miércoles, 1 de octubre de 2025

Viajando al oeste (JIV)

 Se inicia el viaje. Los temores de los días pasados desaparecen. Salimos muy temprano. Los que vivimos en provincias tenemos que desplazarnos hasta Madrid o Barcelona para los vuelos transcontinentales. Como vamos hacia el oeste, elegimos Madrid. Las conexiones con los servicios públicos: tren o autobús son muy problemáticos cuando dependes de los horarios de otros. Por eso, decidimos irnos con nuestro propio vehículo y dejarlo en el aparcamiento junto al aeropuerto. Resulta más cómodo: cargas las maletas en la puerta de casa y ya estás en el embarque.

El siguiente paso es el check-in. Ya lo hemos hecho por Internet pero tenemos que facturar las maletas por lo que debemos pasar por el mostrador. Allí nos atiende una amable señorita que nos da las tarjetas de embarque hasta Honolulu pero por normativa USA deberemos recoger nuestras maletas. Lo que reduce nuestro tiempo en el enlace entre aviones. Después pasar el control de seguridad sacando los elementos electrónicos y los líquidos de nuestro equipaje. Después de una caminata y las apreturas del tren que nos lleva de la T4  a la T4S pasamos en autoservicio el control del pasaporte. La electrónica y los recortes nos ha llevado a esta situación impensable en el siglo XX.

El vuelo tiene una duración de 12 horas, los aviones para llegar hasta el otro lado del Atlántico suben hacia el polo, por allí el recorrido es menor por la esfericidad de la Tierra. [Los terraplenistas van por el Atlántico y tardan más tiempo. JA!!!]  Así que la entrada es por el Canada para dirigirse por el medio oeste de  US hacia California.

Volamos en un Airbus 350 de Iberia que no es una low cost, nos da de comer sin coste adicional, pero en turista el espacio entre asientos es muy reducido y en las filas donde antes había ocho asientos ahora hay nueve.

Una vez que nos permiten descender del avión y nos dirigimos rápidamente hacia el control de Inmigración. Allí una gran masa de personas serpentea de un lado a otro de la gran sala. Yo mantengo esperanza, Susana no tanto. Tratamos de preguntar a quién nos parecen empleados que tenemos un vuelo de conexión en unos pocos minutos, pero todos dicen que no son los responsables, que preguntemos a quien lleva chaqueta azul.  Cuando solo quedan 10  minutos para que se inicie el embarque, hay un responsable cerca de nuestra posición, se lo indicamos. Se apiada de nosotros y nos pasa a la fila de los tripulantes de cabinas y otras personas VIP. Pasamos el control de Inmigración con rapidez. Ahora nos toca correr. 

El equipaje de nuestro vuelo está esperando fuera de la cinta . Llevarlo a conexiones. Lo chequea pero no hay. tiempo . Hay que ir a los mostradores de embarque por si hay tiempo o nos ponen en otro vuelo. Pasamos de una terminal a otra. Subimos al primer piso, salidas. No acertamos a dar con la persona responsable. tercer intento. nos coge las maletas.

Ahora tenemos que llegar al Gate de salida. Pasamos de nuevo control de seguridad. Presenta pasaporte y enfoca tus ojos para tener el pase. No hay personas y pasamos muy rápido. Pero hay que correr por pasillos intrincados hasta el Gate 48B Me adelanto porque Susana no puede más. Ella sube en ascensor. Yo por escaleras mecánicas. El gate está abierto. 

Somos los últimos en entrar.  En el finger comienzo a reservar la habitación de hotel en Honolulu. NO lo había hecho hasta estar seguro que llegaríamos en el mismo día 1. Afortunadamente, hay disponibilidad en el Coconut Waikiki Hotel, el mismo hotel para el que tenemos reservado los siguientes días.  Tengo que salirme del interior porque no tengo cobertura. Pero, se confirma la reserva antes de entrar en el avión. Y le envió un mensaje a mi hermana para tranquilizarla.

El vuelo de Los Angeles a Honolulu es de unas cinco horas. Dormimos un poco una vez superados todos nuestras ansiedades si podríamos llegar a Honolulu.

La llegada es a las 11.30 p.m del día 1 de octubre. Salimos de Zaragoza a las 6 a.m. del mismo día 1 de octubre. No soy capaz de calcular el número de horas invertidas porque hemos pasado doce usos horarios. En ese momento son las 11:30 a.m. del día 2 . 

Milagrosamente, aparecen nuestras maletas. Objetivo conseguido: nosotros y nuestros equipajes hemos atravesado dos océanos y un montón de kilómetros.

Un taxi, check in en hotel y cama. 

No hay comentarios: