lunes, 25 de mayo de 2015

II Congreso de Educación Emocional

Palabras de inauguración en el II Congreso de Educación Emocional y Bienestar:

Bienvenidos a esta Casa del Magisterio o Facultad de Educación. Formación inicial y formación permanente se dan la mano a través de la organización de encuentros internacionales.


Una mesa un tanto incompleta porque falta la visión de las mujeres más doctas que los hombres, hablo por mis habilidades, en lo que se refiere a la inteligencia  emocional y como puede comprobarse en el trailer de la última película de la PIXAR Inside Out (Del revés)

Resulta sorprendente que este congreso coincida con la aprobación del curriculum para secundaria adaptado a la LOMCE en el que lo disciplinar, en el que la enseñanza competitiva, el control de los aprendizajes disciplinares predomina sobre la formación de ciudadanos preparados para afrontar los retos de una sociedad compleja.


Palabras de José Emilio Palomero: (2005)

En  efecto, aunque la psicología y la pedagogía descubrieron hace mucho tiempo  que los procesos educativos no deben pivotar exclusivamente sobre los objetivos  disciplinares y académicos, todavía los currículum pretenden solucionar los retos sociales con asignaturas.

 “Y ello a pesar de que los centros de enseñanza, los ministros contumaces, continúan centrando  su interés en la formación de la cabeza, olvidando casi por completo educar los  corazones, prestar atención al mundo emocional, que tanto afecta a todos los  procesos y espacios educativos”

“A pesar también de que la revolución emocional  es una vieja reivindicación pedagógica: ya decía Neill, padre de Summerhill, que  la escuela enseña a pensar, pero no enseña a sentir, que necesitamos  corazones, no  solo cabezas en la escuela; ya destacaba Rogers, padre de la psicología humanista,  que  el aprendizaje que tiene lugar desde la nuca hacia arriba y que no involucra  sentimiento o significación personal no tiene relevancia.”.  

No nos cabe la menor duda de que el objetivo prioritario y fundamental   de la educación es conseguir un desarrollo integral, armónico y equilibrado   de la personalidad de niños, adolescentes y jóvenes. Lo vienen resaltando el   psicoanálisis y la psicología humanista desde hace mucho tiempo. Hoy lo avalan  también la psicología cognitiva y las neurociencias.
Sin lugar a  dudas, las emociones de los alumnos y de los profesores están presentes en el   aula, de manera que las mutuas interrelaciones emocionales pueden generar   crecimiento de ambas partes, o también desgaste y sufrimiento en alguna de ellas,   o en ambas.

Es necesario insistir en que el profesor no sólo tiene la obligación   de conocer las materias que explica y los correspondientes métodos de enseñanza/  aprendizaje, sino que debe ocuparse también de comprender a los estudiantes,   de interesarse por su mundo de la vida, por su espacio vital: es decir, por lo que   viven.

.Es necesario promover una formación integral de los profesores,   que favorezca su crecimiento en habilidades de vida, en toma de conciencia, en nivel de madurez, en equilibrio afectivo, en capacidad para discernir y para tomar   decisiones.

Porque vivimos inmersos en   un mundo en crisis, terriblemente desordenado y rabiosamente neoliberal,   rodeados de problemas vinculados de forma directa o indirecta con nuestro   cerebro emocional:
indisciplina,
conflictos,
sexismo, sida, embarazos no deseados,
burnout, estrés, depresión,
racismo, xenofobia,
intolerancia,
consumo de drogas,
ciberpatologías,  
adicciones en general,
conductas de riesgo,  
anorexia,
ansiedad...

La Facultad de Educación  desde este año se ocupa de ofrecer el Master de Educación Socioemocional, que dirige la doctora Alejandra Cortés.

Me me pareció interesante reflexionar sobre palabras que empezaran por las cinco vocales y que estuvieran en la proximidad del campo semántico de lo Socioemocional,

     A) Aprendizaje, Avanzar.
E) Emocional, Educar
I) Innovación, Investigación,
O) Originalidad, Organización
U) Universidad.

Pero también reflexione que en la balanza INSTRUCCIÓN – EMOCIÓN
Instrucción en un plato y Emociones en el otro, seguimos intentando encontrar el punto medio para un Aprendizaje Auténtico y Duradero.


Vicente Verdú:

Se creyó que era tan superficial como irrelevante pero justamente el e-factor, el factor emocional, ha sido clave para inflamar la burbuja y para prender fuego después a la totalidad del sistema.
"Ahora los arquitectos no construimos casas. Construimos la atmósfera, la emoción. ...Parece una chorrada pero la gente necesita emociones."

CUÑA DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y AMIGOS DE LA FACULTAD DE EDUCACIÓN

Las obras, los objetos, los proyectos comparten ahora una misma orientación fundamental: crear nuevas experiencias que lleguen al corazón. Contra las ya inertes descalificaciones materialistas, nuestro siglo prolonga la tónica romántica surgida, tras el hiperindividualismo, de finales del siglo XX.

¿Qué significa esto? Significa que las mercancías, los servicios, las comunicación general entre oferta y demanda se componen cada vez más por lo que los norteamericanos comenzaron a denominar el e-factor, el factor emocional. Ya no basta con ofrecer un producto asociándolo a tópicas promesas de felicidad, de seducción o de inyecciones de júbilo, desde la arquitectura de las factorías a la de los establecimientos, desde el diseño interior de la tienda hasta el tacto del objeto, las creaciones deben entregar experiencias nuevas.

Punset:


" reivindicó un sistema educativo, que ofrezca un aprendizaje social emocional, como forma de aprender a gestionar las propias emociones; a trabajar en equipo, pero de forma cooperativa, o a focalizar la atención ante tanto estímulo que impide la concentración en un pensamiento".

1 comentario:

Unknown dijo...

Este congreso sobre la educación emocional es una acertada oportunidad tanto para la reflexión sobre el sistema educativo en cuanto a su implicación en la temática de emocional, como para la introspección en nuestras vidas, y darnos cuenta que la educación emocional interviene constantemente en nuestro bienestar diario. Por ello coincido en que debe ser tratada como una materia más en la escuela, contribuyendo así a que los futuros ciudadanos desarrollen habilidades como la asimilación, compresión y autorregulación emocional, etc., aspectos que les ayudará a conseguir sus metas y a afrontar las adversidades de la vida de forma saludable. Pero, efectivamente, enseñar todo esto no es una tarea fácil para el docente, y por eso, me gustaría hacer especial hincapié en que se debería comenzar por una buena formación específica del profesorado.
¡Sí a la educación emocional para alumnos y docentes!