sábado, 19 de febrero de 2022

Mi padre estuvo en la guerra

Mayo 2020

Muchas veces en esta pandemia he pensado en mi padre. En 1936, cuando comenzó la guerra, tenía 18 años, la edad a la que los padres y las madres matriculan a sus hijos en la Universidad. (una práctica que ha ido aumentando curso a curso)

Creo que estaba en Madrid y se había afiliado a UGT y le sorprendió la guerra, como a nosotros el  COVID. 

Decía que estuvo peleando con el ejercito republicano en el frente porque le mandaron, como a nosotros nos enviaron a casa arrestados. Fueron esenciales las actividades bancarias pero no fue esencial las actividades educativas y formativas.

El 1 de septiembre de 1937 le reclamo el ejercito golpista y tuvo que ir porque un campesino quiere sobrevivir no estar encarcelado, como nosotros queremos salir a vivir o sobrevivir con el virus.

Acabado el periodo bélico, tuvo que hacer “estraperlo” para sacar adelante la familia, Pelear y pelear para sacar a cuatro hijos adelante trabajando duro.

Finalmente, supero la postguerra, esperemos que nosotros también. 

Releo y continuo escribiendo en enero de 2021:

La pandemia y sus efectos siguen:

- crisis económica que separa en dos bandos a la población cada vez mas alejados y con radical diferencia a los bienes: unos tienen dinero para sacar adelante la máquina consumista, otros mendigan por las calles.

- confinamientos, obligatorios o voluntarios.

- controles de acceso a los lugares, a los países. Piensen cómo ha variado el discurso de la inmigración antes y después de la pandemia.

- categorización de la población, menos inclusividad, más discriminación.

Por tanto, confirmado: esto ha sido una guerra. No digo que el virus fue introducido por el hombre, pero los poderosos aprovecharon la oportunidad para crear el “escenario” en el que nos encontramos.

No digo que me haga anti-vacuna; porque trato de sobrevivir lleno de contradicciones como lo hizo mi padre en el pasado, en el presente y en el futuro.



jueves, 17 de febrero de 2022

Circulación vial de aceras y paseos

 Pensaba que las primeras normas covid para evitar contactos en nuestras aceras tendrían continuidad pero ni la mas simple circular por la derecha del sentido de la marcha, se cumple.

Por otra parte, los grupos ciudadanos (simple parejas con un hijo o hija) consideran que tienen prioridad de paso y no importa que se crucen con otra pareja, joven o anciana, con o sin problemas de movilidad. En muchas ocasiones, comento que me voy a comprar un escudo.


Pero no solo la ciudadanía desconsiderada, que piensa poco en el prójimo, constituye una dificultad para caminar por las calles. Me pregunto quién y por qué autoriza la instalación de andamios para arreglar fachadas de edificios, la instalación de vallas para nuevas obras, la colocación de terrazas y barras de establecimientos de hostelería, etc. Etc.

Otro impedimento son los patines eléctricos, bicicletas de alquiler que los usuarios dejan en cualquier lugar y que la empresa que se beneficia  con el alquiler no se preocupa de que no estén mal aparcados. Cuando yo alquilo un coche, las multas por aparcamiento la empresa me las gira aunque hayan pasado varios meses. ¿Por qué no sucede lo mismo con este tipo de vehículos de alquiler?

La conciencia ciudadana y solidaria que esperábamos después de la crisis que nos llevo al encierro, no ha llegado. En su lugar, parece que se ha instalado “el sálvese quien pueda” y la exigencia de los derechos propios antes que el espíritu de ayuda y de “estamos todos en la misma nave”, en la Tierra. Con demasiada frecuencia, encontramos comportamientos agresivos gratuitos, discusiones por cuestiones banales, en el trñafico.


martes, 15 de febrero de 2022

El avance de la ultraderecha

   Otro proceso electoral y la ultraderecha es la que avanza. Quizás soy pesimista o un firme creyente de que la historia se repite en espiral pero cada vez encuentro mayor paralelismo entre lo que ocurrió en el primer tercio del siglo XX y la actualidad.


Los discursos, los hechos y los justificaciones de la ultraderecha de hoy tienen un gran parecido con los discursos, con los hechos y con las justificaciones nazis. Mis argumentos pueden ser simples pero en la actualidad, lo simple, el tweet de 140 caracteres, la imagen inmediata son quienes arrastran a las mayorías. Valga como ejemplo: "siembra".

Claro que podría decir que lo que se está sembrando son las tempestades del mañana, un mañana cada vez más próximo. Si los votantes hubieran sido solamente hombres menores de 45 años, ese partido del que estoy hablando habría ganado las elecciones.

La democracia se está suicidando. Las "mayorías" de principios del siglo XX eran libres o conocían perfectamente a su amo esclavizador; pero en la actualidad, las "mayorías" son fácilmente atraídas por cualquier flautista de Hamelin y los amos están difuminados o edulcorados.

Por otra parte, la ingenuidad estratégica de los partidos de izquierdas es realmente brutal o quizás yo no entiendo de política y lo importante son los medios y no el fin.

La ultraderecha no negocia, pone los "votos" (o las botas) encima de la mesa. NO diré que el pueblo se equivoca, simplemente diré que no me gusta esta democracia ingenua y desconocedora de la Historia.

domingo, 13 de febrero de 2022

Amigos para siempre vs. Amigos Facebook

 Cuando quedo a comer con algún amigo periódicamente siempre queda la duda de a quién le toca a pagar.

Yo nunca tengo problema en serlo yo porque mi respuesta a la pregunta “¿a quién le toca?” ES:

“Te tengo en la lista de quienes me darán una comida o cena al mes”.

Pensé que si las circunstancias me fueran negativas y no tuviera para alimentarme, podría tener una lista de amigos que me ofrecieran una comida o una cena al mes. Así, a Juan le correspondería la comida del día 1 y a Pepe la cena de ese mismo día. No seria muy oneroso para cada uno/una de los amigos/as y me evitaría pensar que era un “gorrón”.


Tengo ya unas cincuenta personas, sólo de la ciudad de Zaragoza.

En Facebook tengo unos 650 “amigos” de personas que me han pedido amistad en la mayoría de los casos. Antes de aceptarlas miro de quien se trata y que amigos comunes tenemos. Es decir, trato de saber cómo ha llegado a mí. No tengo ningún interés de discutir en la distancia aunque eso conlleve estar en una “burbuja” de opinión. Desde luego que de estos amigos no espero la atención de los amigos para siempre con los que puedo diferir, discutir, incluso enfadarme.

Por eso, utilizo la tecnología para estar en contacto con los amigos de siempre, con los que permanecen después de los años, de las adversidades.