miércoles, 23 de diciembre de 2020

Llega la Navidad

 Dice un amigo mío que estas fechas le recuerdan a la publicidad de su infancia:

 

                    "Llega la navidad con sabor a dulce y mazapán", 


También se acuerda de: "Vuelve a casa vuelve por Navidad", acción que realizó cuando volvía al domicilio familiar a encontrarse con allegados y amigos después de un trimestre estudiando fuera, cuando sólo por los periodos vacacionales se podía volver a casa. Hay que explicar que igual que los primeros televisores no eran de color, sino de blanco y negro, tampoco los trenes recorrían 300 kms. en una hora y media, y las carreteras radiales no eran autovías o autopistas.

También recuerda el misterio de la noche de Reyes o la contemplación de la maqueta de tren que el "Sepu" ponía en su gran almacén. Papa Noel no se le esperaba. Pero antes, el día 22 de diciembre con mucho frío en la calle, él permanecía en la cama anotando los principales premios de la Lotería.

Pero luego, al convertirse en adulto, todavía encontró ilusión en poner los regalos en el árbol para su familia o bien montando los legos, playmobil, con su hijo en el día de Navidad.

El tiempo fue pasando y llegaron las navidades en las que falto el padre, fallecido en el otoño. Ya todo fue distinto. Hubo alegría porque había peques en la familia pero madre, hijos e hijas hicieron referencia con la boca o con los ojos al padre que ya no estaba.

Cuando los hijos crecieron, las navidades se convirtieron en un culto al consumo y una pesadilla encontrar el regalo que despertará un "¡oooh, muchas gracias!".

En atención a la diversidad multicultural e intergeneracional, el COVID-19 lo puso más difícil todavía. Tendremos que comunicar con familiares y amigos a través de videoconferencia. ¡Qué lejos veo en el pasado los días en que nos veíamos con Skype y qué cerca veo el futuro en que nos comunicaremos a través de hologramas como en la guerra de las galaxias!

En fin, llega la navidad con sabor a dulce y mazapán. Y si tiene que volver a casa por Navidad, ármese de paciencia porque va a ser más costoso (tiempo y dinero) llegar.

domingo, 20 de diciembre de 2020

Distopias

 Veía el otro día un documental sobre a cuál de las utopías se parecía el mundo actual: el 1984 de Orwell o el "Mundo Feliz" de  Huxley. Y me vino a la memoria las recomendaciones de José Luis Rodríguez Diéguez en la primera clase de Didáctica que recibí en la Universidad de Valencia allá por el año 1976 y que recogí en otra entrada de este blog.

La lectura de estos libros que presentan unas sociedades dominadas por la dictadura de la información, de la biología, o de la conducta siempre resulta aterradora y pensando que son ciencia ficción. Pero cada vez más, la realidad se aproxima a estas visiones. No con exactitud milimétrica pero si en sus grandes principios: ¿Qué diferencia existe entre los patinetes eléctricos y los vehículos monoplaza que aparecen en la "Guerra de las Galaxias"?