"No se hacen tantas fiestas, me parece. La gente está más en casa. A mi generación no le interesa la socialización, encontrarse cara a cara: Nos escribimos en el teléfono y cada uno se queda a su casa".
Esta es la declaración recogida por su autora Jean M. Twenge. La generación iGen pasan solos su tiempo libre. Las actividades en pequeño grupo o en pareja están descendiendo.Igualmente sucede con las fiestas y con las actividades privadas de un claro objetivo y, también, las de una finalidad precisa. Pienso en aquel pueblo del Arizona donde los viejos aceptaban resignados que los jóvenes fueran arriba y abajo de la calle principal circulando rumorosamente con sus coches.
Ahora la comunicación se produce a través de la vía electrónica: Instagram e Snapchat.
No obstante la relación de los sentimientos con la utilización de las redes sociales es bastante compleja.
Por ejemplo, el uso de Facebook causa infelicidad, pero la infelicidad non provoca la utilización de Facebook.
Igualmente, los adolescentes que tienen el sentimiento de soledad, son aquéllos que pasan más tiempo en las redes sociales y menos tiempo con los amigos de carne y hueso. "Son las actividades "fuera pantalla" las que ayudan a aplastar la soledad, no las redes sociales" (p.117) "Los adolescentes que pasan más tiempo delante a una pantalla, están más expuestos a la depresión". (p.118)
Incluso, algunos otros estudios son más alarmantes: la Youth Risk Behavior Surveillance System señala que los adolescentes que pasan más de tres horas al día con dispositivos electrónicos aumenta el 35% la probabilidad de tener al menos un factor de riesgo de tendencias suicidas. (p.122)
Por otra parte, los dispositivos electrónicos permiten una actividad negativa que la Televisión no permitía. El carácter unidireccional de la Tv, además de la necesidad de un equipamiento costoso y especializado de manejar, no permitía lo que un smartphone con dispositivos de grabación de audio y de video que se manejan con el pulgar facilita: el bullismo o cyberbullismo. Es decir, el bullismo se desarrollaba en la escuela o en el camino de casa a la escuela como radio de acción; el cyberbullismo se produce en cualquier momento y lugar, sin salir de casa, cuando el adolescente trata de descansar en la noche. El cyberbullismo no tiene límites temporales ni espaciales.
Por eso, deberemos preparar a las nuevas generaciones en el uso inteligente de los teléfonos inteligentes. La "Ley seca" no es posible, sólo enseñar al uso responsable y por qué no, la valorización de las formas NO-VIRTUALES de ocio y de relación.
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