martes, 9 de diciembre de 2025

Viaje a Munich

Por motivos familiares, me desplacé a Munich (Monaco de Baviera, dicen los italianos) el último fin de semana del mes de noviembre.

Aproveché para visitar los mercadillos navideños que ahora se establecen más de un mes antes de que se celebre la Navidad. A juicio de quienes han estado en el Octoberfest, son casi similares en lo que se refiere a la oferta gastronómica.  Los mercadillos clásicos se encuentran en el centro, el del Ayuntamiento tiene el atractivo que a determinadas horas (11, 12 y 17 horas) las figuras que se encuentran en su torre se mueven y cuentan la historia de la ciudad.

Aunque también tuve oportunidad de ver un mercadillo peculiar, no tan turístico, lugar de encuentro de la población muniquesa. El mercadillo de Ganswoanders en el que la oferta mayoritaria era la gastronómica y solo unos pocos artesanos textiles refugiados del frío en una tienda típica de estructura redonda. La clientela combate el frío con vino caliente, cerveza y con viandas derivadas de la carne de cerdo.

El sábado decidimos visitar algunos palacios del entorno bávaro. Apenas hemos salido de Munich la autopista aparece rodeada de blanca nieve y con un brillar en la carretera porque la temperatura es muy baja. 

Nos dirigimos al palacio de Neuschwanstein, un castillo como de hadas que dicen que inspiró el famoso castillo de Disney. Fue construido por el Rey Luis II. De camino a él nos encontramos la iglesia de San Coloman, una pequeña capilla barroca, pero con unos muros blancos integrados con los campos nevados y no hollados.

Lo vemos desde las inmediaciones del Castillo de Hohenschwangau donde hay posibilidades de comer, comprar recuerdos, visitar su castillo, incluso dar un paseo en un carro tirado por caballos.

El domingo por la mañana, si sale el sol aunque la temperatura esté fría, merece la pena hacer una visita al Palacio de Nymphenburg, una antigua residencia de verano barroca de los reyes bávaros, al que podemos llegar en un tranvía. Posee unos extensos jardines con estanques de agua que disfrutan las aves y adornados de esculturas que en temporada invernal son protegidos de la manera que se ve en la fotografía.

Visitar Munich y no visitar sus cervecerías es como no haber estado, aunque en este fin de semana pre-navideño se encuentran abarrotados de público. Tuve la oportunidad de visitar la Löwenbräu y la de Agustiner.

Igualmernte aproveche para degustar los platos típicos: el schnitzel y el codillo.