusión del padrino que esperaba la llamada para la salida y que nadie le hizo hasta que nos empezamos a preocupar por la tardanza.
12:47
La encargada de protocolo invita a hacer el paseíllo al novio y la madrina . Las parejas del padrino y de la madrina caminan detrás. Yo lo hago en el recuerdo del paseíllo que hacía cuando era Decano en la ceremonia de apertura de curso universitario. Pausado y con tranquilidad.
12:50
Llega la novia entre aplausos de los invitados y de los curiosos que paseaban por el paseo marítimo poco concurrido para lo habitual porque sigue el cielo cubierto, lo que es celebrado por los que tenemos que llevar traje con o sin corbata.
12:55
Comienza la ceremonia con el reparto de cervezas y lanzamientos de pétalos de flor por parte de unos “espontáneos”.
12:56
Las maestras de ceremonia son Paloma y Sara, amigas de la novia. El maestro de ceremonias es Pedro Usón. Sí, es el hermano del actor Jorge Usón y no sé, si es herencia genética o es que trata de quitarle el trabajo a su hermano. Ejecuta su papel con aplomo y profesionalidad, con tono jocoso y cariñoso al mismo tiempo.
Dan la bienvenida y después de dirigirles una palabras a los novios, dan paso a otros ponentes: una amiga de la novia, el hermano y a la madre del novio con emocionados discursos que nos hacen brotar las lágrimas.
13:08
El discurso de la madrina fue excelente. Sé que no soy imparcial pero coincide con la valoración de muchos de los asistentes. Un discurso con palabras apropiadas, entonadas, enfatizadas. Además, vino llorada para aguantar la emoción sólo rota al final del discurso al recordar a “los que no están”.
13:12
El maestro de ceremonias emocionado porque siempre quiso decir esa clásica frase: “el que tenga algo que decir, lo diga ahora o calle para siempre”.
Y salió el amigo Guillermo. Que no puso impedimento al matrimonio, sino que contó algunas anécdotas del novio en un tono irónico y divertido para contrastar tantas emociones. Igualmente, les deseo a los contrayentes la mayor de las felicidades.
13:15
Sara, una de las maestras de ceremonias, propone el ceremonial celta de la imposición de manos:
“El handfasting o unión de manos es un rito de matrimonio y una antiquísima tradición celta, según la cual las parejas juntan sus manos con un vistoso lazo o cuerda, de uno o varios colores, como símbolo de su amor eterno. Los antiguos celtas creían que no era solo una ceremonia en la que se unían para siempre dos personas físicas, sino dos almas que, tras buscarse en el tiempo, se encontraban al fin para convertirse en una sola”
13:20
Carlos, el novio, agradece la presencia de todos y luego de cada uno de las personas principales en su vida. Llora cuando tiene que dar las gracias a su madre porque ha sido madre y padre. Luego dirige los votos de amor a la novia.
13:32
Marta, la novia relata la historia de su amor, emocionada y superando las lágrimas con la risa para tirar adelante con el discurso. “Y todavía me quedan tres folios”.
13:43
Finalmente, la regidora aparece para casarlos y desearles que el amor dure para siempre. Imposición de los anillos que son llevados por un niño en una concha marina para contextualizar con el lugar. Y luego el "se pueden besar los novios".
La regidora da por concluida la ceremonia que el sol, respetuoso hasta el momento, comienza a liberarse de las nubes que nos han liberado de tener que usar las sombrillas que estaban previstas.
Final de la ceremonia y al restaurante. Pero eso será otro post porque esta descripción me ha salido muy extensa.