Ya es difícil que alguien entre a leer en este blog, mucho más que lea los comentarios de "mis queridos colaboradores".
Esto corresponde a Alumnator a propósito de la lectura:
"La realidad virtual no depende de un casco, un guante periférico y un ordenador conectado a un programa de realidad virtual, no, que va, mucho más fácil, la realidad virtual consiste en vivir la vida de los protagonistas de una ficción, siempre y cuando ésta esté basada en cimientos sostenibles, esto es, sea verosímil y coherente. Esa es la magia de la literatura. Recrear mundos paralelos, vivir virtualmente las hazañas que esconden las letras, como códigos secretos de una logia sólo reservada para los más osados".
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3 comentarios:
Y para corroborar ese párrafo, debo confesar públicamente que siempre llevo un libro en el bolsillo, especialmente en invierno (porque los bolsillos de los abrigos son grandes). Hoy, por ejemplo y sin ir más lejos, llevo un pequeño ejemplar de Noches Blancas de Dostoievski (editorial Aguilar, tapa dura, escasamente 10x7x1 cm). Es mi conexión al mundo virtual: mi salida de emergencia (mi conexión a Matrix). Si a lo largo del día necesito huir (por ejemplo en la cola del bus, o en la de la DGA, o en la del pescado, o en la de mis pesadillas) sacaré el librito y me trasladaré al San Petersburgo de mediados del XIX, donde -bien abrigado- buscaré a Nastenka y estaré a salvo de la a veces perversa y siempre cruda realidad.
Saludos
Alumnator
Muy bello!!
Personalmente me cuesta encontrar el libro que me atraiga, pero luego no puedo dejar de leerlo. Los libros de trabajo que suelo llevar son otra cosa que realidad virtual, son de otra galaxia y no se entienden.
Alumnator, qué razón tienes, lástima que cueste tanto transmitir a los demás el placer de la lectura.
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