viernes, 1 de agosto de 2025

¡No sé dónde vamos a llegar!

Se me ocurrió poner en google el título de un artículo escrito en 1998 y esto es lo que me devolvió: (el color azul lo he puesto yo)


El artículo "¡Que cinco años no son nada!. El lustro 1993-1998 en la TE" de Enrique García Pascual analiza el período de 1993 a 1998 en el ámbito de la Tecnología Educativa (TE) en EspañaEl autor revisa las seis primeras jornadas universitarias de tecnología educativa, celebradas en distintas ciudades españolas, para evaluar la evolución de la disciplina durante esos años. 
En resumen, el artículo examina cómo la TE en España se desarrolló y transformó durante este lustro, pasando de una fase de aislamiento a una etapa de colaboración entre docentes e investigadores. El autor reflexiona sobre el impacto de las nuevas tecnologías en la educación y los cambios que se produjeron en la forma de enseñar y aprender. 
El artículo se centra en los siguientes puntos clave:
  • Las seis jornadas universitarias:
    Se mencionan las jornadas de Sevilla, Salamanca, Barcelona, Murcia, Málaga y Tenerife como puntos de encuentro y reflexión sobre la TE. 

     De la teoría a la práctica:

     Se analiza la transición de la TE de un enfoque teórico a su aplicación práctica en el ámbito educativo. 

    El impacto de las nuevas tecnologías:

     Se discute el papel de las nuevas tecnologías, como internet y los ordenadores, en la educación y su influencia en la metodología docente. 

     Colaboración entre docentes e investigadores:

     Se destaca la importancia de la colaboración y el intercambio de experiencias entre los profesionales de la TE. 

    El papel de la formación del profesorado:

     Se reflexiona sobre la necesidad de formar a los docentes en el uso de las nuevas tecnologías para su correcta implementación en el aula. 

     En conclusión, el artículo "¡Que cinco años no son nada!" ofrece una visión retrospectiva de la evolución de la Tecnología Educativa en España durante un período de rápido cambio tecnológico y académico. 

Sí, yo también estoy perplejo.

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