Los lunes tomo una pastilla para la osteoporosis que me afecta físicamente, me paso el día meando, y psíquicamente, me pone de "mala leche" y me deprimo; aun más cuando hay niebla o el cielo está cubierto.
Por eso y por otras circunstancias personales del mes pasado de noviembre, no tengo ganas de escribir ni de comunicar por este medio que es el blog y que mantengo desde 2007 con días mejores, días peores y días en que mis reflexiones siguen siendo válidas incluso premonitorias.
Pero analizaré los elementos que contribuyen a mi estado de ánimo:
- llega la navidad con "sabor a dulce y mapazán" y con el recuerdo de que el 5 de diciembre de 1984 falleció mi padre y mi madre cumplía años el día 4 de diciembre.
- el panorama mundial está lleno de "Fumanchús": Trump, Netanyahu, Milei, Putin, etc.
- de la "quinta columna" de Madrid no quiero hablar no sea que mi sentido común cometa alguna ilegalidad.
- los medios de información se han convertido en contribuyentes al caos, a la desinformación, a presentar una realidad interpretada con unas herramientas más poderosas que los sacerdotes y chamanes.
- sobre la sostenibilidad y el cambio climático la situación es paradigma de la contradicción de la humanidad (quizás es que hay dos humanidades: la de los poderosos y la del resto). Veamos:
- Una conferencia sobre el cambio climático que se desarrolla en un país productor de petroleo.
- Hemos tenido una DANA que deberemos pagar solidariamente entre todos, entre todos los pocos que pagamos JUSTAMENTE los impuestos (los hay que hacen ingeniería financiera o regularizan a posteriori su situación). Y los ayuntamientos siguen compitiendo a ver quién pone más luces de Navidad. Ya sé que son led pero consumen menos, pero consumen.
- Y no quiero aburriros más. Disfrutad pero no hagáis excesos. Todo se va a la mierda, pero al menos que nos pille con el cuerpo como los héroes que salen en las series televisivas.
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