¿Puede estar la tecnología ausente de las aulas?
Mi posición es neutra: ni tecnófoba ni tecnófila.
Las TIC están en la
sociedad, en la escuela como lo está la TV o los estudiantes repetidores.
Tienen sus inconvenientes, pero es lo que hay. Y si Colón hubiera tenido
satélites no habría pasado a la posteridad, nosotros tenemos la tecnología que
tenemos y con ella debemos trabajar.
Los más apasionados de la tecnología, olvidan frecuentemente las verdades
didácticas y pedagógicas de base y reinventan la rueda. La ILE y los grandes
pedagogos del siglo xix y xx ya habían propuesto la importancia del aprendizaje
sobre la enseñanza, o el aprender haciendo (Dewey), el aprender en lo cotidiano
(Montessori) o la imprenta escolar y la correspondencia escolar (Freinet). Aplicar
las técnicas Freinet significa dar la palabra al alumno, partir de él, de sus
capacidades de comunicación y de cooperación.
El resto de preguntas se relacionan con el papel de las TIC en la sociedad, el profesorado y el cambio:
En 1984 (casi tres
décadas) asistí a las Jornadas Nacionales de Nuevas
Tecnologías. Paradójicamente todavía ese nombre se mantiene a pesar del
acrónimo TIC.
Entonces la introducción
de ordenadores era un modo de introducirlos en las familias, HOY son las
familias y los propios estudiantes los que se lamentan de por qué no se puede
llevar el smartphone a clase.
Entonces el profesorado
era reacio a la introducción de los ordenadores (había que sensibilizar y
elaborar software), hoy también.
El profesorado tiene
miedo a qué el estudiante sepa más que él de los contenidos ¿por qué nos
empeñamos en ubicar la "autoritas" en saber de todo, en tener más información que
el alumno? En realidad, nosotros tenemos
más conocimiento pero nos empeñamos en trasmitir información.
Invertir todas nuestras
energías, esfuerzos y economías en que los estudiantes aprendan a utilizar las
tecnologías sería como si en el siglo pasado se hubiesen hecho todos los
esfuerzos en qué supieran utilizar el bolígrafo cuando se incorporó a las
escuelas
En 1953 nace el bolígrafo
BIC. .Supongo que
a las escuelas llegó un poco más tarde.
¿Qué contenidos debe
manejar un docente del siglo XXI?,
El perfil de profesor que
necesita nuestro país no difiere del que necesita los de nuestro entorno y que
ya fue definido por la Unión Europea:
Documento
de los Consejos escolares.
- Guiar a los alumnos en la búsqueda de información.
- Proporcionar las conexiones con la realidad de los aprendizajes, de
los contenidos.
- Potenciar que los alumnos sean activos en su proceso de aprendizaje.
- Potenciar el trabajo grupal, cooperativo, colaborativo.
- Monitorizar el aprendizaje (seguimiento y feed-back)
- Facilitar al estudiante la difusión de su trabajo.
La escuela siempre está a
la retaguardia y me pregunto sino debería ser así siempre porque es difícil
imaginar el mundo de los que hoy cursan no Infantil, sino el Bachillerato o la
Universidad. Por tanto, la escuela debe preparar para afrontar la diversidad,
la estupefacción, las sorpresas y para ello se precisa de flexibilidad,
asertividad, la capacidad de volver al estado inicial sin quebrar?, la
resiliencia, y curiosidad. ¿,
Esas son actitudes
Flexibilidad, Asertividad, Resiliencia, Curiosidad, Autonomía, Empatia
que deben trabajarse con los contenidos
curriculares. ¿Cuáles? Los que el profesorado considere más adecuado
Existe el Libro digital:
Supongo que se refiere al
libro de texto digital y ahí podemos encontrar dos tipos:
a) una propuesta de
material impreso en PDF
b) una propuesta
curricular que explota las posibilidades de interactividad , multimedialidad
que poseen las TIC. Lo que se aproxima más a un trabajo con plataformas
informáticas ya sea en presencial, blended u on line.
Por eso , existe el libro
digital SI, pero el libro de texto digital NO debería existir.
Esto no significa, quede
claro, que digo que no haya que trabajar con las TIC en las aulas, incluidos
los smartphones.
Referencia a la noticia
de la policía y el ciberbullyng a través del whatapps .
Los smartphones están ahí
y cada vez será más difícil controlar que no entren en el aula. No controlar,
sino canalizar su uso. Emplearlos en beneficio propio de los objetivos
educativos de “toda la vida”. Aunque parezca lo contrario, a mi edad soy un
“conservador”. Muchas gracias.
Competencias del siglo
XXI
OCDE Habilidades y
competencias del siglo XXI para los aprendices del nuevo milenio en los países
de la OCDE.
De el estudio piloto de la introducción de los tablets en Educación Primaria:
Administración Educativa
Por tanto, además de la inversión en programas, se
precisa formación para que el profesorado se abra a nuevas perspectivas
metodológicas, diferentes a la función transmisora e instructiva realizada
hasta el momento.
"No existe ningún libro sin profesor, sin bibliotecario, sin
documentalista. Se ha podido creer que se iba a modificar esta estructura
gracias a la televisión ayer y a Internet hoy. Siempre estamos ante el mismo
error: creer que la tecnología puede sustituir al hombre. Las nuevas
tecnologías no tocan la muerte de los profesores, sino más bien lo contrario,
el principio de su revalorización"[1]
Los problemas técnicos deberían ser resueltos por
profesionales ad hoc, ya que detraen tiempo y energías a los responsables del programa
“Ramón y Cajal” en los Centros de las que son sus verdaderas funciones:
dinamizar y ayudar al resto del profesorado en la utilización de las
tecnologías en el aula con fines didácticos para la mejora del rendimiento
escolar.
Finalmente, conviene pensar que la generalización
y extensión a otros Centros, más allá de las experiencias piloto, exige contar
con las reglas de difusión e implementación de las innovaciones, es decir,
comunicarla con claridad, procurarla hacer compatible con las prácticas docentes
existentes y resaltar el beneficio para profesores y alumnos que supone la
utilización de las herramientas 2.0 en el espacio escolar.
Centros.-
Indudablemente, la introducción de las TIC altera la organización espacial
y temporal de los Centros. Se precisa compartir los espacios como es la sala
donde está la pizarra digital o bien cambiar un aula para no tener que
desplazar los ordenadores de un piso a otro. Igualmente, las exigencias de
actividades más prolongadas que la clásica hora para cada área curricular o la
realización de actividades interdisciplinares y globalizadas pueden invitar a
alterar los horarios tradicionales.
Por tanto, hay que ser flexibles con la organización espacial y temporal de
los Centros que deciden poner en marcha una innovación acompañada de las TIC.
Pero tampoco debemos poner al ordenador en el punto central de nuestras
Escuelas como hemos puesto la televisión en el punto central de nuestras casas.
El ordenador es una tecnología más, como los libros, como los objetos, como los
mapas, como los esqueletos, etc. El ordenador es una herramienta de
aprendizaje, pero no tiene que ser una tecnología impuesta, sino que surja de
forma natural.
Profesorado
Se decía en la revolución escolar de la
II República española que el magisterio
eran los sacerdotes de la nueva reforma.
“Allí donde se encuentra un educador, se encuentra un revolucionario
también […] Urge crear escuelas, pero urge más crear Maestros. El Maestro ha de
ser el artífice de esta nueva Escuela, capacitar al Maestro para convertirlo en
sacerdote de esta función”[2]
Igualmente, en el documento para el
debate de la LOE
se refería a “El imprescindible papel de protagonista del profesorado”
Por tanto, siempre y en toda circunstancia de cambio y de reforma, los
técnicos han sido conscientes que la introducción de tecnologías, de
metodologías, de nuevos principios pedagógicas no es posible sin la
colaboración máxima de quien debe implementarlo: el profesorado.
Esta formación no sólo se trata, por tanto, de informarles de nuevos conocimientos
sino que debe debatirse para adquirir una actitud abierta ante nuevas
posibilidades que pueden resultar chocantes y que pueden percibir como
contrarias a su metodología. El cambio de mentalidad de los protagonistas es
uno de los mayores handicaps que se encuentra cualquier propuesta de innovación
educativa.
Alumnado
Trabajo más grupal y menos individual
Las tecnologías deben servir para atender a la diversidad y no sólo la
diversidad del alumnado con necesidades educativas especiales; sino la diversidad
individual de cada alumno y alumna con sus filias y sus fobias por la
tecnología, con sus intereses diversos que pueden ser satisfechos por la
introducción de la tecnología y su conexión a Internet, alejándonos de la
uniformidad homogeneizadora de la escuela del siglo XIX.
La ambición comercial de un ordenador para cada persona (Personal Computer)
no debe conducirnos a favorecer modos de aprendizaje individualizado que están
alejados de la necesidad de una resolución interdisciplinar e interpersonal de
los problemas de un mundo complejo.
Familias
Las familias deben ser implicadas en esta innovación. Puede ser un
catalizador para solicitar su colaboración en otros aspectos educativos
(educación en valores, atención individualizada) en los que se precisa la
participación de las familias.
A las familias conviene decirles que las TIC no son la panacea y que
ciertas “tradiciones” que ellos consideran de “buena escuela”, como es el uso
de los libros de texto, deben reconsiderarse.
En resumen, las propuestas exigen la colaboración de todos: desde la
administración a las familias pasando por el profesorado y los equipos
directivos de los Centros. Y esa colaboración no sólo se refiere a poseer más
información sino sobre todo a adoptar una actitud de flexibilidad y de apertura
hacia los nuevos instrumentos que se nos ofrecen para ayudar al proceso de
enseñanza – aprendizaje.
1 comentario:
Estoy de acuerdo con usted cuando sostiene que el docente debe guiar el aprendizaje, y no darle los deberes hechos al alumnado. En este sentido, comparto su idea de que el alumnado tenga que adquirir autonomía. Si no se consigue esta meta, difícilmente podrán llegar a ser ciudadanos críticos y reflexivos, lo cual resulta incoherente con los principios educativos de la ley de educación española.
Finalmente, apoyo su idea de que la escuela no es sola asunto de los docentes, sino que debe estar implicada la sociedad al completo en el proceso de enseñanza-aprendizaje, esto es, formar ciudadanos críticos y competentes para convivir en una sociedad democrática.
Un saludo.
Publicar un comentario