miércoles, 18 de enero de 2012

Últimas voluntades

No sé si es el sitio apropiado. En los tiempos en los que se permanecía estable en un sitio rodeado siempre de los allegados, se dejaba escrito o muchos sabían cuáles eran las últimas voluntades de los que estaban por morir. En la actualidad, en los que uno está aquí o allá, se desplaza en avión, tiene a la familia repartida por toda la longitud del planeta, es lógico emplear este medio para manifestar lo que uno quiere el día que fallezca.
Me diréis por qué no lo dejas escrito en un testamento. Ya lo he hecho, pero se refiere a las cosas materiales, a lo que se posee y no a aquellas cuestiones que podrían ser objeto de discusión con un notario un tanto "chapado a la antigua".
Esto se me ocurrió yendo al último funeral al que he tenido la ocasión de asistir donde lo que el cura hacía y decía no era en consonancia con la personalidad de la persona fallecida.

Suelo acudir a los funerales con dos tipos de motivaciones:
a) acompañar a quienes la pérdida es más cercana y con quienes tengo algún tipo de relación o de amistad.
b) despedir a quienes he conocido y, si existe la vida eterna, apreciarán el que yo esté allí.

Habitualmente, son funerales católicos y aunque yo desconfíe de la existencia de la vida eterna y, sobre todo, desconfíe de la representatividad de la divinidad que se atribuyen algunos individuos del género humano; me gusta acercarme para reflexionar sobre la vida y la muerte.

Así, que me he dicho a mi mismo (permitirme la redundancia), escribe las últimas voluntades para indicar:

1.- Que tengo escrito un testamento.
2.- Que he donado mis órganos, con el nº 1260 de la Coordinadora de Trasplantes de Aragón y de ADOTA
3.- Que mis últimas voluntades o caprichos dirían algunos son:

a) NO quiero una misa, pero me gustaría que os reunieseis para hablar, para escuchar, para llorar, para aplaudir, para cantar, para comer, para beber o guardar silencio.
b) La reunión la puede dirigir cualquiera: no es necesario ser sacerdote aunque los tenga como amigos y pudieran ejercerlo. Pero quizás aparece un cura árabe, judío, protestante u ortodoxo, o quizás, algún colega tan habituado a subir a la tarima.
c) De la intendencia, que se ocupen los herederos materiales o bien organizar una buena wiki (o como se llame entonces) para no tener muchas botellas de champán y ninguna de agua. Aunque da lo mismo, lo importante es poder compartir el momento de reflexión con personas que en alguna ocasión estuvisteis a mi lado y tenéis ganas de compartir ese momento con otros y conmigo (si  es que existe la vida eterna, aunque en esas primeras horas todavía estaré rellenando formularios de inscripción).

Firmo este documento virtual en el día 6 de enero de 2012 . Día de los Reyes Magos.

4 comentarios:

Pilar dijo...

Enrique, eres un provocador, pero gracias por la idea, pq ya te comentaré con más tiempo cómo quiero mi funeral. Un abracito y vale de rellenar formularios...

ectoplasma2 dijo...

Bueno, si la vita eterna no existe (como yo creo) por qué preocuparse de precisar todo? Somos ectoplasmas ( se entiende en ES?), amigo mio, nada màs!
Un abrazo
Lauretta

Anónimo dijo...

Pues me has dejado descolocada, provocador o no, incitas a pensar diferente y eso ya es mucho decir.
Me voy a ver un capítulo de CSI.
Ana R.

detounpo dijo...

Yo tenia la misma inquietud y he creado una web doned escribir estas inquietudes o cualquier otra.

http://www.detounpo.com.es/voluntades

Un saludo