La experiencia que describimos tiene dos pilares: La acción Minerva del programa Sócrates (2000-2006) y la metodología CLIL. Minerva se refiere a cuestiones tecnológicas porque su objetivo principal es analizar cómo las TIC pueden ser utilizadas en la acción didáctica. La metodología CLIL se refiere a una estrategia didáctica que combina la enseñanza de las lenguas extranjeras simultáneamente al aprendizaje de un contenido curricular.
La expresión Aprendizaje Integrado de Conocimientos Curriculares y Lengua Extranjera (AICLE) hace referencia a la enseñanza de cualquier materia (exceptuando las de lenguas) que utiliza como lengua vehicular una lengua extranjera o segunda lengua (L2). CLIL propone un equilibrio entre el aprendizaje del contenido y el del idioma. Los contenidos no lingüísticos se desarrollan a través de la L2 y, a su vez, la L2 se desarrolla a través del contenido de la materia.
La metodología CLIL puede interpretarse como un enfoque educativo para reforzar la diversidad lingüística, y como una poderosa herramienta que puede tener un fuerte impacto sobre la enseñanza de idiomas en el futuro. Igualmente, supone un enfoque innovador en el campo del aprendizaje, de la evaluación de los resultados de aprendizaje y representa un cambio hacia la integración curricular.
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